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TRES METROS SOBRE EL CIELO 17 page

‘Pero que, te molestaste?’

Step la agarra entre los brazos.

‘Si. Tienes un modo de ser irritante. No estoy acostumbrada a ser tratada así. Y suéltame…’

Se libera de su abrazo y va rápido hacia la bandera inglesa. Step la persigue.

‘Anda Babi… espera, no quería ofenderte. Discúlpame, en serio.’

‘No escuche.’

‘Si escuchaste.’

‘No, repite.’

Step mira alrededor molesto. Después la mira. ‘Disculpame, esta bien? Mira que yo estoy feliz de que nunca hayas estado con alguien.’

Babi se inclina para recoger la bandera inglesa y la comienza a doblar.

‘Ah si, y porque?’

‘Porque… porque si. Estoy feliz y basta.’

‘Porque pensaras que serás el primero?’

‘Escucha, ya te pedí disculpas. Ahora basta, termina con eso. Que difícil eres.’

‘Tienes razón. Tregua.’ Le pasa un borde de la bandera.

‘Toma, ayúdame a doblarla.’ Se alejan. La extiende y después se acercan de nuevo. Babi agarra de sus manos el otro borde de la bandera y le da un beso. ‘Es que esa discusión me incomoda.’

Regresan en silencio en la moto. Babi se monta detrás de el. Se alejan así, por la colina, dejando atrás las espigas y una discusión a la mitad. Es el primer día que están juntos y Step ya le pidió disculpas dos veces. Entenderás… estamos bien. Lo abraza feliz. Si, estamos muy bien. Babi esta tranquila ahora, no piensa en nada. No sabe que algún día, no muy lejano, afrontara con el ese discurso que tanto la incomoda.

 

‘Frena.’ Babi grita y aprieta duro a Step. La moto para casi al instante a su orden.

‘Que pasa?’

‘Esta mi madre.’

Babi le indica la Peugeot de Raffaella parada un poco mas al frente de la escalera de la Falconieri. Faltan pocos minutos para la una y media. Debe intentarlo. Besa a Step en los labios.

‘Chao, te llamo hoy en la tarde.’ Se aleja manteniéndose escondida entre la fila de maquinas estacionadas. Puesta frente a la escuela se alza lentamente. Su madre esta ahí, a pocos metros de ella, la puede ver perfectamente a través del vidrio de un carro estacionado. Esta agarrando algo entre las piernas. Después Raffaella alza la mano izquierda y la revisa. Babi entiende. Se esta haciendo las uñas. Babi se agacha y revisa el reloj. Ya deben salir. Mira a la derecha al final de la calle. Step no esta mas. Quien sabe que piensa de mi. Lo llamare mas tarde. De repente recuerda que no puede hacerlo. No tiene su celular. No sabe siquiera donde vive. La campana de la salida suena. Las primeras clases aparecen en la cima de las escaleras. Comienzan a bajar las muchachas mas pequeñas. Otra campana. Es el turno de las segundas y las terceras. Chicas mas grandes. Una la mira curiosa. Babi se lleva el dedo a los labios, haciendo señal de estar callada. La muchacha mira a otro lugar. Están todas habituadas a secretos de todo tipo. Finalmente es el turno de su clase. Su madre esta todavía distraída, quizás le quedo una uña dañada. Es el momento de ir. Babi sale de su escondite y se mezcla entre las otras chicas. Saluda a alguna después, sin dejarse ver, revisa el carro. Raffaella no de dio cuenta de nada. Lo logro.



‘Babi!’

Pallina va hacia ella. Las dos chicas se abrazan.

Babi la mira preocupada. ‘Como te fue, descubrieron algo?’

‘No, todo bajo control. Toma estas son las tareas que dieron hoy. Están también las interrogaciones. Todo preciso, puedes agarrarme como tu secretaria. Entonces, te divertiste?’

‘Muchisimo.’ Babi mete la hoja en el bolso y le sonríe a la amiga.

‘Déjame adivinar.’ Pallina la mira un momento. ‘Desayuno en Euclide de Vigna Stelluti. Capuccino y un pastel.’

‘Casi. Las mismas cosas pero en el Euclide de Flaminia.’

‘Claro! Mas reservado. Después una fuga a Fregene y sexo desenfrenado sobre la playa, verdad?’

