Home Random Page


CATEGORIES:

BiologyChemistryConstructionCultureEcologyEconomyElectronicsFinanceGeographyHistoryInformaticsLawMathematicsMechanicsMedicineOtherPedagogyPhilosophyPhysicsPolicyPsychologySociologySportTourism






TRES METROS SOBRE EL CIELO 10 page

‘Por favor Babi, no dejes que coma.’

‘No señora, no se preocupe.’

Babi cuelga. Daniela le pasa cerca lista para adueñarse de nuevo del teléfono.

‘Te fue bien verdad?’

‘Le fue bien a Pallina. Si la atrapa ya es su problema. Yo que entro en todo?’ Babi prueba rápido a llamar al teléfono de Pallina. Nada que hacer: esta apagado. Es cierto. Esta durmiendo en mi casa y aquí no agarra. Que teléfono usar? Pero de que me preocupo? A lo mas se arriesga es ella. No me debo ni preocupar.

Babi se hace una manzanilla. Dos pedazos de limón, una bolsa de azúcar dietética y se echa en el sofá. Las piernas dobladas hacia adentro, los pies metidos bajo un cojin, donde hace mas calor. Daniela naturalmente vuelve a llamar a Andrea. Le cuenta la historia de Pallina, la llamada de la madre, la mentira de Babi y tantas otras cosas que para los dos son divertidísimas. En la televisión de la sala hay muchos cambios de canal. Una transmisión de la civilizacion antigua, una historia de amor más contemporánea, un quiz muy difícil. Babi se queda un momento en el sofá pensando. No. Esta respuesta no la sabe. La voz de Daniela llega desde el corredor, alegre y divertida. Palabras de amor se confunden dulces entre risas frescas. Babi apaga la tele. Pallina debería regresar antes de las siete.

‘Buenas noches Dani.’

Daniela sonríe a la hermana.

‘Buenas noches.’

Babi no intenta siquiera de repetirle a la hermana de no ocupar tanto el teléfono. De que serviría? Se lava los dientes. Coloca en la silla el uniforme para el día siguiente, prepara el morral y se mete en la cama. Reza un poco mirando el suelo. Se encuentra distraída. Apaga la luz. Gira en la cama tratando de dormir un poco. No puede. Y si Pallina iría directo hacia la escuela? Ella es capaz de todo. Quizás amanece y hace que Pollo la lleve a Falconieri cuando su mama la viene a buscar acá. Tonta Pallina! Sale de la cama y se viste veloz. Se mete un suéter y un par de jeans, después va el cuarto de Daniela y agarra los zapatos Superga azules. Pasa frente a la hermana. Todavía en el teléfono.

‘Voy a avisarle a Pallina.’

Daniela la mira emocionada.

‘Vas a la Serra? Quiero ir yo también!’

‘A la Serra? Yo voy a la Olímpica. Donde hacen las carreras.’

‘Eh! Se llama la Serra.’

‘Y porque?’

‘Por todas las flores que esta a los lados de la calle! Por esos que murieron.’

Babi se pasa la mano por la frente.

‘Solo faltaba esto… La Serra!’

Agarra la chaqueta poniéndoselo en el corredor y trata de salir. Daniela la para.

‘Te lo pido, Babi, llevame contigo!’

‘Que pasa, todas están locas ahora? Tú, Pallina y yo que vamos a la Serra. También podríamos hacer una carrera en moto no?’

‘Si te pones una correa fuerte te eligen ellos y te llevan detrás, anda llevate la mía, imaginate que divertido, ser la groupie…’



Babi piensa en que estaría durmiendo ahorita. Todo es inútil. Se sube el cierre de la chaqueta. Le parece estar frente a un conductor de programas con un quiz todo para ella. Que vas a hacer allá? Porque vas a la Serra, entre ramos de flores para esos que murieron? En esa calle donde grupos de desencadenados en moto arriesgan tener el mismo fin? La respuesta le parece fácil. Va a avisarle a Pallina de regresar antes de las siete. Esa Pallina que ama estar en los lugares más absurdos, que no sabe nada de latín. La Pallina que ella ama soplarle las respuestas aun si esto le cuesta una nota. Si, ella va sobretodo por Pallina. O al menos esto es lo que ella misma quiere creer.

