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TRES METROS SOBRE EL CIELO 11 page

Danilo esta ganando. Ella esta ganando. Maddalena tiene razón. ‘Corre de maravilla.’ Babi esta exaltada. Siente un sonido a su derecha. Se voltea. El bailarín acelero mas subiendo. La moto se alza mucho. Un golpe seco al freno. La rueda del frente cae muy veloz. La moto trata de alzarse de nuevo, El bailarín la trata de aguantar. El manubrio se le fuga de las manos. La moto va a la izquierda, yendo de lado, y de nuevo a la derecha. El bailarín y la chica detrás, atados juntos, vienen desarmados de ese caballo con motor, hecho de pistones y cilindros enloquecidos. Terminan en el suelo todavía atados. Después su cinta se rompe, deslizan así, aun cercanos, por poco, girando y dando vueltas de un lado a otro de la calle. La moto, ahora libre, continua veloz su carrera. Después cae lateralmente, desliza sobre el asfalto, chilla y da muchas mas vueltas. Al final da una especie de giro, vuela cerca de Babi, alta en la penumbra de la noche. Salta hacia el cielo, llega al menos a cinco metros, con el faro todavía prendido ilumina todo alrededor, hace un arco luminoso. Después, con un último giro, cae golpeando y destrozándose, dejando atrás miles pedazos de acero y de la cubierta pintada. Sutiles llamas de fuego cada vez más débiles la acompañan hasta el final de su carrera. Hook y Danilo se detienen. El grupo lejano se queda en silencio por un momento, después todos salen. En manada de Vespas, SH 50, Peugeot robadas, motos de pequeños o grandes cilindros, Yamaha, Suzuki, Kawasaki, Honda.

Un ejército de motociclistas avanza rápido. Todos corren al lugar del incidente. El bailarín se alzo. Se aguanta sobre una sola pierna. La otra sale fuera del jeans roto, herida y fracturada, perdiendo sangre por la rodilla. Un visible abultamiento debajo de la chaqueta arriba muestra que el hombro se le salio, mientras que por el frente la sangre oscura le desciende por el cuello. El Bailarina mira su moto destruida. Se dobla y acaricia la cubierta. Una parte de la playa se rompió. El surfista desapareció, transportado por la onda mucho mas dura del asfalto destructor.

La chica esta tirada en el suelo. El brazo derecho se sacude descompuesto lateralmente. Esta roto. Llora por el susto, sollozando fuerte. Babi se libera de la correa. Baja de la moto. Los primeros pasos son inseguros. No logra dominar sus piernas por la emoción. Entra en el grupo. No conoce a ninguno. Siente los lamentos de la chica tirada por tierra. Busca a Pallina. En un momento escucha otro pitazo. Más largo. Que es? Comienza otra competencia terrible? No entiende. Todos comienzan a correr en todas las direcciones. La gente la tropieza. Las motos le pasan por al lado. Escucha las sirenas. No muy lejos aparecen los carros. Sobre sus techos de colores azules brillantes. La policía. Solo faltaba esta. Debe alcanzar su vespa. Alrededor están muchachos que escapan. Alguno grita, otros se tropiezan peligrosamente. Una chica con la moto cae a pocos metros de ella. Babi se pone a correr. Otros carros de la municipal se paran alrededor. Ahí esta. Ve su vespa parada frente a ella, a pocos metros de distancia. Esta a salvo. De repente, algo la para. Alguien la agarra por los cabellos. Es un oficial. La empuja con fuerza haciéndola caer al suelo, halándola con violencia desde atrás por los cabellos. Babi grita del dolor, tirada en el asfalto, mientras algunos mechones se despegan. En un momento, el policía la suelta. Un golpe en plena barriga ha hecho que se doblara en dos abandonando la presa. Es Step. El policía trata de responder. Step le da un empujón violento que lo hace terminar en el suelo. Después ayuda a Babi a alzarse, la hace subir en su moto detrás de el y sale acelerando. El policía se recupera, se monta en un carro cerca con un colega al volante y parten a su persecución. Step pasa fácilmente entre la gente y las motos paradas de la municipal. Algunos fotógrafos avisados de esa redada llegaron al lugar y toman fotos. Step se levanta sobre una rueda y acelera. Supera otro policía que con la señal roja le hace señas de pararse. Alrededor, flash enloquecidos. Step apaga las luces y se baja hacia el manubrio. El carro de la municipal con el oficial golpeado supera lateralmente el grupo y, con la sirena chillando, esta rápido detrás.