‘Errado!’ Babi se aleja sonriéndole.

‘Fregene o el resto?’

‘Te digo solo que una sola la erraste.’

Se monta en el carro mintiéndole a la amiga y dejándola ahí, de frente a la escuela, llena de curiosidad. En realidad se equivoco en las dos cosas.

‘Hola mama’

‘Hola.’ Raffaella se deja besar en la mejilla por Babi. La situación le parece tranquila. ‘Como te fue en la escuela?’

‘Bien, no me interrogaron.’

Llega también Daniela.

‘Podemos irnos. Giovanna dijo que regresa por su cuenta de ahora en adelante.’

La Peugeot parte. Esa noticia lleno a todas de alegría. No tendrán que esperarla mas. Mientras están parados en el semáforo de la Plaza Euclide, Babi siente algo que le pica. Sin hacerse ver se mete la mano en la camisa. Presionada por el sostén esta una pequeña espiga dorada. La libera y la mete en medio del diario. Después la mira por un momento. Ese pequeño gran secreto. Step le ha tocado el seno. Sonríe y justo cuando el semáforo da verde, lo ve. Esta ahí, parado a la derecha de la plaza. Batiendo riéndose una bandera inglesa, su bandera. Pero cuando se la robo? Después se acuerda de la cosa mas importante. Step es como Pollo, el también roba. Nunca lo había pensado. Es novia de un ladrón.

 

La primera ‘a’ es muy flaca, la segunda con la vuelta muy larga, después muy corta, después muy sutil toda la firma. Babi trata de imitar la firma de la madre. Llena algunas hojas del cuaderno de matemática.

‘Dani? Esta según tu parece la firma de mama?’

Daniela mira esa ultima escritura. Se mantiene por un momento pensando. ‘El apellido lo hace mas largo. No, no lo se. Tiene algo extraño. Eso, la ‘g’ es muy flaca, le hiciste la panza muy pequeña. Mama inicia siempre el apellido con la ‘g’ mas gruesa. Mira.’ Abre su diario y le muestra a la hermana una firma verdadera. ‘Ves?’

Babi la mira por un momento comparándola con la que hizo ella. ‘A mi me parecen idénticas.’ Se va mas tranquila a su cuarto.

‘Haz como quieras. Para mi la ‘g’ es muy pequeña. No entiendo porque siempre me preguntas que pienso y al final haces lo que quieres.’

Cierra la puerta.

Babi agarra el diario en la pagina de las justificaciones. Donde esta el motivo de su ausencia escribe: ‘razones de salud’. En el fondo es verdad. Se hubiera puesto mal a la idea de no huir con Step. Después viene el momento de la firma. Regresa a estar seria. Da un ultimo intento en una hoja cercana. Debajo de decenas de ‘Raffaella Gervasi’. Esta ultima le parece aun mejor. Es perfecta. Ahora puedo falsificar también los cheques, comprarse una nueva moto. Se da cuenta que exagera. En el fondo no quiere dinero, solo ser justificada. Agarra el lapicero y se lanza decidida. Comienza con la R y baja, deslizándolo lo mas naturalmente posible hasta ese ultimo punto sobre la ‘i’. Después, aun temblando por la concentración, la fatiga de copiar, de escribir perfectamente igual a su madre, mira la escritura. Salio aun mejor. Increíble. Quizás, el apellido es un poco diferente. La comparación con otras firmas de su mama en su diario. Ninguna gran diferencia. Ninguna señal imprecisa. Otra cosa juega a su favor. A la primera hora tiene a la profesora de matemática, la Boi. Lentes gruesos, una cara larga siempre sonriente. También esa vez cuando se disculpo con la clase por haber perdido las tareas y les pidió que no le dijeran a ninguno. Aquel día Pallina estaba segura que había sacado al menos siete. Y por esto fue que, según ella, a la Boi se le habían perdido. Lo hizo a propósito para no darle satisfacción. Pallina cree que todos los profesores la agarran contra ella y sus notas. Babi cierra el diario. Ahora esta mas tranquila. Esa firma la revisara solo la Boi y no se dará cuenta de seguro que es falsa. Comienza a estudiar. Después tiene una extraña sensación. Mira alrededor pero no nota nada. Continua a hacer las tareas. Se hubiese sido mas atenta a mirar el horario, hubiera entendido lo que le preocupa. A la segunda hora le toca la Giacci.