‘Daniela, no lo repito mas. Cuelga ese teléfono.’ Después sale corriendo, con un gancho entre los cabellos y el corazón que extrañamente le late fuerte.

 

A los bordes de esa gran calle de amplia curva hay mucha gente. Algunas Jeep Patrol con las puertas abiertas disparan música a todo volumen. Muchachos con cabellos rubios teñidos, con camisetas y gorras americanas, pretenden ser surfistas y en poses de estatuas se pasan, felices, una cerveza. Un poco más allá, cerca de un Maggiolone descubierto, otro grupo, un poco más realista, se aproxima para fumarse una marihuana. Mas adelante, algunos señores en busca de una velada emocionante, están cerca de un Jaguar. Cerca de ellos, otra pareja de amigos miran divertidos esa absurda carrocería. Motos que van sobre una sola rueda, motos que corren veloces rugiendo, frenando y acelerando, chicos que pasan de pie sobre los pedales mirando si hay gente conocida, otros que saludan amigos.

Babi con su Vespa arreglada afronta la dulce subida. Al llegar arriba, se queda sin palabras. Bocinas diversas, agudas y profundas, suenas como enloquecidas. Motores fuertes se responden rugiendo. Luces de faros, colorados de maneras diversas, iluminan la calle como si fueran una enorme discoteca.

En una pequeña parte hay un kiosco móvil que vende bebidas y panes calientes. Esta haciendo muchos negocios. Babi se para ahí frente y mete el seguro a la Vespa. Lo cierra. Una Free sobre una sola rueda le pasa tan cercano que Babi casi pierde el equilibrio. Un chico de quince años máximo deja caer de nuevo la rueda del frente riendo alocadamente. Frena haciendo un gran ruido y vuelve a ir por el sentido inverso. Se alza de nuevo con las piernas fuera de su puesto, ligeramente desequilibrado.

Babi mira distraída todo. Después se pone a caminar, tropieza con un tipo con los cabellos peinados, una chaqueta negra de piel y un zarcillo en el oído derecho. Parece tener un gran susto.

‘Mira por donde vas, no?’

Babi se disculpa. Ahora mucho más se pregunta que esta haciendo en ese lugar. A un cierto punto ve a Gloria, la hija de los Accado. Esta ahí, sentada en el suelo, sobre una chaqueta de jeans. Cerca de ella esta Dario, su novio. Babi se les acerca.

‘Hola Gloria.’

‘Hola, como estas?’

‘Bien.’

‘Conoces a Dario?’

‘Si, ya nos hemos visto.’

Se intercambian una sonrisa tratando de recordar donde y cuando.

‘Escucha, lo siento por lo que paso a tu papa.’

‘Ah si? A mi no me importa de verdad. El esta bien. Así aprende a meterse en sus propios asuntos. Siempre se entromete, siempre quiere salirse con la suya. Finalmente consiguió alguien que lo metiera en su puesto.’

‘Pero es tu padre!’

‘Si pero también es una gran ladilla.’

Dario prendió un cigarrillo.

‘Estoy de acuerdo. Dile a Step gracias de mi parte. Sabes que nunca me deja subir a su casa? Debo siempre esperar abajo para salir con Gloria. No es que me importa no verlo. Es una cuestión de principios, no?’

Babi piensa que principios serán esos. Dario le pasa el cigarrillo a Gloria.

‘Claro, si se la hubiera dado yo la golpiza, hubieran sido muchos problemas.’

Dario se comienza a reír.

Gloria fuma, después mira a Babi sonriendo.

‘Y que, ahora eres algo de Step?’

