En la India, como representación de ese tipo de cultura oriental, se considera a las gemas como elementos vivos, portadores
de energía, capaces de actuar sobre los seres humanos de forma muy sutil y equilibrar sus energías internas, físicas y psicológicas. El uso de las gemas en este sentido, está muy extendido y alcanza funciones terapéuticas.
Para ellos la radiación energética de las gemas penetra profundamente en el cuerpo humano a través de sus estructuras inmateriales y facilitan de modo considerable la curación (paralelamente al tratamiento correspondiente) sobre todo en el caso de enfermedades de origen psicosomático y en las de cierta gravedad, cuando la capacidad de reacción psicológica se encuentra menguada. De esta manera, el uso de ciertas gemas en los casos severos o complicados, les ayuda a conseguir una notable mejoría.
Al margen de su uso como ayuda terapéutica, las gemas se utilizan por sus potenciales energetizantes que activan los cuerpos sutiles y estimulan el sistema nervioso, permitiendo una mejor manifestación de las facultades individuales.
En occidente la gemas representan un fenómeno psicológico y sociológico muy curioso. Este atractivo, apetencia o avidez por las piedras preciosas no ha sido suficientemente explicado. Aldoux Huxley se preguntaba: «¿que fue, lo que indujo a los hombres a invertir cantidades tan colosales de tiempo, zozobras y dinero para descubrir y tallar guijarros de colores? ¿Porqué se pensó alguna vez que las gemas eran preciosas?» En su opinión la preciosidad de las gemas se ha de buscar en las antípodas de la mente, donde existen objetos semejantes a las gemas dotados de luminosidad, refulgentes, radiantes de color y de significados preternaturales. Esta relación entre las gemas y lo inconsciente, lo interno, lo desconocido, se repite en todas las culturas de origen natural u oriental.
Las gemas en el chamanismo
Otra visión de las propiedades de las gemas proviene de un grupo cultural que aún pervive en la actualidad en diversos continentes. Me refiero a los chamanes, más conocidos en nuestra civilización occidental como curanderos o brujos. Conocí uno de estos chamanes durante un viaje al interior de Rusia. Era un hombre rubio y corpulento de cabello largo con coleta atada, de grandes ojos azules, que tenía desarrollada la videncia del aura y que sabía reconocer cuando una gema era natural o artificial a través del aura, que supuestamente desprenden las gemas auténticas. El chamanismo integra elementos médicos religiosos e incluso técnicos y representa los recursos etnológicos de esos pueblos donde la medicina de hospitales y grandes tecnologías no alcanza. Su lugar de origen y donde se conserva más puro es Siberia y Asia Central (ostiakos, tungeses, samoyedos y kamchadales ). Con ciertas modificaciones también, se hallan en América y entre los melaindoasiáticos en Indonesia y Oceanía. Todos ellos hacen uso de las gemas en las prácticas de curación y de ayuda al bienestar de sus limitadas comunidades.
Todas estas gentes carentes de nuestro avanzado conocimiento tecnológico, han debido desarrollar unas capacidades de ayuda y curación naturales que son comunes en todos los continentes y en todos los tiempos. A pesar de la diversificación de razas y lugares tódos ellos llegan a la misma conclusión en lo que a las gemas y su poder de curación y bienestar se refiere.
Aunque hay una infinita variedad de objetos de poder; existe un tipo en particular, que se encuentra regularmente en poder de los chamanes, se trata del cristal de cuarzo. Según Harner, en Norte y Suramérica, Australia, sudeste de Asia y demás lugares, los chamanes atribuyen una importancia singular a las
piedras hexagonales y puntiagudas que suelen ser de colores transparentes y blanquecinas.
Hay que destacar que la riqueza en matices colores y tamaños, así como la localización de cristales de cuarzo, está muy extendida por todos los continentes. El cuarzo alcanza la más variada gama de colores de todas las gemas, desde el transparente cristal de roca, la amatista, el citrino amarillo, el cuarzo rosado y un largo etc., que abarca todos los colores. El uso de esta especie cristalina se conoce desde hace miles de años.
Existe un fenómeno igual al concepto del tercer ojo entre los wiradjeri australianos. Según Harner, los chamanes en fase de entrenamiento llevaban un trozo de cuarzo incrustado en la frente para que pudieran ver directamente a través de las cosas. El cristal de cuarzo es de algún modo «luz solidificada» y se sugiere una relación entre lo sobrenatural y la sobreabundancia de luz, lo cual tiene mucho que ver con la iluminación y la videncia.
Los chamanes que he conocido en Rusia también hacen uso de las gemas, especialmente del ámbar del Báltico y los ónices de las islas interiores y mágicas de Valaam.