 

Mas tarde, cuando sus padres salieron, Step la pasa buscando. Esta todo el grupo abajo esperándola: Schello, Lucone, Dario y Gloria, El Siciliano, Hook, Pollo y Pallina, y otros tipos en un carro Golf con un par de chicas. Van con las motos hacia algún lugar y cuando llegan Babi esta congelada. El lugar se llama El Colonnello y queda muy lejos. Babi no entiende porque eligieron un lugar como ese para comer. Son dos grandes salas donde se ve el horno y mesas normadísimas. Quizás se gastara poco, piensa. Un joven camarero llega para tomar las ordenes. Son quince y todos cambian constantemente de idea, excepto ella que desde el inicio decidió una ensalada mixta con poco aceite. El pobre camarero esta destruido. Trata de recapitular los primeros platos para después ir a los segundos pero cuando es el momento de los contornos ya alguien cambio de idea de nuevo.

‘Escucha jefe, danos dos pastas cortas bologna.’

‘También para mi.’ Se unen rápido algún otro y otro mas todavía. Y rápido después otros dos deciden comer la polenta o la Carbonara. Es el grupo mas indeciso que Babi alguna vez ha visto. Como si no fuera suficiente, Pollo trata de ayudar repitiendo cada vez todas las ordenes y creando aun mas confusión. A la final todos ríen divertidos. Se volvió una especie de juego. La única cosa segura es que debe llevar catorce cervezas claras medianas y una… que fue lo que ordeno la bella rubia de ojos azules?

Revisa el bloc de notas lleno de rayas y entra en la cocina acordándose que también debe traer una Coca-Cola de dieta.

La cena prosigue en el máximo de la confusión. Cada vez que viene un plato, de jamón serrano o cualquier otro entremés, es una especie de competencia, todos se lanzan encima y todo desaparece.

Las chicas con los ojos demasiado maquillados ríen divertidas.

Babi mira a Pallina buscando un poco de comprensión. También ella, sin embargo, parece ahora estar integrada perfectamente en el grupo. Llego su ensalada mixta con poco aceite. La situación no es una de las mas alegres. Ahora es el momento del cuento del Siciliano. Es la triste historia de un tal Francesco Costanzi. Tuvo la mala idea de fastidiar a su ex novia. Ni siquiera la novia, piensa Babi, la ex. Cosa de locos. Pero todos escuchan interesados y nadie parece moverse a este punto. Entonces, piensa Babi, quizás el tiene razón. La loca soy yo.

‘Entonces quieren saber que hice?’ El Siciliano toma un poco de cerveza. ‘Voy con Hook a casa de Marina porque estaba sola.’

De la otra parte de la mesa, Hook con la venda en el ojo, sonríe. Esta en el centro de la atención y se esta agarrando su pedazo de la gloria. El Siciliano continua.

‘Entonces hago que llame a este idiota de Costanzi. Ella lo llama y le dice que pase a saludarla. Y saben que hizo el infame?’

Babi mira sorprendida al grupo. Pareciera que de verdad no lo supieran. Se atreve a dar una respuesta.

‘Fue.’ El Siciliano se voltea hacia ella. Parece un poco fastidiado.

‘Exacto Babi. Así mismo. Fue este infame!’ Ella sonríe.

Después, encontrándose con la mirada molesta de Step alarga los brazos. El Siciliano no se da cuenta de nada y continua divertido su cuento. ‘Ahora viene la mejor parte. Cuando el llega, Marina hace que suba. Apenas entro, Hook y yo le saltamos encima y lo inmovilizamos. Después, no sabes que risa, lo desnudamos y lo atamos a una silla. Oh! Tenían que ver la cara que tenia. Desnudo como una lombriz. Después agarro un cuchillo de la cocina y se lo pongo en medio de las piernas. Comienza a gritar. Según Hook, porque el cuchillo estaba helado! Después entra Marina. La hicimos que se vistiera toda de ropa transparente. Bueno, le pongo la música y comienza a hacer un baile sensual desnudándose. Yo le digo al tipo: si veo que te gusta y el coso da alguna señal de vida te juro que te lo corto. Marina se queda en sostén y panties y el tipo nada que se mueve, no se si me entiendes, estaba como muerto.’

