Home Random Page


CATEGORIES:

BiologyChemistryConstructionCultureEcologyEconomyElectronicsFinanceGeographyHistoryInformaticsLawMathematicsMechanicsMedicineOtherPedagogyPhilosophyPhysicsPolicyPsychologySociologySportTourism






TRES METROS SOBRE EL CIELO 4 page

‘Te dije que tuvieras cuidado, eres todo un niño eh?, no sabes siquiera beber.’

Chicco comienza a reírse. Step le da un empujón tan fuerte que lo hace volar hacia un mesón bajo, lanzando todo lo que tenia arriba. Después agarra por los bordes el mantel que tiene encima las cosas de beber. Tira fuerte, tratando de hacer como algunos ilusionistas, pero el numero no le sale. Una decena de botellas se derraman volando por los muebles vecinos y encima de los invitados. Algunos vasos se rompen. Step se seca la cara.

Babi lo guarda asqueada.

‘Eres de verdad una bestia.’

‘Tienes razón, tengo ganas de una bella ducha, estoy todo pegostoso. Es culpa tuya, así que la harás conmigo.’

Step se dobla veloz agarrandola por las piernas y cargándola sobre su espalda. Babi se trata de liberar furiosamente.

‘Dejame tranquila, bajame! Ayúdenme!’

Ninguno de los invitados interviene. Brandelli se alza y trata de pararlo. Step le da una patada en la barriga que lo hace terminar contra de un grupo de invitados. Schello ríe como un loco, baila con Lucone dándole golpes en la cabeza a esos que pasan. Alguno reacciona. Cercano al Dj se echa a reír. Roberta, preocupada, se para en la puerta, mirando estupefacta su salón devastado.

‘Disculpa, donde esta el baño?’

Roberta, sin siquiera preocuparse de aquel tipo con una chica en sus espaldas, se lo indica.

‘Por allá.’

Step le agradece y sigue la indicación. Llegan el Siciliano y Hook, cargados de huevos y tomates. Comienzan a lanzar a cuadros, paredes e invitados, sin hacer alguna distinción, lanzando con violencia, para lastimar. Brandelli va donde Roberta.

‘Donde esta el teléfono?’

‘Por allá.’ Roberta indica una dirección opuesta al baño. Le parece de ser un policía que trata de dirigir el trafico, o mejor el caos terrible que han comenzado en su salón. Sin embargo, no tiene la autoridad de darles una multa a todos y apresarlos. Alguno, mas tranquilo o mas villano que los otros, se avecina besándola.

‘Adios Roberta, muchas felicidades. Me lamento, pero nosotros nos vamos, eh?’

‘Por allá.’ Ahora molesta, indica la puerta de la casa de la cual, si no fuera suya, quisiera huir.

‘Paralo, te dije que me bajaras. Haré que me la pagues…’

‘Y quien me castigara? Esa especie de estampilla elegante que se la da de mesonero?’

Step entra en el baño y abre la puerta corrediza de la ducha. Babi se agarra con las manos, tratando de pararlo.

‘No! Ayuda! Ayúdenme!’

Step gira de nuevo, le agarra las manos liberándolas fácilmente.

Babi decide cambiar táctica. Trata de hacerse la tierna.

‘Anda, esta bien, esta bien discúlpame. Ahora bajame, por favor.’

‘Que quieres decir por favor? Me tiraste la Coca-Cola en la cara y ahora me dices por favor?’

‘Esta bien, me he equivocado al lanzártela.’

‘Yo se que te equivocaste.’



Step entra en la ducha, baja terminando directo debajo del chorro. ‘Pero ahora el daño esta hecho. A este punto me debo bañar, sino después dices que soy pegostoso también.’

‘Pero no, que importa.’ Un chorro de agua la golpea en plena cara, ahogándole casi las palabras en la boca. ‘Cretino!’ Babi se agita buscando de huirle al agua, pero Step la tiene firme haciéndola girar para bañarla toda. ‘Dejame, idiota, bajame!’

‘Esta muy caliente?’ Step, sin esperar respuesta, gira la manilla de temperatura que esta justo enfrente de su cara. Lo lleva todo hacia el azul. El agua se vuelve rápidamente fría. Babi grita.

‘Eso es lo que necesitas, una bella ducha helada para calmarte un poco. Sabes que esta muy bien darse duchas heladas y después hirvientes?’ Y regresa el termostato hacia el rojo. El agua comienza a humear. Babi grita aun mas fuerte.

