VULNERANDO DERECHOS EN NUESTRA COTIDIANEIDAD

Los derechos humanos promueven la igualdad, la identidad, la diversidad. Uno de estos principios es uno de los más relevantes en toda constitución y declaración sobre los derechos de las personas esta es la igualdad en el sentido de la igualdad de oportunidades constituye el principio para la no discriminación. Según el derecho a la no discriminación, está prohibido negar a una persona el acceso a servicios públicos debido a su sexo u orientación sexual, origen nacional o étnico, religión, opinión política, edad o cualquier otra condición por ejemplo.

Pero aunque, lo tengamos establecido muchas veces se realizan acciones discriminatorias contra las personas atentando contra uno de los principios fundamentales de nuestra constitución la igualdad ante la ley. Muchas veces la discriminación se presenta a través de palabras hirientes o insultos, ya sea para humillar o descalificar a otra persona o grupo, pero también mediante amenazas

o acciones violentas.

Cualquiera que sea la forma de la discriminación, la consecuencia es que se niegan o dañan los derechos fundamentales de las personas. Por eso, los actos discriminatorios no pueden negarse ni se deben minimizar sus consecuencias.

Los prejuicios

Una cara de la discriminación son los prejuicios. A veces, la discriminación se demuestra o aparece de esta manera perjudicando a muchas personas. Los prejuicios son creencias que se consideran reales, pero que se basan en criterios dudosos o directamente falsos. Los prejuicios son formas de pensar sobre las personas, que afectan directamente sus derechos.

Hay prejuicios que son muy comunes en nuestra sociedad como por ejemplo, creer que los varones son más inteligentes que las mujeres, o que las mujeres son más inteligentes que los varones; o por ejemplo pesar o creer que las mujeres pueden criar mejor a sus hijos(as) por el hecho de ser mujer (su naturaleza) o que los hombres han nacido para trabajar y estos deben ser los proveedores del hogar.

Lamentablemente existen muchos prejuicios y sería raro no descubrir que alguna vez cada uno de nosotros tuvo prejuicios o que los tuvieron contra nosotros. Los prejuicios se dan en cualquier momento y en cualquier lugar, tanto en el mundo del trabajo como en la calle o en la propia familia.

La desigualdad

La otra cara de la discriminación y vulneración en los derechos de las personas son los que se constituyen a través de lo que llamamos privilegios. Así como hay personas que les vulneran sus derechos producto de la discriminación, hay otras personas que pasan a gozar de ciertos privilegios.

Los privilegios nacen producto de la discriminación las que son ventajas que tienen algunas personas por creer que ellas se lo merecen o son mejores que otros debido ya sea a su origen étnico, orientación sexual o clase social, y no por sus méritos o necesidades reales. Por ejemplo, Las personas vestidas de determinada manera tienen acceso más expedito en el ingreso y atención, mientras que otras, por su ropa o su aspecto, no pueden ingresar o no son tratadas de una manera cordial, o los profesionales universitarios provenientes de familias de clase alta o media tendrán mejores oportunidades y mejores ingresos que aquellos cuyas familias son de clase baja, o por ejemplo que la opinión que expresan las personas adultas es más valiosa que la expresada por personas jóvenes o niños.

Date: 2015-12-24; view: 937