‘Cubre la placa con el pie.’

‘Que?’

‘Cubre el ultimo numero de la placa con el pie.’

Babi tira hacia atrás la pierna derecha tratando de cubrir la placa. Se desliza dos veces.

‘No lo logro.’

‘Dejalo así. Es posible que no sabes hacer nada?’

‘Se da el caso que nunca he tenido que escapar en una moto. Seguramente hubiera querido evitarlo hoy también.’

‘Preferias que te hubiera dejado en manos de ese policía que quería tu cráneo?’

Step acelera y gira a la derecha. La rueda detrás se desliza ligeramente marcándose en el asfalto. Babi se aprieta a el y grita:

‘Frena!’

‘Estas bromeando? Si ellos me atrapan me quitan la moto.’

El carro de la municipal se pone detrás de ellos persiguiéndolos en la calle. Step vuela rápido por la bajada. Ciento treinta, ciento cincuenta, ciento ochenta… se siente la sirena sonar lejos. Se están acercando. Babi piensa lo que le dijo su madre:

‘No te atrevas a montarte atrás de ese muchacho. Mira como maneja… es peligroso.’ Tiene razón. Las madres siempre tienen razón. Sobretodo la suya.

‘Frena. No quiero morir. Ya me lo imagino mañana lo que leeré en los periódicos. Joven chica muere en una persecución con la municipal. Frena, te lo pido.’

‘Pero si mueres como vas a leer los periódicos?’

‘Step pararte! Tengo miedo! Ellos quizás disparen.’

Step acelera de nuevo y se voltea repentinamente a izquierda. Se meten en una calle que tiene un campo semidesierto. Hay algunas villas con un muro alto y una cerca. Tienen algún segundo. Step frena.

‘Apurate, baja. Esperame aquí y no te muevas. Te paso a buscar apenas no los tenga detrás…’

Babi baja volando de la moto. Step sale de nuevo a toda velocidad. Babi se pega al muro cercano de la entrada de la villa, escondiéndose. Justo a tiempo. El carro de la municipal pasa justo en ese momento. Pasa rápido frente a la villa y prosigue a perseguir la moto. Babi se tapa las orejas y cierra los ojos para no escuchar el sonido chillón de la sirena. La maquina desaparece lejos, detrás de aquel pequeño farolito rojo. Es la moto de Step que con las luces apagadas, ahora solo, corre veloz en la oscuridad de la noche.

 

Pollo se para con la moto frente a la residencia de Babi. Pallina baja y va a donde el portero. ‘Hola, ha regresado Babi?’

Fiore, medio somnoliento, duda un poco a reconocerla.

‘Ah, hola Pallina. No, la vi salir en la Vespa, pero todavía no ha regresado.’

Pallina regresa donde Pollo: ‘Para nada.’

‘No te preocupes, si esta con Step esta bien. Veras que dentro de un poco estará acá. Quieres que te acompañe?’

‘No, voy arriba. Quizás esta en problemas y llama a la casa. Mejor que este alguno que pueda responderla.’ Pollo prende la moto.

‘El primero que sepa algo, llama.’

Pallina lo besa, después se va. Pasa debajo de la barra y se aleja hacia la subida del complejo. Cuando esta a mitad del camino se voltea. Pollo la saluda. Pallina le manda un beso con la mano, después desaparece por la izquierda y sube las escaleras. Pollo mete primera y se aleja. Pallina alza la alfombra. Las llaves están allí, como acordaron. Tarda un poco encontrando la correcta para la puerta. Sube al primer piso y abre lentamente la puerta. Del corredor llega una voz. La reconoce. Es Daniela. Esta hablando por teléfono.

‘Dani, donde están tus papas?’

‘Pallina, que haces aquí?’

‘Responde, donde están?’

‘Salieron.’

‘Bien! Cuelga, rápido. Debes dejar libre el teléfono.’

‘Pero estoy hablando con Andrea. Y Babi donde esta? Fue a buscarte.’

‘Por eso debes trancar. Quizás Babi llama. La ultima vez que la vi estaba en la moto con Step perseguida por la municipal.’

‘No?!’

‘Si!’

‘Que asombrosa es mi hermana.’