‘Ay! Quema! Cierrala, cierrala!’

‘Mira que de verdad es bueno, abre los poros, facilita la circulación, llega mas sangre al cerebro, así se razona mejor y puedes entender que hay que comportarse bien con la gente… ser buenos y quizás servir una Coca-Cola, no tirarsela en la cara.’

Schello entra en ese momento.

‘Rápido Step, vamonos. Uno ha llamado la policía.’

‘Como lo sabes?’

‘Lo he escuchado. Lucone me ha lanzado un huevo en la frente, fui a lavarme y lo encontré en el teléfono. Lo escuche con mis propios oídos.’

Step cierra la ducha y pone a Babi en el suelo. Schello, mientras tanto, abre algunas gavetas alrededor del espejo. Consigue algunos anillos y cadenas, cosas de poco valor, pero se las mete en los bolsillos igualmente. Babi, con los cabellos en la cara, completamente bañados, esta apoyada en el muro de la ducha buscando recuperar el aliento. Step se quita la camiseta. Agarra una toalla y comienza a lavarse. Abdominales perfectos. Su piel, lisa y estirada, se mueve tensa entre los escalones de sus musculos.

Step la mira sonriendo.

‘Te conviene secarte, sino puedes agarrar un resfriado.’

Babi se quita con la mano los largos cabellos bañados que le cubren la cara. Descubre sus ojos. Están molestos y decididos. Step finge tener miedo.

‘Uy, hagamos como si no dije eso.’ Continua a friccionar sus cabellos. Babi se mantiene sentada en el suelo. Su traje bañado se ha vuelto transparente. Debajo del tejido de flores lila se ven bordados de un sostén claro, quizás combinado con sus panties. Step se da cuenta.

‘Entonces, quieres o no una toalla?’

‘Vete a lavarte el culo.’

‘Que palabras! Pero como, una chica tan buena como tu dice estas cosas? Recuerdame la próxima vez que tomemos una ducha juntos te debo lavar la boca con jabón. Esta claro? Recuerdamelo, eh?’

Escurre la camisa y poniéndosela en los hombros sale del baño.

Babi lo mira al alejarse. En su espalda todavía mojada, algunas pequeñas gotas de agua se deslizan entre los nervios y musculos sobresalientes y bien delineados. Babi agarra un champú que consigue en el suelo y se lo lanza. Sintiendo el ruido, Step baja la cabeza por instinto.

‘Ah, ya entiendo porque estas tan molesta, se me olvido lavarte con champú. Esta bien, pronto regreso.’

‘Vete! Ni lo intentes…’

Babi cierra veloz la puerta transparente de la ducha. Step mira sus pequeñas manos aferradas al vidrio.

‘Toma!’ le lanza el champú por arriba, a través del vidrio abierto en lo alto de la ducha.

‘Yo se que te gusta hacerlo por ti misma… como muchas otras cosas… del resto!’ y después con una risa fuerte sale del baño.

Con la palabra policía, en el salón hay una huida general. La pelea termina rápido. Lucone, el Siciliano y Hook, del pasado mas tormentoso, son los primeros a alcanzar la puerta. Algunos invitados se mantienen en la tierra sangrando. Roberta, en un lado, llora. Otros muchachos ven los energúmenos salir con sus plumas, los Henri Lloyd, cualquier Fay y chaquetas costosas. Bunny, con un extraño sonido a platería, se aleja mas pesado de lo normal. Corren por las escaleras, veloces, haciendo temblar el pasamanos donde se agarran para ayudarse en las curvas. Rompen vasijas costosas con sus elegantes aterrizajes. Vacían los buzones de las cartas con sus patadas precisas, derecha a derecha, gritando y, después de haber robado cualquier silla de moto, desaparecen en la noche.

 

‘Big’ Raffaella pone decidida las cartas sobre el mantel verde, mirando satisfecha a su adversaria. Una mujer con los lentes grandes, al menos como su lentitud.

‘Bajalas ya, mi querida…’

Casi se le caen de las manos. Raffaella se apodera velozmente.

‘Esta la pones aquí, esta es así y esta ultima acá. Esta la pagas toda.’

