El colon es el órgano que alberga el mayor número de microorganismos y su flora normal está compuesta principalmente por gérmenes anaerobios y por bacterias Gram negativas aerobias. La barrera mucosa del colon constituye el principal y más efectivo mecanismo de defensa que impide el paso de estos microorganismos a áreas estériles intrabdominales. Cualquier alteración de dicha barrera predispone a que dichos microorganismos produzcan, infección.
La cirugía colo - rectal es por lo tanto una situación que, al romper la integridad de la mucosa colónica, aumenta el riesgo de infección intrabdominal así como también del sitio operatorio.
Debido a estos conceptos, se ha considerado necesaria la preparación pre-operatoria del colon utilizando antibióticos y la preparación mecánica, con el propósito de lograr tres objetivos:
? Disminuir la concentración bacteriana y así reducir las tasas de infección.
? Eliminar la mayor cantidad de material sólido y líquido disminuyendo la posibilidad de dehiscencia de anastomosis secundaria a un aumento de la presión intraluminal.
? Facilitar la manipulación del colon durante el procedimiento.
La preparación pre-operatoria del colon se lleva a cabo mediante el uso de antibióticos orales y/o endovenosos y mediante la preparación mecánica del colón utilizando diversas sustancias con el fin de disminuir la concentración bacteriana intraluminal y eliminar la mayor cantidad de materia fecal, Recordemos que la preparación mecánica de colon (PMC) ha consistido tradicionalmente de la ingestión de líquidos isosmóticos o hiperosmóticos y a llevar una dieta de líquidos claros el día previo a la cirugía, con la idea de disminuir la carga de materia fecal. Cuando Goligher reportó resultados de PMC en la década de los 70, los pacientes eran mantenidos en una dieta de líquidos claros por 3 a 5 días, y posteriormente recibían laxantes y enemas. Otros autores recomendaban la administración de 10 L de solución salina a través de una sonda nasogástrica. Se ha demostrado que este tipo de preparación no tiene ningún efecto sobre el tipo de bacterias ni la concentración de las mismas en el lumen intestinal en el momento del procedimiento quirúrgico. Los catárticos utilizados con mayor frecuencia son polietinelglicol (PEG), una solución isosmótica, y sales hiperosmolares contendiendo sulfato de magnesio. En un estudio de PMC para colonoscopia, se comparó la efi cacia de PEG (2 l vía oral) más bisacodyl (20 mg vía oral), versus 4 l de PEG. Se demostró que no existieron diferencias en cuanto a limpieza del lumen intestinal, tiempo para completar la colonoscopia o la detección de pólipos. Los pacientes reportaron mejor tolerancia a la preparación de 2 l de PEG y bisacodyl con menos náusea, vómito, distensión abdominal y cólicos, disminuyendo con ello, el riesgo de dehiscencia de la anastomosis por aumento de la presión intraluminal.
E l papel de la preparación mecánica es aún cuestionado. El efecto adverso de la carga fecal en anastomosis colónicas es aceptado generalmente pero nunca ha sido probado científicamente. Los autores que promueven la práctica de PMC la justifican basados en el trabajo publicado en 1973 por Irvin y Goligher, quienes concluyen que aquellos pacientes con preparación colónica deficiente tienen una incidencia significativamente mayor de dehiscencia de la anastomosis.
En la actualidad, el único método comprobado como efectivo es la utilización de antibióticos por vía oral, endovenosa o combinados , su uso en la prevención de complicaciones infecciosas en cirugía colo-rectal ha quedado bien establecido. La preparación mecánica intestinal ideal debe de ser segura, costo-efectiva, fácil de administrar y tener mínimos efectos secundarios, sus desventajas incluyen la necesidad de la hospitalización por lo menos 24 horas antes de la cirugía, consume tiempo, es costosa, produce molestias al paciente y en algunos casos desequilibrio hidroelectrolítico, adicionalmente puede resultar en heces líquidas con el riesgo subsecuente de escape intraoperatorio de las mismas. Por otra parte algunas sustancias utilizadas, como el manitol, pueden producir gases explosivos o incrementar la incidencia de infección de herida operatoria debido a mayor crecimiento de E. Coli.
El ritual tradicional de la preparación mecánica del colon previa a resección y anastomosis se ha convertido para la mayoría de cirujanos en una condición sine qua non. Sin embargo la creencia científicamente no comprobada que la carga fecal interfiere con la cicatrización de la anastomosis colónicas ha sido cuestionada por cirugías electivas realizadas sin preparación o en situaciones de emergencia.
Durante la última década han existido reportes que sugieren que la PMC no sólo no es necesaria, sino que puede estar asociada a un índice mayor de complicaciones infecciosas como dehiscencia de la anastomosis, sepsis abdominal e infección del sitio quirúrgico. De cualquier manera, la PMC parece tener utilidad en cierto tipo de situaciones: facilita el paso de engrapadoras intraluminalmente, aumenta la sensación táctil en el caso de palpación de tumores, facilita la manipulación del intestino especialmente en el caso de cirugía laparoscópica, y es sumamente útil si se requiere llevar a cabo colonoscopia transoperatoria.
2.- Evidencia en cirugía. Preparación intestinal en cáncer de recto. Dr. Eduardo F. Moreno Paquentín, Cirujano General Vol. 35 Supl. 1 ? 2013
3.- YOUNG TABUSSO, Frank et al. Preparación mecánica en cirugía electiva colo-rectal ¿Costumbre o necesidad?. Rev. gastroenterol. Perú .2002, vol.22, n.2, pp. 152-158. ISSN 1022-5129.