 

El polvo lentamente desapareció. Nubes densas y grises vuelan en lo alto, en el cielo sin luna. Todo alrededor es silencioso. Ni una luz. Solo un pequeño faro lejano pegado al alto muro de una casa. Babi se pega al muro. La golpea el olor fuerte de fertilizante esparcido en el campo. Una brisa ligerea mueve las hojas de los árboles. Se siente sola y perdida. Esta vez es cierto. Tiene miedo. A la derecha, lejos, siente un galopar de caballos. Sementales perdidos en un campo oscuro. Se dirige hacia el pequeño faro. Camina lenta, a lo largo del muro, con la mano apoyada al mismo, atenta a donde mete los pies, entre pedazos de hierba alta y salvaje. Habrá culebras? Un viejo recuerdo del libro de ciencia la tranquiliza. Las culebras no salen de noche. Pero las ratas si. Alrededor debe estar lleno. Las ratas muerden. Leyendas urbanaza. Recuerda algún amigo de un amigo, que lo mordió una rata. Murió en poco tiempo de Lepto algo. Terrible. Maldición a Pallina. De repente un sonido a su izquierda. Babi se para. Silencio. Después una rama rota. De golpe algo se mueve veloz hacia ella, corriendo, asomándose entre las ramas. Babi esta aterrorizada. La mancha oscura frente a ella deja ver un un gran perro de cabello oscuro. Babi mira el can que avanza veloz ladrando en la noche. Babi se voltea y comienza a correr. Casi resbala con unas piedras. Regresa a correr, arranca en la oscuridad, corriendo al frente, sin ver donde va. El perro esta detrás. Avanza amenazante, gana terreno. Ladra feroz. Babi alcanza la cerca. Hay una fisura en lo alto. Mete la mano, después la otra, al final consigue un apoyo para los pies. Derecha, izquierda y arriba, logra subir. Salta en la oscuridad, evitando por un segundo esos dientes blancos y afilados. El perro termina contra la cerca. Rebota con un golpe sordo. Comienza a correr hacia el frente y atrás ladrando, tratando inútilmente el modo de alcanzar su pesa. Babi se alza. Se golpeo las manos y rodillas cayendo hacia delante en la oscuridad. Se metió en algo calido y suave. Es fango. Se le mete lentamente por toda la chaqueta y los jeans. Sobre las manos adoloridas. Trata de moverse. Las piernas están hundidas hasta la rodilla. El perro corre lejos a lo largo de la cerca. Babi espero que no haya una entrada. Lo puede oír ladrando, ahora mas feroz porque no logra alcanzarla. Bueno, mejor este fango que sus mordidas. Después, de repente, un olor acre, ligeramente dulce, le pega de golpe. Acerca la mano sucia a su cara. La huele. El campo por un momento parece envolverla y hacerla suya. Oh no! Estiércol! El cambio no es tan conveniente.

 

Pallina sale a la puerta, la acompaña lento para no dejar que cierre. Después toma las llaves del bolsillo, se inclina, alza el tapete y las pone en el lugar establecido. Babi todavía no ha llamado. Pero al menos así no debe tocar para entrar. En ese momento siente el sonido de un carro. De la curva del patio sale una Mercedes 200. Los padres de Babi. Pallina deja caer el tapete y se mete en la puerta. Deja que cierre de golpe a su espalda. Corre rápido hacia el corredor.

‘Dani rápido, llegaron tus papas.’

Daniela esta frente al refrigerador, presa del hambre usual de las dos de la madrugada. Pero esta vez deberá ayunar. Dieta forzada. Lanza la puerta del frigorífico. Corre a su cuarto y se encierra dentro. Pallina entra en el cuarto de Babi y se mete en la cama toda vestida. El corazón le late fuerte. Se pone a escuchar. Siente el sonido del portón del garaje que cierra. Es cosa de minutos. Después en la oscuridad del cuarto ve el uniforme en la silla. Babi lo preparo antes de salir, en caso de no regresar temprano. Como es precisa, pobre Babi. Esta vez esta en problemas. Si Pallina supiera donde termino Babi, no perdería la oportunidad de echarle broma. Esta vez esta de verdad metida en la mierda, aun si es de caballo.

Pallina se sube las sabanas hasta el mentón y se voltea hacia el muro, mientras una llave gira ruidosa el cerrojo de la puerta de la casa.

