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Tratamiento médico

En el primer hospital, los pacientes como Aya, con una enfermedad en el cerebelo, que controla la función motora, eran tratados en el Departamento de Neurología. En la fase inicial de su enfermedad, nos sentíamos seguros porque era una parte del Hospital Universitario de Nagoya. Recorríamos un largo camino relajadas y sin ninguna prisa. Pero, a medida que la enfermedad de Aya progresó, fue incapaz de moverse por sí misma. Por varios motivos, el hospital decidió que no podía quedarse.

Cuanto más seria es la enfermedad de un paciente, mejor es que estén en un hospital y que reciban un tratamiento médico adecuado a sus responsabilidades. Pero el sistema médico actual no permite eso. Hospitales como ese tienen una política de proporcionar un cuidado de 24 horas, pero no permiten que haya un cuidador. ¿Pero hasta cuándo ese cuidado de 24 horas? ¿Quién es responsable de la parte que no es cuidado médico? No hay otro modo para la familia que viajar todos los días al hospital. Si no se puede, el paciente no puede quedarse en el hospital y tiene que irse a uno privado. Sin embargo, no hay muchos hospitales adecuados para la enfermedad de Aya. Gracias a una recomendación de la Doctora Yamamoto, Aya fue tratada durante dos años en el Hospital Akita de Chiryu. Estaba muy lejos de nuestra casa, así que el contacto con la familia se redujo bastante. Ir a verla una vez a la semana era lo más que podíamos hacer y teníamos que confiar en un cuidador para que se ocupara de ella.

Parecía que no había final de su estancia en hospitales. Queríamos tenerla cerca, así que empezamos a buscar un hospital en Toyohashi. Primero, hablamos por teléfono con varios hospitales. Cuando encontramos uno que podría aceptarla, lo visitamos y les explicamos el caso en detalle. Nos trasladábamos de hospital a hospital. Después pasó alrededor de un año en el Hospital N. de Toyohashi. Yo sabía que no había nada de qué preocuparse mientras comprendieran el estado de Aya. Pero, para ser sincera, como madre me preocupaba mucho su constante traslado de hospital a hospital. ¿Estaría bien? Si tenía una flema en su garganta o si se tensaba demasiado, podría ahogarse y morir. Me preguntaba si podrían darle asistencia si eso ocurría. Afortunadamente, la persona a cargo de Aya había sido alumna de la Doctora Yamamoto. Me aliviaba saber que ambos se encontraban en el hospital.

En junio de este año, Aya se trasladó al Hospital Koseikai de Toyohashi por tercera vez. Sigue aquí. Al principio, apenas podía comer por lo tenso que estaba su cuerpo. Quizá la causa fue la constante tensión y la fatiga por el cambio de hospitales. “La próxima vez no serás capaz de respirar bien”, le dijo un cirujano, “pero te haremos una traqueotomía”. También se lo explicó a Aya escribiendo en su cuaderno. “Estarás bien. No te preocupes. Si mejoras, volveremos a cerrarlo inmediatamente”. La perfecta coordinación entre los Departamentos de Medicina Interna, Cirugía y los rehabilitadores me tranquilizó.



Solo puedo visitar a Aya por las noches o los domingos, así que no puedo ver a su médico. Pero una enfermera me informa siempre del día que el doctor pasa consulta. Puedo hablar con él para expresarle cualquier preocupación y cualquier pregunta que Aya quiera hacerle a través de su cuaderno. Él hace todo lo que puede para contestar a nuestras preguntas. Confío en él, le estoy agradecida y le respeto. A Aya le proporciona paz mental y Aya sonríe. A ella le encanta bañarse. Enterarse de que pronto tendrá la oportunidad de hacerlo le proporciona algo por lo que seguir.

 


Date: 2016-01-14; view: 908


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