Hace una cuenta mental veloz, después escribe el resultado parcial en una hoja. Se alza y se pone detrás de la espalda de Claudio apoderándose también se su hielo, y después de cualquier descarto lo convence de intentarlo. También su compañero hace Gin. Raffaella marca feliz los puntos. Si no fuera por el Ander que Claudio se dejo hacer, le hubieran ganado también en la segunda mano. Toma las cartas y comienza a mezclarlas velozmente. La mujer de los lentes grandes ve sus cartas. Hasta en esto no fracasa. Es lentísima. Raffaella no soportaría perder, no tanto por el puntaje, porque esta bastante adelantada, sino porque repartir las cartas le tocaría a esa mujer. En las mesas cercanas, una cadena perdedora que lleva mucho tiempo convence a alguien de cambiarse, culpando así a todas esas cosas negativas de la mala suerte. Algún otro usa el cenicero, apenas vaciado por la dueña de la casa. Un abogado se sirve un whisky, exactamente justo hasta el final de los diseños del vidrio. La medida justa para ganar, manteniendose más o menos sobrios. Algunas parejas aparentemente mas enamoradas que otras se intercambian un saludo afectuoso antes de volver a prestar atención a las cartas en mano. En realidad es mas una especie de ritual mágico en vez que un desinteresado ‘te quiero’. Cualquier pareja se va, justificándose con tener que madrugar temprano o que los hijos no han llegado todavía. En realidad, o el ha estado mal últimamente o ella se ha fastidiado esa noche. Entre estos también se encuentran Marina y Filippo. Saludan a todos, agradeciendo a la dueña de la casa, mintiendo acerca de la esplendida velada. Marina besa a Raffaella después, con una sonrisa mas larga de lo normal, recuerda la promesa secreta con respecto a las hijas.

Del portón 1130 de la calle Cassia sale un grupo de invitados. Comentando lo sucedido. Un muchacho parece tener mas cosas que contar que el resto. Seguramente tiene razón, a juzgar por su labio hinchado. Después de diversas, estupidas e inútiles preguntas, la policía se marcho de la casa de Roberta. La única que sabia algo era una tal Francesca, que viendo la fiesta destruirse se marcho rápidamente, llevándose con ella su cartera vacía y los nombres de los culpables.

En el caos general, Palombi y Daniela, junto con el resto de los invitados, huyeron. Babi, completamente mojada, había perdido a su hermana. Compensándolo, Roberta le consiguió un pantalón que le quedan muy bien y un suéter de su hermano mayor que le queda casi dos veces su talla.

‘Deberias ir así mas seguido a las fiestas, te ves fascinante.’

‘Chicco, todavía tienes ganas de bromear?’ Los dos salen del portón. ‘Perdi a mi hermana y he arruinado el vestido Valentino.’

Muestra un elegante empaque plástico con un nombre diferente de aquel del vestido mojado pero igualmente famoso.

‘Y como si no fuera suficiente, si mi mama ve que regreso a casa con los cabellos mojados, habrá problemas.’ Las mangas del suéter le cubren sus pequeñas manos. Babi se las remanga, tirandolas hasta el codo. Después de apenas un paso, bajan de nuevo desagradablemente.

‘Ese es, es el.’ Detrás de las cajas de limpieza Schello indica decidido a chico Brandelli. Step lo mira.

‘Estas seguro?’

‘Segurisimo. Lo he escuchado con mis orejas.’

Step reconoce a la chica que esta con ese infame, aun si su disfraz es perfecto. No se olvida tan fácilmente a una mujer que insiste tanto para bañarse contigo.

‘Vamos a avisar a los demás.’

Babi y Chicco van hacia una calle pequeña.

‘Ahora, tu porque no interviniste cuando ese idiota me metió bajo la ducha?’

‘Que iba a saber yo, en ese momento fui a llamar a la policía.’

‘Ah, fuiste tu?’

‘Si, la situación se estaba saliendo de control, todos golpeándose… has visto a Andrea Mannelli, el labio como se lo pusieron?’

‘Si, pobrecito.’

‘Pobrecito? Ese se casaría con ese labio, imaginate. Quien sabe que contara después. El solo contra todos, el héroe de la velada. Lo conozco como mis bolsillos. Aquí estamos, esta es.’

Se paran de frente a un auto. Las flechas brillan mientras los seguros se sueltan al mismo tiempo. Es un tipo de alarma común, a diferencia de la BMW: ultimo modelo, nueva. Chicco le abre la puerta. Babi mira el interior perfecto, en madera oscura, los asientos de piel.

‘Te gusta?’

‘Mucho.’

‘La traje para ti. Sabia que te habría acompañado a casa esta noche.’

