Home Random Page


CATEGORIES:

BiologyChemistryConstructionCultureEcologyEconomyElectronicsFinanceGeographyHistoryInformaticsLawMathematicsMechanicsMedicineOtherPedagogyPhilosophyPhysicsPolicyPsychologySociologySportTourism






El Festival Deportivo

Jamás imaginé que un colegio para discapacitados tendría un festiva deportivo. Me preguntaba cómo los alumnos desfilarían cuando ni siquiera podían caminar… (Había olvidado por completo que algunos pueden caminar y que también hay sillas de ruedas). Se respiraba un ambiente de cooperación, de deseo de ayudarse los unos a los otros y de hacer cosas que, en realidad, no se pueden.

Los estudiantes en buena forma bailaron. Cuando fue el turno de que cayeran las hojas de los árboles, ¡me equivoqué de grupo y las dejé caer! Sin embargo, bailé todo lo bien que pude, como una mariposa (al menos en mi corazón…). Como todos somos casos graves, pensé que era imposible que realizáramos una buena actuación. Pero me sorprendió cuando vi el video en la biblioteca. ¡Que magnífico show hicimos! Podemos hacerlo si lo intentamos.

Me quedo con el recuerdo del cielo azul mientras estaba bailando. Creo que la mayor diferencia que hay entre el festival de Higashi y el de aquí es que yo he pasado de ser una espectadora a ser una actriz. Y he cambiado de opinión: ahora me he dado cuenta de que si me esfuerzo lo suficiente puedo hacer cosas que jamás pensé que podría por mi condición.

Los profesores me animaron. Me decían cosas como, “Aya, ¡si lo intentas, puedes! La actuación será fantástica” y “¡El baile ha mejorado gracias a que se te han caído las hojas!”

Yamamoto-sensei me dijo algo similar: “Aya-chan, creo que algo en tu mente ha empezado a cambiar porque te has dado cuenta de que eres alguien que pertenece aquí”.

Suzuki-sensei ha regresado de su prolongado curso de formación. Me ha contado que ha estado estudiando mientras cuidaba de niños con discapacidades físicas graves. “Algunos tienen diez años, pero su edad mental sigue siendo la de un bebé de un año, así que no responden a ningún estímulo. Se llevan todo a la boca, ya sea una piedra o barro… Cuando veía a esos niños, me daba cuenta de que tiene que haber una orientación adecuada para los bebés. Tenemos que hacer esfuerzos infinitos y desarrollar buenas técnicas para que cada bebé sea un caso individual. Todos nos esforzamos. Los que tienen minusvalías físicas, los profesores que los enseñan, y tú y yo, Aya. Tenemos que seguir así, ¿de acuerdo?”

Después de escucharle me he sentido bastante avergonzada y desagradecida. Hasta ahora, siempre había pensado que no sufriría tanto si mi inteligencia fuera proporcional a mi discapacidad…

Cuando iba al colegio, quería ser médico. Cuando estaba en la escuela secundaria, pensaba en graduarme en asistencia social. Cuando empecé en el Instituto Higashi, creía que sería buena idea ir a la Facultad de Literatura. Aunque he cambiado de opinión constantemente, siempre he tenido claro que quería hacer algo que fuera útil para los demás.



Ahora mismo no tengo ninguna meta especial pero, ¿podría dedicarme a dar de comer a niños que no se pueden mover? Me gustaría que aprendieran a sentir la ternura cogiéndoles de las manos. Me pregunto si al menos puedo ser de utilidad a alguien.

Hace mucho tiempo, Atchan me dijo: “Quizá sería mejor que yo no hubiera nacido”. Me sorprendió mucho. Fue una sorpresa agradable porque eso borraba todo lo malo que se había depositado en mi corazón con tantos suspiros. Yo he pensado lo mismo muchas veces. Pero sabiendo que hay niños que no pueden moverse y que no tienen la oportunidad de pensar eso, no puedo evitar pensar así.

Ya no puedo regresar al pasado. Mi cuerpo y mi mente están tan cansados como un trozo de viejo algodón. ¡Por favor, ayudadme, profesores!

Estaba cansada de llorar, pero he conseguido hacer un ejercicio de contabilidad comercial. ¡Mi respuesta ha sido perfecta! Me siento tan feliz. Aunque no está muy bien que haya tardado cincuenta y cinco minutos en resolverlo.

 

Fin de año

Ya he escrito mis felicitaciones de Año Nuevo. Solo conocía algunos códigos postales, entre ellos el 440 (de Toyohashi), y dos o tres más. Me he encontrado con muchos códigos postales diferentes este año, en parte porque conozco a muchos alumnos y profesores en el internado. Japón es un país grande.

Todos están ocupados con la limpieza de fin de año, cocinando arroz y yendo de compras. ¿Qué puedo hacer yo?

“Aya, te encuentras bien, ¿verdad?”, me ha dicho mi madre.

“¿Puedes limpiar el suelo?”

“Claro.”

Ella ha escurrido los trapos por mí y los ha dejado en el suelo a una cierta distancia.

Estoy perdiendo mi entusiasmo por el Año Nuevo. ¿Por qué no puedo sentirme con ganas y pensar en mis propósitos para el Año Nuevo? He gritado, sintiendo que, de algún modo, estoy bloqueada. Mis valores siguen cayendo.

Un profesor de Higashi nos dijo una vez: “Lo más importante para resolver un problema sobre el japonés moderno es captar cuál es la pregunta y seguirla con la mente abierta. Para ser personas abiertas, no deberíais tener ideas preconcebidas. Para conseguir eso, tenéis que leer muchos libros. Cuanto más leáis, menos ideas preconcebidas tendréis”.

Sí, yo leeré muchos libros y asociaré todos sus kanji. Acabo de darme cuenta de que la consideración hacia los demás y hacia sus sentimientos también se fomenta a través de la lectura. De vez en cuando, dejo de hablar cuando considero que no pueden entenderme por mucho que lo intente. Muchas veces después lo he lamentado, pensando que debería haber hecho algo diferente. Por eso me sigo deprimiendo.

He decidido escribir mi primera caligrafía del año. He sacado un pincel fino nuevo y lo he mojado en tinta. Es difícil hacer caligrafía sin un modelo. La vida sin modelo es aun más difícil.

Después de practicar un poco, he hecho una buena copia del kanji sunao (dócil).

 


Date: 2016-01-14; view: 582


<== previous page | next page ==>
Haciéndome algunas preguntas | Trastorno del habla
doclecture.net - lectures - 2014-2024 year. Copyright infringement or personal data (0.007 sec.)