‘Yo? Estas loca? Me despido, debo conseguir a Pallina.’

Se aleja. Se ha equivocado. Los dos son unos locos. Una hija feliz porque su papa fue golpeado. Su novio molesto porque no lo hizo el. Cosas increíbles. Sobre una pequeña escalera, detrás de una red, esta Pollo. Esta sentado sobre una gruesa moto y habla alegremente con una chica que tiene abrazada entre las piernas. La chica tiene un gorro azul con la visera y escrito NY al frente. Los cabellos negros recogidos le salen del gorro entre la visera y el final. Tiene puesta una chaqueta con los bordes blancos plastificados como típica porrista americana. La correa que se usa para ser groupie, un par de pantalones azul oscuros y los zapatos combinados la hacen ver un poco más italiana. Esa loca desencadenada que ríe y mueve divertida la cabeza y besa cada tanto a Pollo, es Pallina. Babi se les acerca. Pallina la ve.

‘Hola, que sorpresa!’ Va a su encuentro y la abraza. ‘Que feliz estoy, viniste!’

‘Yo para nada. De hecho, quiero irme lo mas rápido posible!’

‘A propósito, que haces acá? No es de cretinos venir a las carreras?’

‘Si, eres una cretina. Llamo tu mama!’

‘No…? Y que le dijiste?’

‘Que dormías.’

‘Y te creyó?’

‘Si.’

Pallina suelta un suspiro. ‘Menos mal!’

‘Si, pero dijo que mañana en la mañana te buscaba rápido, que debes hacer los análisis y saltar la primer ahora.’

Pallina da un salto de alegría.

‘Siiii!’ Su entusiasmo dura poco. ‘Pero mañana tenemos religión a primera hora, no?’

‘Si.’

‘Que mal, no puedo hacer los análisis el viernes que toca italiano?’

‘Bueno, igual te pasara buscando a las siete, así que trata de regresar pronto ok?’

‘Pero quédate!’ Pallina agarra Babi bajo su brazo y la lleva hacia Pollo. ‘A que hora termina esto?’

Pollo sonríe a Babi que lo saluda forzada.

‘Rápido, a lo mas dos horas y termina todo. Después iremos a comer una buena pizza, esta bien?’

Pallina mira entusiasmada a la amiga.

‘Anda, no te hagas la muerta!’ Dice mientras Pollo sonríe y prende un cigarrillo. ‘Sabes que aquí esta Step… será feliz de verte.’

‘Si, pero no lo seré yo! Pallina, yo regreso a casa. Trata de llegar rápido. No quiero tener problemas con tu mama por tu culpa!’

Babi mira una placa en el suelo por el borde de la calle. Esta sobre una madera, y en el centro esta la foto de un muchacho cerca de un circulo mitad negro, mitad blanco. El símbolo de la vida. Esa misma vida que el muchacho no tiene más. Y después una escritura: ‘Era veloz y fuerte, pero con el, el señor no se comporto como un verdadero señor. No le quiso dar la revancha. Los amigos.’

‘Bellos amigos que son! Y también se la dan de poetas! Prefiero estar sola que tener amigos como ustedes que me ayudan a triturarme.’

‘Que rayos vienes a hacer acá si nada te parece bien?’ Dice Pollo botando el cigarro.

Después, su voz. ‘Es posible que no puedes estar de acuerdo con alguno? Tienes un carácter de verdad.’

Es Step. Parado frente a ella con su sonrisa arrogante.

‘Se da el caso que yo estoy de acuerdo con todos. En mi vida nunca existieron discusiones, quizás porque siempre frecuente un cierto tipo de gente. Últimamente mis conocidos han empeorado, quizás por la culpa de alguien…’ Mira directo a Pallina que alza los ojos al cielo suspirando.

‘Lo se, de cualquier forma que lo pongas, siempre es mi culpa.’

‘Ah porque, acaso no vine acá solo para avisarte?’