‘En serio?’

‘Cierto! En realidad todo fue estudiado. Aquel grupo de cretinos los llame yo. Imaginate, todo ese alboroto fue hecho solo para que pudiera estar yo a solas contigo.’

‘Bueno, entonces la historia de la ducha te la podías haber ahorrado, al menos hasta cuando la ropa estuviera a la altura de la situación, no?’

Chicco ríe y cierra la puerta de Babi, después da la vuelta, se monta en el carro y sale.

‘En general, me he divertido esta noche. Si no hubiera sido por ellos, esa fiesta hubiera sido el usual velorio.’

‘No creo que Roberta piense lo mismo.’ Babi pone educadamente a sus pies el empaque plastificado. ‘Le han destruido la casa!’

‘Entenderas, que habrá, cualquier daño menor. Deberá repulir los muebles y mandar a la tintorería las cortinas.’

Un sonido fuerte y sordo, duro, de hierro, rompe la atmósfera de elegancia y armonía en el interior del carro.

‘Que paso?’ Brandelli mira en el espejo lateral. De repente aparece la cara de Lucone. Se da cuenta de las risas. Detrás de el, Hook alza los pies y le da otro violento golpe al automóvil.

‘Son esos locos! Rápido acelera.’ Chicco acelera y comienza a correr. Las motos ligeramente agarran rápido velocidad y se mantienen al lado. Babi preocupada voltea a mirar detrás. Todos están allí, Bunny, Pollo, el Siciliano, Hook, con sus motos potentes, y en el medio esta Step. La chaqueta de cuero se infla abriéndose y mostrando su pecho desnudo. Step le sonríe. Babi vuelve a mirar al frente.

‘Chicco, corre lo vas rápido que puedas, tengo miedo!’

Chicco no responde y continua a manejar continuamente empujando el acelerados, bajando por el final de la calle Cassia, en el frió de la noche. Pero la motos siguen ahí, a espaldas del carro, no se separan. Bunny acelera, Pollo extiende la pierna y con una patada golpea el faro posterior. El Siciliano da una patada a la puerta trasera izquierda, rayándola toda. Las motos se doblan a toda velocidad, alejándose y acercándose al carro, golpeándolo con fuerza. Sonidos sordos y no piadosos le llegan a los oídos de Chicco.

‘Coño, me la están destruyendo!’

‘Chicco no te atrevas a pararte, que después te destruyen a ti!’

‘No, pero les puedo decir alguna cosa.’ Oprime el botón de la ventanilla eléctrica, abriéndolo a la mitad. ‘Escuchen muchachos’ grita mientras trata de mantener la calma y sobretodo manejar bien.

‘Este carro es de mi padre y si…’ Un escupitajo lo golpea en plena cara.

‘Yahooo!, lo logre, cien puntos!’ Pollo salta detrás de Bunny, alzando los brazos al cielo en señal de victoria.

Chicco, desesperado, se lava con un paño de tela mas costoso y verdadero que los guantes de Pollo. Babi mira asqueada aquella escupida obstinada, que se apega con dificultad a su cara, después oprime el botón cerrando la ventanilla antes de que la mira de Pollo busque disparar algo mas.

‘Trata de llegar al centro, quizás encontremos la policía.’

Chicco lanza atrás el paño y continua a manejar. Comienzan a llegar los ruidos de carrocería golpeada y faros rotos. Cada uno de estos, piensa, son centenares de euros en daños y largos regaños de mi padre. Entonces, tomado por una rabia repentina, Chicco comienza a reír, como un loco, casi preso de una crisis histérica.

‘Quieren la guerra? Bien, la tendrán! Los golpeo a todos, los aplasto como ratas!’

Le da un golpe al volante, el auto va a la derecha, después da un giro a la izquierda. Babi se agarra de la manecilla de la puerta, aterrorizada. Step y los demás, viendo el carro que moviéndose, se alejan frenando y acelerando contemporáneamente.

Chicco mira en el espejo retrovisor. El grupo esta allí, detrás de el, siempre acechando.

‘Tienen miedo, eh? Bien, tomen esto!’ Presiona de repente el freno. Se siente el ABS. La maquina se para casi, aquellos con las motos a los lados la esquivan siguiendo derecho. Schello, que esta en el medio, trata de frenar, pero su Vespa con las ruedas lisas se mete en frente y termina contra el vidrio trasero. Schello cae a tierra. Chicco comienza a correr de nuevo a toda velocidad. Las motos, que se colocaron enfrente del auto se alejan por miedo a ser embestidos. Los otros se paran a socorrer al amigo.