 

Step va por la avenida del río Tevere, supera dos o tres carros, después mete la tercera y acelera. La municipal la tiene siempre detrás. Si alcanza la plaza Trilussa, lo lograra. Del espejo ve el carro que se acerca peligroso. Dos carros frente a el. Step acelera. Tercera. La moto chilla al avanzar. Pasa rápido entre las puertas. Una de los dos automóviles frena asustado. El otro continúa su camino en medio de la calle. El conductor, ebrio, no se dio cuenta de nada. La municipal para siempre a la derecha. Las ruedas suben sonando sobre el borde de la acera. Step ve la plaza Trilussa frente a el. Acelera de nuevo. Corta la calle por la derecha y se dirige a la izquierda. El conductor ebrio frena de golpe. Step se mete en una pequeña calle frente a la fuente que une otras calles. Pasa en medio de bajas columnas de mármol. La policía municipal frena bloqueada frente a las columnas. No puede pasar. Step acelera. Lo logro. Los dos policías bajan del carro. Les da solo tiempo de ver una pareja de enamorados y un grupo de chicos que suben veloces sobre la pequeña acera dándole paso a ese loco con la moto de faros apagados. Step continúa a correr veloz por un rato. Después mira en el espejo. Detrás de el esta todo tranquilo. Solo algún carro lejano. El trafico de la noche. Ya no lo sigue nadie. Prende las luces. Falta solo que lo pararan por eso.

 

Claudio abre el frigorífero y se sirve un vaso de agua. Raffaella va hacia los cuartos de dormir. Antes de ir a dormir siempre les da el beso de las buenas noches a sus hijas, un poco por hábito, pero también para estar segura que han regresado. Esa noche no debían siquiera salir. Pero uno nunca sabe. Es mejor revisar. Entra en el cuarto de Daniela. Camina sin hacer ruido, atenta a no tropezar con el tapete. Pone una mano sobre la cama. La otra la apoya en la pared. Después se dobla al frente, lentamente, y con los labios le toca el cachete. Duerme. Raffaella se aleja en la punta de sus pies. Cierra lento la puerta. Daniela se voltea lentamente. Se alza apoyándose en un codo. Ahora viene lo bueno.

Raffaella baja silenciosa la manilla y abre la puerta de Babi. Pallina esta en la cama. Ve el reflejo de luz del corredor que lentamente se plasma alargándose sobre las paredes. El corazón le comienza a latir veloz. Y ahora, si me descubren que les cuento? Pallina se mantiene inmóvil de espaldas, tratando de no respirar. Siente el sonido de un collar: debe ser la mama de Babi. Pallina reconoce su perfume. Es ella. Mantiene la respiración, después siente el beso de ella tocándole la cara. Es el beso suave y afectuoso de una madre. Es cierto. Las mamas son todas iguales. Preocupadas y buenas. Pero también para ellas las hijas son idénticas? Espera que si. Raffaella arregla el cubrecama, la tapa delicadamente con el borde de la sabana. Repentinamente se detiene. Pallina se queda inmóvil, en espera. Descubrió algo? La reconoció? Siente un ligero sonido. Raffaella estaba inclinada. Puede sentir la respiración calida cerca, demasiado cerca. Después nota los pasos ligeros que se alejan. La débil luz del corredor desaparece. Silencio. Pallina se gira lentamente. La puerta esta cerrada. Finalmente respira. Ya paso.

Se inclina hacia el frente. Porque la mama de Babi se inclino? Que estaba haciendo? En la oscuridad del cuarto sus ojos acostumbrados a la penumbra consiguen rápido la respuesta. A los pies de la cama, perfectamente unidas, están las pantuflas de Babi. Raffaella las arreglo en su puesto, ordenadamente. Listas para acoger a los pies de su hija en la mañana, cuando aun están calientes de sueño. Pallina se pregunta si su mama haría lo mismo. No. Ni lo pensaría. Alguna noche se quedo despierta esperando su beso. Una inútil espera. Su madre y su padre regresaron tardes. Los escucho charlar, pasar frente a su puerta y seguir de largo. Después el sonido. La puerta del cuarto de ellos cerrándose. Y con esa, sus esperanzas desvanecían. Bueno, son madres diferentes. Siente escalofríos extraños por todo el cuerpo. No, no quisiera a Raffaella como mama de todas formas. Después de todo no le gusta su perfume. Es muy dulce.