‘Ah entonces, no viniste por mi?’ Step se para enfrente. ‘Estaba seguro que habías venido para verme correr…’

Se acerca peligrosamente su cara a la de ella. Babi lo esquiva superándolo.

‘Pero si ni sabia que estabas.’ Se ruboriza.

‘Lo sabia, lo sabia. Te pusiste toda roja. Viste, no debes decir mentiras, no eres capaz.’

Babi se queda en silencio. Se molesta con ese maldito rubor y su corazón que, desobediente, le late veloz. Step lentamente se le acerca. Su cara esta de nuevo muy cerca de la de Babi. Le sonríe.

‘No entiendo porque te preocupas tanto. Tienes miedo de decirlo?’

‘Miedo? Miedo yo? De quien? De ti? Tú no me das miedo. Me das risa. Quieres saber algo? Yo esta noche te denuncie.’ Esta vez es ella que se acerca a la cara de Step. ‘Entendiste? Le dije que fuiste tú que golpeaste al señor Accado. Aquel que le diste el cabezazo. Dije tu nombre. Imaginate que tanto miedo te tengo…’

Pollo baja de la moto y se dirige veloz hacia Babi.

‘Idiota…’

Step lo detiene.

‘Calma Pollo, calma.’

‘Como que calma, Step? Ella te arruino! Después de todo lo que paso, otra denuncia y te quitan todo el resto. Vas directamente a prisión, a la cárcel.’

Babi se queda estupefacta. Esto no lo sabía. Step tranquiliza al amigo.

‘No te preocupes Pollo, no sucederá. No terminare en prisión. Quizás iré a lo mas a un tribunal.’ Después, volteado hacia Babi: ‘Aquello que cuenta es lo que se dice en el proceso, cuando tu serás llamada a dar el testimonio en contra de mi. Ese día no dirás mi nombre. Estoy seguro. Dirás que no fue yo. Que no tengo nada que ver.’

Babi lo mira como si fuera un duelo.

‘Ah si? Y estas tan seguro?’

‘Claro.’

‘Piensas que me das miedo?’

‘Absolutamente no. Ese día, cuando iremos al tribunal, estarás tan loca por mi que harías cualquier cosa por salvarme.’

Babi se queda un momento en silencio, después explota en una risa.

‘El loco serás tu que te convences de eso. Yo ese día diré tu nombre. Te lo juro.’

Step le sonríe seguro.

‘No jures.’

Un pitazo largo y seguro. Todos se voltean. Es Siga. En el centro de la calle esta un hombre bajo como de treinta y cinco años. Tiene una chaqueta de piel negra. Es respetado por todos. Alza los brazos. Es la señal. La primera carrera, la de las groupies. Step se voltea hacia ella.

‘Quieres venir detrás mío?’

‘Viste, es cierto. Estas loco.’

‘No, la verdad es otra. Tienes miedo.’

‘No tengo miedo!’

‘Entonces haz que Pallina te preste su correa, no?’

‘No apoyo las carreras de idiotas.’

Una moto azul oscuro se para enfrente. Es Maddalena. Saluda a Pallina con una sonrisa, después ve a Babi. Las dos chicas se miran fríamente. Maddalena se sube la chaqueta.

‘Me llevas Step?’ Muestra la correa apropiada.

‘Claro pequeña. Ponle seguro a tu moto.’

Maddalena le lanza una mirada de satisfacción a Babi, después le pasa al lado para ponerle el candado a su moto. Step se acerca a Babi.

‘Que malo, te hubieras divertido. A veces el miedo es una cosa fea. No te deja vivir los momentos más bellos. Es una especie de maldición si no sabes vencerla.’

‘Ya te lo dije, no tengo miedo. Anda a correr si te divierte tanto.’

‘Vas a apoyarme?’

‘Me voy a casa.’

‘No puedes, después de que pita nadie puede moverse.’

Pallina se le acerca.