‘Que hijo de perra!’ Schello se alza, tiene todos los pantalones rotos a la altura de la rodilla derecha. ‘Miren acá.’

‘Entenderas que con el salto que has dado te ha ido bien. Al menos solo tienes la rodilla raspada.’

‘Que carajo me importa la rodilla, aquel idiota me arruino los Levi’s, me los compre anteayer.’

Todos ríen, divertidos y despreocupados, por el amigo, que no ha pedido la vida y mucho menos las ganas de bromear.

‘Yahooo, lo he jodido, les he ganado a esos bastardos!’

Chicco golpea las manos felizmente sobre el volante. Mira de nuevo el espejo retrovisor. Solo un carro lejano. Se vuelve a asegurar. No hay nadie. ‘Idiotas, Idiotas!’ Salta en la silla. ‘Les di lo suyo!’

Después se recuerda de Babi a su lado. ‘Como estas?’ Regresa a enseriarse mirándola preocupado.

‘Mejor, gracias.’ Babi se agarra de la manilla de la puerta arreglándose normal. ‘Pero ahora quiero irme a mi casa.’

‘Te llevo rápido.’

Se para un momento en el Stop, después continua por el Puente Milvio. Chicco la mira de nuevo: los cabellos mojados le bajan por la espalda, sus ojos azules miran al frente todavía un poco asustados.

‘Lo siento por lo que paso. Te asustaste mucho?’

‘Bastante.’

‘Quieres tomar algo?’

‘No, gracias.’

‘Bueno, igual debo pararme un momento.’

‘Como quieras.’

Chicco se para. Coloca el carro cerca de una fuente pequeña enfrente de una iglesia, se echa un poco de agua en la cara, quitándose los últimos posibles rastros de la saliva de Pollo. Después deja que el viento fresco de la noche le acaricie la cara mojada, relajándose. Cuando reabre los ojos, afronta la realidad. Su carro, o mejor dicho, el carro de su papa.

‘Hijos de…’ Susurra hacia su mismo, y fingiendo indiferencia le da un giro al carro, observa los daños, quita pedazos de faros rotos. Las puertas están todas llenas de golpes, el parachoques rayado. En algunos puntos se daño mucho la pintura. Hace una especie de cuenta mental. Por los mil euros. Si hubiera ido al programa ese donde se adivina el precio justo, no lo habrían seleccionado a el aun si estuviera en el publico. Le lanza una sonrisa a Babi, un poco forzada.

‘Bueno, hay que arreglarla un poco, tiene unas cuantas cositas.’

No da tiempo a terminar la frase. Una moto azul marino oscura, con las luces apagadas lo ha seguido hasta allí, se para rugiendo a un paso de el. Chicco no logra siquiera girarse y viene empujado con violencia hacia el capo del carro. En la cuenta se añaden al menos otros quinientos euros. Step se le lanza encima con todo el peso de su cuerpo, dándole puñetadas en la cara, violentas, tratando de golpear la boca, lográndolo.

Los labios comienzan rápido a sangrar.

‘Ayuda! Ayuda!’

‘Así la próxima vez aprendes a tener la boca cerrada, gusano, infame, pedazo de…’ Y mas puños, uno después del otro, golpeándole la cabeza contra el capo, haciendo siempre mas daño. Ahora, aparte del mecánico, el padre deberá pagar también un dentista.

Babi baja del carro y, llevada por la rabia, comienza a golpear a Step con puños y patadas, dándole en la cabeza con el empaque plastificado del vestido.

‘Dejalo! Villano! Para!’

Step se voltea y la aleja con un empujón violento. Babi va hacia atrás, tropieza con la acerca y pierde el equilibro terminando en tierra. Step se queda mirándola un momento. Chicco aprovecha y trata de entrar en el carro. Pero Step es mas veloz.

Se lanza encima de la puerta bloqueándole el pecho. Chicco grita del dolor. Step lo agarra a golpes. Babi se alza del suelo adolorida. Comienza a gritar ella también buscando ayuda. Justo en ese momento pasa un carro. Son los Accado.

‘Filippo, mira! Que sucede? Pero esa es Babi, la hija de Raffaella!’

Filippo frena y baja del carro, dejando la puerta abierta. Babi corre hacia el gritando:

‘Separenlos, rápido, se están masacrando!’