 

Step desemboca en la calle. Llegando frente al portón donde la dejo, frena alzando una nube de polvo. Mira alrededor. Babi no esta allí. Suena la bocina. Ninguna respuesta. Apaga la moto. Trata de llamarla. ‘Babi.’

Nada. Desapareció. Va a encender la moto, cuando siente un movimiento a la derecha. Viene de detrás de la cerca.

‘Estoy aquí.’

Step mira entre las tablas de madera oscura. ‘Donde?’

‘Aquí!’ Una mano sale en un espacio libre entre una tabla y otra.

‘Pero que haces ahí atrás?’

Step mira sus grandes ojos azules. Brillan solitarios sobre su mano, en el espacio. Están iluminados por la débil luz de la luna y parecen asustados.

‘Babi, sal de ahí.’

‘No puedo, tengo miedo!’

‘Miedo? De que?’

‘Hay un perro enorme ahí atrás, y no tiene cadena.’

‘Pero donde? Aquí no hay ningún perro.’

‘Estaba antes.’

‘Bueno, ahora ya no esta.’

‘Igual no puedo salir.’

‘Y porque?’

‘Me da pena.’

‘Pero que te da pena?’

‘De nada, no quiero decirte.’

‘Te la das de cretina ahora? Bueno, ya me moleste. Ahora enciendo la moto y me voy.’

Step prende la moto. Babi bate las manos entre las tablas.

‘No, espera!’

Step apaga de nuevo la moto.

‘Entonces?’

‘Ya salgo, pero prométeme que no te reirás.’

Step mira hacia esos ojos azules, después se pone la mano derecha en el corazón.

‘Lo prometo.’

‘Lo prometiste, no?’

‘Si, ya te lo dije…’

‘Seguro?’

‘Seguro.’

Babi mete las manos entre las fisuras, preocupada que ninguna astilla la lastime. Un ‘Ay’ ahogado. Step sonríe. No fue tan cuidadosa después de todo. Babi esta en la cima de la reja, se desliza y comienza a bajar. Al final da un salto. Step gira el manubrio de la moto hacia ella iluminándola con el faro.

‘Pero que hiciste?’

‘Para escapar del perro tuve que saltar la cerca y me caí.’

‘Te ensuciaste toda de fango?’

‘Quizás… es estiércol.’

Step arranca a reír.

‘Dios mío, estiércol… no, no es posible. No puedo.’

No logra parar la risa.

‘Me dijiste que no te reirías. Lo prometiste.’

‘Si, pero esto es demasiado. Estiércol! No puedo creerlo. Tú en el estiércol. Es muy bello. Es el máximo!’

‘Yo sabia que no me podía confiar. Tus promesas no valen nada.’

Babi se acerca a la moto. Step deja de reír.

‘Para! Quieta. Que haces?’

‘Como que hago? Subo.’

‘Pero que, estas loca? Quieres subir en mi moto así?’

‘Claro, sino que hago, me desnudo?’

‘Ah, no se. Pero sobre mi moto así de sucia no subes. Menos con estiércol!’ Step comienza a reír de nuevo. ‘Es que no puedo…’

Babi lo mira exhausta.

‘Pero que, estas bromeando?’

‘Absolutamente no. Si quieres te doy mi chaqueta y así te cubres. Pero quitate esa ropa de encima. Si no, juro que detrás de mi no subes.’

Babi suspira. Esta enloquecida por la rabia. Lo supera pasándole cerca. Step se tapa la nariz, exagerando.

‘Dios… es insoportable…’

Babi le da un golpe, después va detrás de la moto, cerca del faro trasero.

‘Mira, Step. Te juro que si, mientras me desnudo tu te volteas, te salto encima con todo el estiércol que tengo.’

Step se mantiene mirando hacia el frente.

‘De acuerdo. Avísame cuando te deba pasar la chaqueta.’

‘Mira que lo digo en serio. No soy como tu. Yo mantengo mis promesas.’

Babi revisa una ultima vez que Step no se voltee, después se quita el suéter lentamente, teniendo cuidado a no ensuciarse. Debajo no tiene casi nada. Se arrepiente de no haberse puesto una camiseta por haberse vestido tan rápido. Mira de nuevo a Sep. ‘No te voltees!’

‘Y quien se esta moviendo?’

