Home Random Page


CATEGORIES:

BiologyChemistryConstructionCultureEcologyEconomyElectronicsFinanceGeographyHistoryInformaticsLawMathematicsMechanicsMedicineOtherPedagogyPhilosophyPhysicsPolicyPsychologySociologySportTourism






LOS AMANTES DEL CÍRCULO POLAR

JULIO MEDEM

 

Julio Medem nació en San Sebastián el 21 de octubre de 1958. En su sangre se mezclan hasta cuatro procedencias. Por parte de sus abuelos paternos Alemania y Valencia, por parte de los maternos el País Vasco y Francia. Pronto su familia se trasladó a Madrid, donde Julio estudió en el Colegio de El Pilar, en el cual recibió una educación elitista en el seno de un ambiente burgués y acomodado. Su afición por el cine nació del uso de la cámara de súper 8 mm con que su padre rodaba la vida de la familia. Por las noches, clandestinamente, Julio cogía la cámara para experimentar con la magia de la luz y las imágenes junto a su hermana Ana. Poco a poco y mediante el montaje de esos fotogramas el futuro director comenzó a descubrir la poderosa fascinación que es manejar el espacio y el tiempo, el atractivo que es crear una ficción de la nada con una modesta cámara de súper 8.

Durante la adolescencia sufrió un episodio de desamor que marcaría su personalidad: enamorado de una vecina en silencio vivió bastante tiempo atormentado por la no correspondencia de sus sentimientos. La chica en cuestión terminó siendo novia de uno de sus hermanos. Tras este trance comienzó a invertir gran parte de su tiempo en los deportes, especialmente en el atletismo. A los dieciocho años fue a Soria decidido a convertirse en psiquiatra, para estudiar los oscuros rincones de la mente humana. Finalmente se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.

Tras la realización en 1992 de su primer film, Vacas, con el que consiguió una gran repercusión por lo original y extraño de su argumento, Medem comenzó a construir a través de sus películas el universo fílmico más interesante del cine español y uno de los más destacados del cine europeo, señalado como uno de los herederos de miradas tan personales como las de Luis Buñuel o Iván Zulueta, o de cineastas europeos como Ingmar Bergman, Tarkovski o Kieslowski.

Con el segundo largometraje, La ardilla roja, su vida pudo cambiar por completo en el terreno profesional. Recomendado por el mismísimo Stanley Kubrick (a quien entusiasmó dicha película), Steven Spielberg llamó a Julio con la propuesta de dirigir La máscara del Zorro, una cinta basada en el mítico personaje que iba a realizar su productora, Dreamworks. Tras leer el guión y reflexionar un poco Medem desestimó el ofrecimiento y prefirió continuar con sus proyectos fílmicos en España.

En 1998, con Los amantes del círculo polar, a Julio le llegó el reconocimiento del público y se consolidó como uno de los grandes valores de la cinematografía nacional. Esta película le causó un gran trauma a pesar de su buen rendimiento comercial, ya que el trágico final de esta historia de amor le perseguía constantemente en sus pensamientos. Así que optó por dar otra oportunidad al personaje de Ana reencarnándole en Lucía, la protagonista de su quinto film, Lucía y el sexo (2001), una película que habla del azar, las casualidades del destino y de alimento que proporcionan a nuestra existencia el amor y el sexo.



Tras largos meses de sufrimiento del fracaso de Caótica Ana (2007), desprecida por la crítica y la mayor parte del público, Medem regresó en enero de 2009 con su octavo largometraje, Room in Rome, su primer historia rodada íntegramente en inglés.

 

LOS AMANTES DEL CÍRCULO POLAR

Una historia de amor apasionada y secreta, contada por cada uno de sus protagonistas, Ana y Otto, desde que tienen ocho años hasta los veinticinco. Arranca en la infancia cuando ambos comparten la misma escuela, se prolonga en la adolescencia, que los convierte en “hermanos” desde el momento en que el padre de Otto se une a la madre de Ana y culmina a los veintipico. Todo comienza en 1980, a la salida de un colegio, cuando dos niños echan a correr por distintos motivos. Desde esa tarde en la que se les escapa el mundo, las vidas de Ana y Otto se trenzarán en un mismo círculo, que comenzará a cerrarse diecisiete años más tarde, en Finlandia, en el mismo borde del Círculo Polar.

Ana y Otto. Otto y Ana. Dos historias que son una misma historia de encuentros y desencuentros, de círculos concéntricos en la que la vida y la ficción, la realidad y lo imaginario, se superponen y se confunden. Dos personajes que se dirían predestinados, a través de un diabólico laberinto de azares, que se ceden alternativamente la voz para narrar la historia de su idilio de amor. Y las casualidades son como motor de esa pasión pues sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Y Ana y Otto viven en una permanente casualidad. Casualmente Ana huyó porque no quería que su padre muriese, y casualmente Otto no pudo parar el balón, por lo que salió corriendo para atraparlo, y parece como si quisiera alcanzar a la niña, que se cae delante de él.

La película se abre y se cierra con la misma imagen, y su belleza capicúa encuentra su correlato en los nombres de los protagonistas (Ana y Otto) y en el propio apellido del cineasta (Medem).

 

 


Date: 2016-01-05; view: 836


<== previous page | next page ==>
JULIO CORTÁZAR | Äұðûñ æàóàï êîäòàðû
doclecture.net - lectures - 2014-2024 year. Copyright infringement or personal data (0.007 sec.)