‘Si, es así. Anda Babi. Quédate aquí conmigo. Así vemos esta carrera y nos vamos juntas después.’

Babi asiente. Step se le acerca y con un movimiento ágil le quita la bandana que tiene en la cintura. Babi no tiene tiempo de pararlo.

‘Devuelvela!’

Trata de agarrarla. Step la tiene en alto con la mano. Babi trata de golpearlo en plena cara, pero Step es más veloz. Le para la mano en el aire y la aprieta fuerte. Los ojos azules de Babi se ponen claros. La esta lastimando. Orgullosa como es, no dice nada. Step se da cuenta. Deja de apretarla.

‘No lo hagas nunca mas.’

Después la suelta y se monta en la moto.

En ese momento llega Maddalena y se monta detrás de el. Se pone al contrario como dice el reglamento y se ata a el con la correa. La moto sale justo a tiempo cuando ella logra cerrar la correa en el último hueco. Maddalena lleva las manos hacia atrás y se las lleva a los lados. Después alza la cara. Babi esta ahí viéndola. Las dos chicas intercambian una última mirada.

Después Step alza la moto, Maddalena cierra los ojos aguantándose de el. La cinta los aguanta. Step cae en dos ruedas y acelera para ponerse en el centro de la calle, listo para la carrera. Alza el brazo derecho. En su muñeca, resplandeciente y alegre, esta la bandana de Babi.

De repente, tres motos aparecidas de la nada, van al centro de la calle. Todos tienen detrás a una chica sentada al contrario. Las groupies miran alrededor. Una locura de chicas y chicos están frente a ellos. Las miran divertidos. Algunas las conocen y gritan sus nombres. Otros le saludan con la mano buscando tener su atención. Pero las groupies no le responden. Todas tienen las manos detrás y se aprietan al conductor por el miedo de soltarse en la salida. Siga reúne las apuestas. Los señores del Jaguar apuestan más que todos. Uno de ellos apuesta a Step. Otro de ellos apuesta al de al lado con la moto de colores. Siga recoge el dinero y se lo mete en el bolsillo de enfrente de la chaqueta, con cierre. Después alza el brazo derecho y se mete el pito en la boca. Hay un momento de silencio. Las chicos en las motos están todos mirando al frente, listos para salir. Las groupies están sentadas detrás, de espaldas. Tienen los ojos cerrados. Todas menos una. Maddalena quiere saborear el momento. Adora las carreras. Las motos corriendo. Tres pies izquierdos empujan el pedal hacia abajo. Con un único rumor suenan al mismo tiempo. Están listas. Siga baja el brazo y pita. Las motos salen de frente, casi inmediatamente sobre una sola rueda, veloces y rugiendo. Las groupies se sujetan fuertes a sus hombres. Volteadas con la cara hacia el suelo, ven la calle correr bajo de ellas, dura y terrible. Con la respiración aguantada, el corazón a dos mil, el estomago en la garganta. Corren detrás a cien, ciento veinte, ciento cuarenta. El primero a la derecha rompe. Baja la rueda de enfrente, tocando tierra con un golpe fuerte, empujando los amortiguadores. La moto tiembla, pero no pasa nada. Aquel que esta cerca acelera más. La moto sube de nuevo, la chica, sintendose casi vertical, grita. El chico, asustado, quizás también porque es su novia, suelta el acelerador frenando. La moto baja delicadamente. Una bestia de Kawasaki como de trescientos kilos baja con dulzura como si le hubiesen ordenado, baja el frente, tocando el suelo, como un pequeño avión sin alas.

Step sigue en la competencia, jugando con el freno y el acelerador. Su moto, proyectada siempre a la misma altura, parece inmóvil, sostenida por un hilo transparente en la penumbra de la noche. Vuela así, aguantado de las estrellas. Maddalena mira la calle correr, las rayas blancas casi invisibles se mezclan una con la otra y aquel gris asfalto parece un mar que suave, liso, sin ondas, navega silencioso bajo ella. Step llega de primero entre los gritos de alegría de los amigos presente y la felicidad del señor que apostó por el, no tanto por el dinero ganado, sino por haberle ganado a su amigo que lo llevo a ese lugar.