Babi se dobla hacia delante. Se quita los zapatos. Basta un momento. Step es rapidísimo. Ajusta el espejo lateral izquierdo inclinándolo hacia ella, cuadrando su imagen. Babi se alza de nuevo. No se dio cuenta de nada. Lo mira de nuevo. Bien. No se ha volteado. En realidad Step, sin ser visto, la esta mirando. Esta reflejada en su espejo. Tiene un sostén de encaje transparente y la piel de gallina por todos los dos brazos. Step sonríe.

‘Te quieres mover, cuanto falta?’

‘Casi termino, pero no te voltees!’

‘Te dije que no lo haré, deja el sermón, apurate.’

Babi se desabotona los jeans. Después, lentamente, tratando de ensuciarse lo menos posible, se dobla de frente acompañándolos hasta los pies, ahora desnudos sobre ese frío asfalto lleno de polvo. Step inclina abajo el espejo siguiéndola con la mirada. Los jeans bajan lentamente mostrando sus piernas lisas y pálidas en esa pobre luz nocturna. Step canta ‘You can leave your hat on.’ Imitando la voz de Joe Cocker.

‘Podrias dedicarte a ser stripper…’

Babi se gira de golpe. Sus ojos iluminados por el débil faro rojo encuentran la mirada divertida de Step que sonríe malicioso por el espejo.

‘Nunca me voltee, no?’

Babi se libera rápida de los jeans y salta detrás de el sobre la moto en ropa intima.

‘Horrible infame, eres un bastardo! Un puerco!’ Lo llena de puños. Sobre los hombres, en el cuello, en la espalda, en la cabeza. Step se dobla hacia delante tratando de alejarse como pueda.

‘Ay, basta! Que hice malo? Solo di una miradita, nunca me voltee no? Mantuve mi palabra… Ay! Mira que sino no te doy la chaqueta.’

‘Que? No me la darás? Entonces yo agarro mis jeans y te los planto en tu cara, quieres ver?’

Babi comienza a quitarle la chaqueta por las mangas.

‘Esta bien. Esta bien. Basta! Calmate. No le hagas así. Eso, ya te lo doy.’

Step se lo deja quitar. Después prende la moto. Babi le da un último golpe.

‘Puerco!’ Después se pone veloz la chaqueta tratando de cubrirse lo más posible. Los resultados son escasos. Las dos piernas se mantienen afuera, incluido el borde de las panties.

‘Hey… sabes que no estas para nada mal? Deberías lavarte un poco mas a seguido… pero tienes de verdad un lindo culo… en serio.’

Ella trata de golpearlo en la cabeza. Step baja de golpe riendo. Mete primera y parte. Después hace como si estuviera oliendo el aire.

‘Hey, pero no hueles ese olor extraño?’

‘Cretino! Maneja!’

‘Parece estiércol…’

En ese momento de un arbusto a la derecha, un poco mas adelante, sale el perro. Corre hacia ellos ladrando. Step lo alumbra con la moto. El perro se mantiene por un momento mareado por el faro. Sus ojos rojos brillan rabiosos en la noche. Los dientes aparecen chillando, blancos y afilados.

Basta solo ese momento. Step acelera hacia delante. El perro sale rápido tras ellos. Toca por un pelo la moto saltando de lado con la boca abierta. Babi grita. Sube las piernas desnudas y se aguanta con fuerza a Step abrazándolo por la cintura con ellas. El perro la falla por un segundo. La moto acelera. Primera. Segunda. Tercera. Acelerando al máximo. Se aleja en la noche. El perro la persigue con rabia. Después, lentamente pierde terreno. Al final se para y se queda ladrando a lo lejos. Al rato viene lentamente envuelto de una nube de polvo y desaparece así como apareció. La moto continua su carrera en el húmedo frío de los campos verdes. Babi todavía tiene las piernas agarradas a la cintura de Step. Lentamente la moto baja la velocidad. Step le acaricia la pierna.

‘Por un pelo, no? Sino después estas bellas cosas iban a ver un feo final! Era cierta entonces la historia del perro…’

Babi le quita la mano de la pierna y la hace caer de lado.

‘No me toques.’ Se echa hacia atrás en la silla, metiendo los pies de nuevo abajo y se cierra la chaqueta. Step le pone de nuevo la mano en la pierna. ‘Te dije que no me tocaras con esa mano!’ Babi se la quita. Step sonríe y cambia de mano. Babi le quita también la mano derecha.