Todos ríen como locos. Una chica en el fondo de la mesa casi se cae. También Step parece divertirse. Babi no cree a sus oídos.

‘Callense, cállense…’ Dice El Siciliano. ‘A un cierto punto escuchamos el sonido de la puerta. Serian los padres de Marina? Hook y yo nos largamos y esos consiguieron al tipo desnudo en la silla con Marina semi desnuda? Les juro, una escena para morirse, para sentirse mal. Tenían que haber visto sus cara.’

‘Y que le hicieron al tipo?’

Babi mira a Pallina. Tiene también el coraje de hacer estas preguntas.

‘No lo se. Nosotros escapamos. Solo se que ese infame esta con una y tiene serios problemas para dormir con ella… después de la prueba que lo hicimos pasar, pareciera que perdió el habito. Se ve que desde que le desnudamos el coso, no sube mas.’

Es la apoteosis. Todos comienzan a reír como locos. Después no se sabe como sucedió. Un pedazo de pan vuela. De repente es una lluvia, una verdadera batalla de carne, papas, cerveza. Se tiran de todo. Las chicas son las primeras en abandonar los puestos. Babi y Pallina se alejan veloces de la mesa seguidas por otras. Los chicos continúan a lanzarse cosas de comer, con fuerza, con rabia, sin importarle las otras mesas, de golpear clientes cercanos. Lo máximo es cuando el pobre camarero trata de pararlos. Viene centrado de lleno por un pedazo de pan. Hay una especie de ovación. Ese camarero nunca le había pasado algo así en su vida. Después, es el momento de la cuenta. Pollo se ofrece de recoger el dinero. Step agarra a Babi bajo el brazo y la lleva fuera del restaurante. Uno después del otro salen todos.

Babi saca afuera la billetera. ‘Cuanto te debo?’

Step le sonríe. ‘Bromeas? déjalo así.’

‘Gracias.’

‘No me debes agradecer a mi. Montate.’

Step prende la moto. Babi sube detrás de el.

‘Entonces a quien agradezco? Pollo estaba recogiendo el dinero.’

‘No, esa es la frase convencional.’ Justo en ese momento, Pollo sale corriendo del restaurante y salta sobre su moto. ‘Vamonos muchachos!’ Todos parten acelerando veloces. Las motos chillan adelantándose y apagando las luces. Del restaurante salen corriendo el camarero y algún otro. Gritan tratando inútilmente de leer las placas.

El sonido de las motos hace eco fuerte en la calle. Uno detrás del otro, doblados a toda velocidad, salen fuera de la zona atravesando las calles, gritando y riendo, sonando las bocinas. Después, casi volando, toman la avenida principal, envueltos por el frío de la calle, del verde mojado de los bosques cercanos. Solo ahora vuelven a prender las luces.

Pollo se acerca a Step.

‘No se come mal en este Colonnello…’

‘No. Se come bien.’

‘Si, pero quería cuarenta euros por cabeza…’

‘Entonces hiciste bien!’

Pollo acelera y riendo alocadamente se aleja con Pallina. Babi se inclina adelante.

‘Eso quiere decir que no pagamos?’

‘Que, hay algún problema?’

‘Problema? Pero te das cuenta que te pueden denunciar? Quizás leyeron alguna placa.’

‘No lo logran con las luces apagadas. Escucha, siempre lo hacemos y nunca han atrapado a ninguno. Así que no des mala suerte!’

‘No doy mala suerte. Solo estoy tratando de hacerte razonar. Aunque me parece difícil. Pero no piensas en ellos del restaurante? La gente que trabaja, que esta todo el día en la cocina sudando en los hornos, que cocina para ti, te dan de comer, que limpia y tu no los consideras para nada.’

‘Como que no los considero! Si acabo de decir que me gusto bastante como se come en ese lugar!’

Babi se queda en silencio. Es inútil. Se deja llevar detrás sobre el asiento separándose un poco de el. Alrededor, el viento de la noche y la humedad de los bosques la toca, dándole escalofríos de frío. Pero no es solo eso. Esta con uno que no entiende, que no puede entender. Mira en lo alto frente a ella. Es una noche clara. Las estrellas brillan lejanas. Pequeñas nubes transparentes acarician la luna. Seria todo bellísimo si solo…

‘Hey, Step.’ Hook se le acerca. ‘Jugamos cincuenta euros a quien llega hasta el centro sobre una sola rueda?’