Dario, Schello y cualquier otro amigo se precipitan a darle cumplidos. Una mano hermana no bien diferenciada en medio del grupo le ofrece una cerveza aun fría. Step la agarra al vuelo, le da un trago largo, después se la masa a Maddalena.

‘Fuiste muy buena, nunca te moviste. Eres la groupie perfecta.’

Maddalena bebe un poco, después baja de la moto y le sonríe.

‘Hay momentos en que hay que quedarse quietos y otros en que hay que saber moverse. Estoy aprendiendo no?’

Step le sonríe. Es increíble .

‘Si, estas aprendiendo.’

La mira alejarse. También tiene un cuerpo hermoso. Llega Pollo que se monta detrás en su moto.

‘Anda, vamos donde Siga. Vamos a ver cuanto ganaste!’

‘No mucho, me daban de favorito!’

‘Coño, ya no eres una buena jugada. Debes perder alguna carrera, así dejas de ser favorito. Quizás también haces una bella caída y después jugamos todo en la última donde ganas. Clásico no? Como las películas americanas.’

‘Si, pero la caída la hago con tu moto!’

‘Entonces no! Apenas la arregle.’

‘Step! Step!’ El se voltea. Es Pallina desde encima del muro cerca de la red llamándolo. ‘Increible! Eres el mejor.’

Step le sonríe. Después ve a Babi que esta al lado. Alza el brazo derecho mostrando la bandana azul.

‘Fue solo suerte!’ Grita Babi desde lejos.

Step mete la primera, y con Pollo detrás hace espacio entre la gente y se aleja para retirar el merecido premio.

Frente a Babi y Pallina se para Maddalena. Tiene una chica rubia, un poco rellena detrás de la moto. Su amiga tiene los pies sobre los pedales y esta levantada, pero la rueda posterior esta igual casi pegando del suelo. Maddalena mastica una menta Vigorsol con la boca abierta.

‘No fue solo suerte. Es sobretodo coraje, valor. Se puede saber que hacen dos tontas como ustedes en un lugar como este?’

La tipa rellena de atrás sonríe.

‘Y sobretodo como salen sin uniforme? No son dos de esas idiotas de la Falconieri? Dicen que son todas unas refinaditas!’

Pallina se ajusta la gorra.

‘Escucha cretina! Pero que tienes contra nosotras? Si hay algo que te molesta dilo y ya. No le des tantos rodeos.’

Maddalena apaga la moto.

‘Pasa que tienes la correa para correr y no te lo puedes permitir.’

‘Y quien lo dice?’

‘Entonces porque no corriste?’

‘No compitió mi novio. Yo solo corro con Pollo. Por que, si no lo sabias…’ Pallina se voltea a la chica detrás de Maddalena. ‘…pero yo, estoy con Pollo.’

La chica hace una mueca. Se esta sonrojando. Pallina lo dijo a propósito. Sabe que esta interesada en el.

Maddalena señala a Babi.

‘Y ella? Ella que hace acá? No lleva siquiera la correa. Que, no sabes que este lugar esta reservado a las groupies? O corres o te vas.’

Babi se voltea hacia Pallina suspirando.

‘Solo faltaba la estupida de turno.’

Maddalena se da cuenta.

‘Que has dicho?’

Babi le sonríe.

‘Dije que estoy esperando mi turno.’

Maddalena se queda quieta. Quizás de verdad no lo escucho. Babi abre la chaqueta de Pallina.

‘Rápido, dame esta correa.’

‘Que? Estas bromeando?’

‘No, anda, dámela. Si es tan emocionante ser groupie entonces quiero probar.’ La abre. Pallina la para.