‘Ni con esta puedo?’

‘No se que es peor, el perro que corría detrás o el puerco que tengo adelante!’ Step ríe, agita la cabeza y acelera.

Babi cierra la chaqueta. Que frío! Que velada! Que alboroto! Maldición a Pallina. Vuelan en la noche. Al final llegan sanos y salvos a su complejo. Step se para frente a la barra. Babi se voltea hacia frío. Lo saluda. El portero la reconoce y alza la barra. La moto pasa apenas es posible, sin esperar que la barra termine su recorrido hacia lo alto. Fiore no puede hacer menos que echar un ojo a las bellas piernas de Babi que salen friolentas de debajo de la chaqueta. Que cosas le toca ver. En sus tiempos, ninguna chica salía con minifaldas de ese tipo. Babi ve la cerradura del garaje pasada. Los suyos ya habían regresado. Un peligro menos. Que cosa les podría inventar si la hubieran atrapado en ese momento en la moto detrás de Step y sobretodo en ropa intima? Prefiere no pensarlo, no tiene tanta imaginación. Baja de la moto. Trata de cubrirse lo más que puede con la chaqueta. Nada que hacer. Todavía deja entrever el borde de las panties.

‘Bueno, gracias por todo. Escucha, la chaqueta te la lanzo desde la ventana.’

Step le mira las piernas. Babi la baja un poco, logra que la cubra un poco mas pero el resultado es todavía escaso. Step sonríe.

‘Quizás nos veamos alguna otra vez. Veo que tienes argumentos muy interesantes.’

‘Ya te dije que eres un puerco, verdad?’

‘Si, me parece que si… entonces te vengo a buscar mañana en la noche.’

‘No creo que pueda. No lograría pasar otra velada como esta.’

‘Porque, no te divertiste?’

‘Muchisimo! Yo siempre hago la groupie, cada noche. Me dejo perseguir por la policía un poco, bajo volando en medio de un campo perdido, me dejo arrinconar por un perro rabioso y para terminar, me lanzo en el estiércol. Nado un poco ahí y después regreso a mi casa en ropa interior.’

‘Con mi chaqueta encima.’

‘Ah claro… lo olvidaba.’

‘Y sobretodo no me has dicho una cosa…’

‘Que cosa?’

‘Que hiciste todo eso conmigo.’

Babi lo mira. Que tipo. Tiene una sonrisa bellísima. Lastima que este tan mal. Se refiere a su carácter. Acerca del físico no tiene nada que decir. Ella decide sonreírle. No es un gran esfuerzo del todo.

‘Si, tienes razón. Bueno, me despido.’

Babi hace para irse. Step le agarra la mano. Esta vez con dulzura. Babi se resiste un poco, pero después se deja llevar. Step la lleva hacia el, acercándola a la moto. La mira. Tiene los cabellos largos, despeinados, llevados hacia atrás por el frío viento de la noche. Su piel es blanca, helada. Los ojos intensos, buenos. Es bella. Step deja deslizar una mano debajo de la chaqueta. Babi abre más los ojos, ligeramente asustada, emocionada. Siente su mano subir, extrañamente no la siente fría. Por lo alto de la espalda. Se para en la cerradura del sostén. Babi lleva veloz su mano hacia detrás. Se la quita de encima. Step le sonríe. ‘Eres una buena groupie sabes? Eres valiente, mucho. Es cierto que no me tienes miedo. Me denunciaras?’

Babi asienta. ‘Si.’ Susurra.

‘En serio?’

Babi vuelve a asentar con la cabeza. Step la besa en el cuello, muchas veces, delicadamente.

‘Lo juras?’

Babi asienta de nuevo, después cierra los ojos. Step continúa a besarla. Va a la cara, le toca las mejillas frescas, las orejas frías. Un soplo calido y provocante le da un escalofrío mas abajo. Step se le acerca al borde rosado de los labios. Babi suspira temblante. Después abre la boca, lista a aceptar su beso. En ese momento, Step se separa. Babi se mantiene un momento así, con la boca abierta, los ojos cerrados, soñadores. Después los abre de repente. Step esta frente a ella con los brazos cruzados. Sonríe. Niega con la cabeza.


Date: 2016-01-05; view: 515


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