Step no se lo hace repetir dos veces. ‘Si va.’ Acelera y sube la moto. Babi tiene apenas tiempo de aguantarse.

De nuevo! No puedo mas. Al menos esta vez no tengo la cabeza hacia abajo!

‘Step! Step!’ Grita dándole fuertes puños en la espalda.

‘Para! Bajate.’ Step deja ir dulcemente el acelerador. La moto toca la tierra con las dos ruedas. Hook continua aun un poco mas gritando victoria.

‘Pero que paso? Te volviste loca?’

‘Basta con las carreras, los golpes, las persecuciones, no puedo mas, entendiste?’ Babi esta gritando. ‘Quiero una vida normal, tranquila. De gente que va en motos como cualquiera. No quiero huir de los restaurantes, quiero pagar como todos. No quiero que tu te caigas a golpes. No quiero escuchar que uno de tus amigos le puso un cuchillo en medio de las piernas a uno solo porque el llamo a su ex, y no quisiera escucharlo aun si fuese su novia! Yo odio la violencia, odio los que golpean, odio los prepotentes, odio la gente que no sabe vivir, que no sabe hablar, que no sabe discutir, que no tiene respeto por los demás. Entiendes? La odio!’

Se mantienen un momento en silencio, dejándose llevar por la velocidad constante de la moto, del viento que parece lentamente calmarla. Después Step se echa a reír.

‘Se puede saber que es tan divertido?’

‘Sabes que odio yo?’

‘No, que?’

‘Perder cincuenta euros.’

 

Frente a la gasolinera de la Plaza Euclide, un grupo de muchachos y muchachas están escuchando a un tipo muy divertido. Tendría éxito en un pequeño teatro de cabaret. En vez de eso, decidió tomar economía y comercio aun si frente a los profesores casi siempre se queda mudo. Un poco mas allá, frente a Pandemonium, se citan los chicos aun mas grandes. Llega un BMW z3. Del carro baja una castaña con zapatos perfectos igual que sus piernas. Tiene una chaqueta negra y bermudas doblados de seda translucida. El carro es celeste, y un creador de publicidades no podría crear una mejor imagen para venderlo que esa. Sin embargo, cuando baja el, la magia desaparece. Tiene pocos cabellos en la cabeza y un poco de barriga. Un verdadero productor no lo escogería nunca. Un poco mas adelante, frente al puesto de periódicos, esta parada una camioneta. Dos policías revisan sin mucha convicción algunos documentos de los chicos ahí alrededor, después se van.

Un carro pasa veloz sonando. Una chica de cabellos rubios se acerca por la ventana saludando a alguno y desaparece acelerando por la derecha. Una chica morena entra al Café Shop a comprar cigarrillos.

Después, uno tras el otro, llegan ellos. Sonando y haciendo bulla. Algunos suben con las motos la acera, otros la estacionan, frente a la reja cerrada de Euclide. Babi baja de la moto de Step, se echa los cabellos hacia atrás con la mano. En ese momento se le acerca Pallina.

‘Genial, no?’

‘Que cosa?’

‘Que huimos así, en la noche, sin pagar. Yo nunca lo había hecho. Es divertido. Y son simpáticos ellos, no?’

‘No. Y no me divertí para nada.’

‘Bueno, por una vez…’

‘No es una vez. Lo sabes muy bien. Para ellos es un habito. Pallina, no entiendes. Es como si robaras. Comiendo sin pagar, estas robando.’

‘Un plato de tortellinis y una cerveza. El robo del siglo!’

‘Pallina, cuando no quieres entender no se puede siquiera intentar.’

De repente una mano le da dos golpes no tan ligeros en el hombro: es Maddalena. Mastica un chicle y la mira sonriendo.

‘No deberías estar aquí.’

‘Porque?’

‘Porque yo no quiero que lo estés.’

‘No me parece que esto sea tuyo. Así que no puedes negármelo.’

Babi se voltea hacia Pallina cerrando cualquier discusión. Trata de iniciar una conversación cualquiera. Pero esta vez un empujón violento la obliga a voltearse.