‘Mira que si te la pones y te eligen, debes correr. Una vez vino aquí una chica que se puso la correa por casualidad, porque le gustaba. Bueno, la hicieron montarse en la moto y debió correr a la fuerza.’

Babi la mira curiosa.

‘Bueno? Como termino todo?’

‘Bien, no le paso nada, no se cayo. Pero tú la conoces. Es Giovanna Bardini, la de la segunda sección E.’

‘Pero quien, esa nerd? Entonces lo pueden hacer todos!’

Pallina le pasa la correa.

‘Si, pero no se si no lo notaste… Giovanna de ahí en adelante nunca mas volvió a usar una correa de ese tipo.’

Babi la mira. Pallina hace una mueca graciosa. Después comienzan las dos a reír. En realidad, tratan solo de dramatizar el momento. Maddalena y la amiga las miran fastidiadas.

Babi se mete la correa y dice con sarcasmo.

‘Wow, que increíble! Ahora también soy una groupie.’

Un tipo atemorizante pasa con la moto enfrente. Tiene la parte baja de los cabellos completamente rapadas y un cuello grueso le sale de una chaqueta verde militar con detalles naranjas.

‘Dale groupie, tu allá arriba. Montate detrás.’

Babi se señala incrédula.

‘Quien, yo?’

‘Quien mas? Anda, muevete que pronto comienza.’

‘Hola Madda.’ El tipo, aparte de su aspecto terrible, tiene también otro punto en su contra. Es un amigo de Maddalena.

Babi se acerca a Pallina.

‘Bueno, adiós, yo voy. Después te cuento como es.’

‘Si, claro.’

Pallina esta frente a ella, preocupada.

‘Mira Babi… lo siento.’

‘Pero no, que dices. Pienso que es bien ser la groupie y quiero probar. Tu no entras en nada.’

Pallina la abraza y le dije al oído: ‘Eres la mejor.’

Babi le sonríe, después se dirige hacia el tipo con la moto. Por un momento se acuerda de esa frase. La escucho justo esa mañana y le provoco una bella nota. Da mala suerte? Maldición a Pallina, a las groupies y a cuando se mete en la cabeza de ser la mejor.

El tipo acelera sin problema de gastar la gasolina. Babi tiene algún problema para montarse en la moto de espalda. El tipo la ayuda. Babi se ajusta la cinta. El tipo la agarra, se la pone al nivel del corazón y se la regresa a la mano. Babi llega con suerte a ajustarlo en el último hueco. Es más o menos gordo. Y como si no bastara, Maddalena le da una palmada con fuerza a la chaqueta del tipo.

‘Dale, acelera todo. Estoy segura que ganas!’ Después sonríe a Babi: ‘Veras como te diviertes aquí detrás. Danilo corre de maravilla.’

Babi no da tiempo de responderle. El tipo acelera y va adelante. Danilo! Eso es lo que significa la D que esta en su moto. D. Como Danilo. O peor, como destino. La moto frena. Babi por el frenazo termina golpeándose contra la espalda de Danilo.

‘Calma, niña.’

La voz calida y profunda del tipo que debería, según el, tranquilizarla tiene el efecto contrario. Dios mío, piensa Babi.

