Juan le Maingre ("Boucicault") Carlos de Albret David de Rambures
Fuerzas en combate
6.0001 -9.0002 (estimaciones modernas)
12.0002 -36.0003 (estimaciones modernas)
Bajas
Más de 112 muertos3 Un número indeterminado de heridos
6.000-10.000 muertos4 Unos 1.500 prisioneros
La batalla de Azincourt (o Agincourt) fue una inesperada victoria que las fuerzas inglesas lograron sobre las tropas francesas en el otoño de 1415 en esta población del norte de Francia, en el transcurso de la guerra de los Cien Años. Azincourt fue un hito clave de ese larguísimo conflicto, que dio inicio a una nueva fase del mismo, en que los ingleses se apoderaron de media Francia. Superados ampliamente en número (sextuplicados, según algunas fuentes), los soldados de Enrique V de Inglaterra pretendían restaurar los derechos de su rey sobre los territorios que su corona poseía en Francia.
Antecedentes
La guerra de los Cien Años, que duró en realidad 116, fue el último gran conflicto feudal de la Edad Media. Los condes de Anjou, ahora casa reinante inglesa, poseían amplísimos y muy productivos territorios en el oeste y sudoeste de Francia, que por la batalla de Hastings (1066) pasaron a depender del trono inglés. El control de los ingentes recursos económicos de esas regiones desencadenaría la guerra de los Cien Años y, en definitiva, conduciría al enfrentamiento crucial en Azincourt.
En 1204 Francia invadió Normandía y despojó a Inglaterra de una de sus provincias más importantes. Bajo Eduardo I estallaron algunas hostilidades entre ambos países, que duraron de 1294 a 1298. Entre 1324 y 1325, se desató un nuevo conflicto con Francia que se conoce como la guerra de San Sardos. En 1329, el rey inglés Eduardo III respondió reclamando la corona de Francia en medio de lo que amenazaba con convertirse de guerra feudal en conflicto dinástico. Felipe VI consiguió adueñarse de Gascuña en 1337, dando origen oficialmente a la guerra de los Cien Años.
En 1346 los franceses atacaron a Eduardo III en Crecy y en 1356 a su hijo (el Príncipe Negro) en Poitiers, pero en ambas oportunidades fueron derrotados por las fuerzas inglesas. En ese mismo año, los ingleses capturaron al rey francés y a sus nobles, lo que les permitió obtener grandes ventajas en las negociaciones, que determinaron el Tratado de Brétigny (1360), desastroso para Francia.
Finalmente un nuevo rey, fuerte, ambicioso y completamente decidido a obtener lo que, según la teoría inglesa, le pertenecía, hizo su aparición en este lúgubre escenario. Se llamaba Enrique V de Inglaterra y juró llevar la guerra, por última y definitiva vez, al corazón del territorio enemigo. De este modo, siguiendo sus órdenes, se planeó y ejecutó la operación que concluiría en la batalla de Azincourt.
Componentes de las fuerzas en Azincourt
Caballería
Caballeros
A principios del siglo XV, y a diferencia de épocas anteriores, el caballero era también un soldado de infantería. El caballero era un hombre adinerado que podía mantener varios caballos y había sido ascendido a ese estatus en una ceremonia oficial. El caballero estaba obligado a mantener al grupo de jinetes que comandaba (su «lance»), proveerlos de caballos, pertrechos y alimentos y mirar, en fin, por su bienestar en todo momento.
Hidalgos
Seguían en la jerarquía los hidalgos (franklins). Se llamaba de este modo a quienes, sin haber sido nombrados caballeros, eran susceptibles de serlo. Esto se debía a su altura de cuna, su valor y su patrimonio.
Hombres de armas
Los hombres de armas eran soldados tanto de infantería como de caballería y estaban a las órdenes de un caballero. Como su nombre indica, eran hombres entrenados en el uso de las armas. Se dice que los caballeros eran hombres de armas, pero los hombres de armas no eran caballeros. No habían nacido nobles, pero tenían mayor rango que los arqueros.
Infantería
Lanceros
En este período, la infantería estaba compuesta esencialmente por lanceros de a pie. Los lanceros llenaban los espacios más a retaguardia de las filas. A pesar de su nombre, sus armas más comunes eran las polivalentes, como la alabarda.
Arqueros
El arco largo inglés (longbow) fue uno de los principales responsables de la victoria de Azincourt. Era tan poderoso y efectivo que más de las dos terceras partes del ejército estuvieron formadas por arqueros.
Ballesteros
La ballesta era más precisa que los arcos y disparaba un proyectil más pesado y mucho más mortal. Sin embargo, tenía el inconveniente de su bajísima cadencia de disparo.
Pavesero del ballestero
El ballestero estaba indefenso mientras recargaba; debía introducir un pie en el estribo de la ballesta y tirar de la cuerda con ambas manos. Por este motivo siempre lo acompañaba un pavesero que lo protegía con un gran escudo, llamado «pavés», durante este peligroso procedimiento.
Artilleros
Especialmente dedicados a las tareas propias de sitios y asedios, los tipos de guerra más comunes en la Edad Media, los artilleros tenían a su disposición una amplia gama de cañones y bombardas de diferentes calibres, de efectos devastadores sobre un enemigo en formación cerrada y también sobre murallas o defensas. En Azincourt no existía aún una artillería móvil como la que se vio más tarde.