‘Quizás no entendiste. Te debes largar.’ Maddalena golpea con la mano el hombro de Babi. ‘Entiendes?’

Babi suspira. ‘Pero que quieres de mi? Quien te conoce? Quien eres?’

Maddalena alza la voz. Se pone roja. ‘Soy alguien que te golpeara la cara.’ Después se le acerca y le grita cerca de la cara. ‘Entendiste?’

Babi hace una mueca de desprecio. Alrededor de ellas, alguno se puso a mirar que esta sucediendo. Lentamente la gente para de hablar y se les pone alrededor. Todos saben que algo esta por suceder. Babi también lo sabe. Trata de alejarla. Maddalena esta muy cerca, demasiado.

‘Escucha, termina con esto. No me gustan las peleas.’

‘Ah, no te gustan? Entonces quédate en tu casa…’

Maddalena avanza amenazante. Babi alarga los brazos y se los pone en sus hombros tratando de mantenerla alejada.

‘Escucha, ya te lo dije, no quiero discutir…’

‘Que haces?’ Maddalena mira mano de Babi sobre su hombro. ‘Me pones las manos encima? Quita rápido estas manos de aquí!’ y le da un golpe fuerte al brazo de Babi.

‘Esta bien, me largo. Step?’

Babi se voltea para buscarlo. Pero justo en ese momento siente un ardor fuertísimo debajo del pómulo derecho. Algo la ha golpeado. Se voltea. Maddalena esta ahí. Tiene los puños altos, cerrados y amenazantes, y sonríe. El pómulo esta caliente y le duele. Maddalena la golpea con una patada en la barriga. Babi se echa detrás y se voltea para irse.

‘Adonde crees que vas, perra?’

Una patada desde atrás la agarra de pleno en su trasero, empujándola hacia delante. Babi logra no perder el equilibrio. Tiene las lagrimas en los ojos. Continua a caminar lentamente. Alrededor de ella siente las caras que ríen, otras que la miran en silencio, alguno la señala.

Las chicas la ven preocupadas. El sonido del trafico lejano. Después ve a Step. Esta ahí frente a ella. De repente siente los pasos corriendo detrás de ella. Es Maddalena. Cierra los ojos y baja ligeramente la cabeza. La golpeo de nuevo. Se siente ser halada desde atrás de golpe por los cabellos. Gira sobre si misma para no caerse. Se consigue corriendo con la cabeza abajo, empujada por Maddalena, de esa furia gritona que la llena de puños por la cabeza, por el cuello, por la espalda. La piel que sostiene los cabellos parece que quisiera desprenderse y un dolor atroz le llega al cerebro haciéndola enloquecer. Trata de liberarse. Pero cada empujón, cada resistencia son un golpe agudo mas, un dolor fuerte. Entonces la sigue arrinconándola casi. Babi se agarra de la chaqueta de ella, empujando con toda su fuerza, siempre mas cerca siempre mas veloz, sin ver adonde va, sin entender. Después un fuerte sonido de hierro, de metal que se golpea. De repente esta libre. Maddalena termino contra las motos, esta en el suelo, llevándose al suelo con ella un SH 50 y un viejo free. Ahora esta inmóvil ahí abajo mientras una rueda sucia, de rasgos arruinados todavía gira, y una pesada cubierta y el manubrio le pesan mucho. Babi siente la rabia subirle rápido como una marea, como una onda enorme de odio. Siente su cara roja, su respiración rápida, su pómulo golpeado, su cabeza torturada y en un segundo esta encima de ella. Comienza a patearla como un animal, irreconocible. Maddalena trata de alzarse. Babi se dobla sobre ella en la tempestad de puños, cubriéndola por todos lados, gritando, rasguñándola, halándola por los cabellos, dibujando sobre su cuello largas líneas irregulares hechas de sangre. Después dos manos fuertes la tiran desde atrás. Babi se consigue de repente pateando al vacío, meneándose, en el intento de liberarse para volver a golpear, para morder de nuevo, para herir aun mas. Mientras se aleja una ultima patada precisa, pero no a su objetivo, golpea otra moto. Un SH 50 cae lento cerca de Maddalena, ahora exhausta.