‘Calma, niña.’ Debe ser una pesadilla despierta. Esta correa que me aprieta por el corazón. Yo este tipo de correas nunca me las puse, ni siquiera cuando estaban de moda. Debe ser un castigo. Un tipo con una venda en el ojo y una moto amarilla esta a su izquierda. Hook. Lo ha visto alguna vez en Plaza Euclide. Detrás de el hay una chica con los cabellos rizados y un rubor muy pesado. Esta feliz de ser la groupie. La chica la saluda. Babi no responde. Tiene la garganta seca. Se voltea a la otra parte. Un bello chico alto, con los cabellos largos y un pequeño arete en la oreja, se para a su derecha. Tiene la cubierta de la moto pintado con aerógrafo. Tiene un horizonte con un grueso sol en el centro, con ondas sobre una playa. Un tipo que surfea. Seguramente el surf es menos peligroso que ser la groupie. Abajo tiene una escritura: ‘El baila…’ Babi se inclina hacia delante pero no puede leer más. El resto de la escritura esta cubierta por los pantalones del tipo. El chico saca afuera del bolsillo un pedazo de papel. Se alza sobre sus piernas acercándose al espejo. Lo gira hacia lo alto mirando hacia arriba. La luna aparece reflejada adentro. Babi mira la cubierta. Ahora si puede leer todo: ‘El Bailarín’. Claro, ha escuchado de el. Dicen que se droga. El Bailarín abre la bolsita de papel sobre el espejito. La redonda blancura de la luna se cubrió del blanco de un polvo menos inocente. El bailarín se inclina hacia delante. Si apoya sobre un billete de diez euros enrollado y aspira. La luna regresa de repente a reflejarse. El bailarín pasa el dedo sobre el espejo, recoge los últimos pedazos de esa felicidad artificial y se la pasa por los dientes. Sonríe sin algún motivo real. Químicamente feliz. Se enciende un cigarrillo. La chica detrás de el tiene los cabellos recogidos por un pañuelo y parece no haberse dado cuenta de nada. Sin embargo, se deja ofrecer el cigarrillo. No es valido. No se puede correr drogados. No es deportivo. Si después le hacen el antidoping lo descubren. Pero que estoy diciendo? Esto no es una carrera de caballos! No hay nada legal. Si puedes drogarte. Se va a ciento cincuenta por hora sobre una sola rueda con una pobrecita detrás.

Yo soy esa pobrecita.

Le provoca llorar. Maldición Pallina! Step apenas se mete sus ciento cincuenta euros en el bolsillo cuando Pollo le da un codazo.

‘Hey, mira quien esta ahí.’ Pollo indica las motos que van a salir. ‘Esa que esta detrás de la moto de Danilo no es la amiga de Pallina?’

Step se acerca acelerando. No es posible. Es Babi.

‘Es cierto.’ Agita el brazo con la bandana y grita su nombre.

‘Babi!’ Siente que la llama. Es Step. Lo reconoce, allá en el fondo justo frente a ella. La esta saludando. ‘Tiene mi bandana.’ Susurra casi a si misma. ‘Te lo pido Step, hazme bajar, ayúdame. Step, Step!’ Después suelta la mano para decirle que se acerque. En ese momento, Siga pita. El publico grita. Las motos salen al frente acelerando. Babi se vuelve a agarrar rápido a Danilo, aterrorizada. Todas las tres motos suben en una rueda. Babi se consigue a si misma con la cabeza hacia abajo. Le parece estar casi por tierra. Ve el asfalto correr veloz bajo ella. Trata de gritar mientras la moto ruge y el viento le desordena los cabellos. No le sale nada. La correa le aprieta fuerte la barriga. Le provoca vomitar. Cierra los ojos. Es aun peor. Siente que se desmayara. La moto continua a correr sobre una sola rueda. La rueda enfrente baja un poco. Danilo acelera más. La moto se alza de nuevo, Babi se encuentra más cercana al asfalto. Cree que se caerá. Un toque al freno y la moto regresa ligeramente abajo. Va mejor. Babi mira alrededor. La gente ahora es solo un grupo lejano, coloreado, ligeramente borroso. Todo alrededor, silencio. Solo el viento y el sonido de las otras motos. El bailarín esta ahí a su derecha detrás de ellos. Sus cabellos largos están tensos en el viento y la rueda delantera casi inmóvil en el aire. Hook esta ligeramente mas lejos.


Date: 2016-01-05; view: 433


<== previous page | next page ==>
TRES METROS SOBRE EL CIELO 9 page | TRES METROS SOBRE EL CIELO 11 page
doclecture.net - lectures - 2014-2024 year. Copyright infringement or personal data (0.02 sec.)