‘Oh, mi moto…’ Reclama un inocente.

Mientras se la lleva, Babi mira al grupo. Ahora no ríen mas. En silencio la miran. Dan espacio para dejarla pasar. Se deja llevar hacia atrás abandonándose por ese que se la esta llevando. Y una risa nerviosa sale de ella hacia el cielo. Recuerda esa muchacha alocada que estaba en la mesa. Reía fuerte, aun más fuerte, pero de su boca ahora no siente salir nada.

El viento fresco acaricia su cara. Cierra los ojos. La cabeza le gira. El corazón le late fuerte. Su respiración esta acelerada y ondas violentas de rabia la toman por momentos, aun no calmadas. Algo debajo de ella se detiene. Esta en la moto. Step la ayuda a bajar.

‘Ven acá.’

Están en el puente de vía Francia. Sube los escalones. Se acercan a la fuente. Step bañando la bandana y se la pasa por la cara. ‘Estas mejor?’ Babi hace señal de si con la cabeza. Step se sienta en el muro pequeño ahí cerca, con las piernas abiertas flotando. Se mantiene mirándola sonriente.

‘Quien eras tu? Esa que odiaba los peleones? Los violentos? Menos mal! Si no te apartaba ibas a torturar a la pobrecita.’

Babi da un paso hacia el, después comienza a llorar. Repentinamente, de manera compulsiva. Es como si algo se hubiera roto, una pared, una barrera liberando aquel río de lágrimas y sollozos. Se queda mirándola, alargando las manos, no sabiendo bien q hacer. Después abraza esos pequeños y suaves hombros que tiemblan.

‘Anda, no te pongas así. No es tu culpa. Ella te provoco.’

‘Yo no quería golpearla, no quería hacerle daño. En serio… no quería.’

‘Si, lo se.’

Step le pone una mano debajo del mentón. Agarra una pequeña lágrima salada, después le alza la cara. Babi abre los ojos, moviendo las cejas, sonriendo y riendo, aun nerviosa. Step lentamente se acerca a su boca y la besa. Parece aun mas suave de lo normal, así debajo de el, calida y tierna, ligeramente salada. Y ella se deja llevar buscando comodidad en ese beso, primero dulcemente y después más fuerte, desesperada cuando se esconde en su cuello. Y el siente sus mejillas mojadas, su piel fresca, sus pequeños sollozos escondidos en el fondo.

‘Ahora basta.’ La aparta. ‘Anda, no estés así.’ Step sube en el muro. ‘Si no dejas de llorar me lanzo hacia abajo. En serio.’ Da algunos pasos inseguros sobre el borde de mármol. Alarga los brazos buscando equilibrio. ‘Entonces vas a parar o me lanzo…?’

Muchos metros debajo esta el río tranquilo y oscuro, el agua negra pintada por la noche, los bordes llenos de arbustos. Babi lo mira preocupada, pero todavía solloza.

‘No lo hagas… te lo pido.’

‘Deja de llorar entonces!’

‘No depende de mi…’

‘Entonces adiós…’

Step da un salto y gritando se lanza hacia abajo. Babi corre hacia el borde del muro.

‘Step!’ No se ve nada, solo el correr lento del río llevado por la corriente.

‘Buuu!’

Step sale de debajo del muro y la agarra por la chaqueta. Babi grita.

‘Te la creíste no?’ La besa.

‘Solo faltaba esto. No ves como estoy y te pones a echar broma.’

‘Lo hice a propósito. Un buen susto es aquello que necesitabas.’

‘Eso fue por el sollozo.’

‘Porque, tu no estas sollozando? Anda, ven acá.’

La ayuda a bajar el muro. Se consiguen en la parte de afuera del puente, suspendidos en la oscuridad, sobre un pequeño borde de mármol. Debajo de ellos esta el río, un poco mas lejos se ve la avenida Olímpica iluminada. Envueltos por la penumbra y del lento susurrar de la corriente, se besan de nuevo. Con pasión, llenos de deseo. El le alza la camisa y le toca el seno, liberándolo. Después se abre la camisa y pone su piel suave contra su pecho. Se mantienen así, respirando el calor de los dos, escuchando sus corazones, sintiendo la piel envuelta por el viento fresco de la noche.


Date: 2016-01-05; view: 611


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