Filippo se lanza hacia Step agarrandolo por detrás. ‘Quiero, déjalo tranquilo!’ Lo abraza, alejándolo de la puerta. Chicco finalmente libre de esa morsa, se masajea el pecho doloroso y entonces, aterrorizado, se monta en el carro y huye a toda velocidad.

Step, buscando liberarse de los brazos del señor Accado, se dobla hacia delante y lanza con fuerza la cabeza hacia detrás. Lo golpea en plena cara. Los lentes del señor Accado vuelan rompiéndose, justo como su cavidad nasal que comienza a sangrar. Filippo asustado, con las manos en la nariz, perdiendo sangre, sin saber donde ir. Ahora, repentinamente miope de nuevo, casi llora por el dolor. Marina corre en ayuda de su marido.

‘Delincuente, desgraciado! No te acerques, no te atrevas a tocarlo!’

Y quien quiere tocarlo! Quien se esperaba que fuera un viejo ese loco que le salto a las espaldas. Step mira en silencio esa mujer gritona.

‘Entendiste vándalo? Esto no termina aquí!’ Marina ayuda al marido a entrar al carro, después se sienta de conductora y se aleja con cualquier dificultad. La señora Accado maneja casi nunca, solo en casos excepcionales. Y ese lo es. No sucede todo el tiempo que el marido se pone a pelear en la calle.

Babi se coloca enfrente de Step.

‘Eres una bestia, un animal, me das asco! No tienes respeto por nada ni nadie.’

El la mira sonriendo. Babi mueve la cabeza.

‘No pongas esa cara de estupido.’

‘Se puede saber que quieres de mi?’

‘Nada, que puedo querer, que se le puede pedir a una bestia? Has golpeado a un señor, uno mas grande que tu.’

‘Primero, el me puso las manos encima, segundo, que coño sabia yo que era un señor? Tercero, peor para el que se mete en cosas que no le incumben.’

‘Ah si? Entonces uno que se mete en cosas que no le incumben tu lo golpeas en la cara, lo caes a puños! Cállate! Usaba lentes, ve…’ Agarra lo que queda de los lentes.

‘Se los rompiste, estas feliz? Sabes que es una ofensa golpear a alguien con lentes?’

‘Todavía? Ese cuento lo he oído desde que nací. Pero quien dijo esta cosa de los lentes?’ Step va hacia la moto, se monta. ‘Seguramente lo invento uno que usaba lentes villano, uno que tiene miedo de caerse a golpes, que por esto, usa lentes y cuenta estupideces.’ Step prende la moto.

‘Bueno, me despido.’ Babi mira alrededor. No pasa ninguno. La plaza esta desierta.

‘Como que te despides?’

‘Bueno como quieras, no me despido.’

Babi suspira molesta.

‘Y yo, como regreso a casa?’

‘Y que coño se yo? Puedes hacer que te acompañe el amigo tuyo, no?’

‘Imposible, lo has asustado, hiciste que huyera.’

‘Ah, ahora es culpa mía.’

‘Y de quien mas? Anda, déjame subir.’ Babi va hacia la moto, alza las piernas de lado para montarse atrás. Step gira el manubrio. La moto se mueve ligeramente. Babi lo mira. Step se gira para observar su mirada. Babi trata de nuevo a montarse pero Step es mas veloz que ella y vuelve a adelantar la moto. ‘Anda, parate un momento. Pero que, eres cretino?’

‘Eh no, querida. Soy una bestia, un animal, te doy asco y ahora quieres montarte conmigo? Detrás de uno que no tiene respeto por nadie ni por nada? No, muy fácil! Se quiere coherencia en este mundo, coherencia.’

Step la mira seriamente, como si le hubieran dado una cachetada.

‘De una así, nunca puedes aceptar un pasaje.’

Babi entrecierra los ojos, esta vez por el odio que siente.

Después se encamina segura por la calle Farnesina.

‘Tengo razón o no?’

Babi no responde. Step ríe para si mismo, después acelera y la alcanza. Le camina a las espaldas, sentado en su moto. ‘Disculpa, yo lo hago por ti. Después te lamentas de haber aceptado. Es mejor que te quedes con tus ideas. Yo soy una bestia y tu caminas hacia tu casa, estas de acuerdo?’

Babi no responde, atraviesa la calle, mirando derecho al frente. Se monta en la acera. Step hace lo mismo. Se alza en puntillas para no golpear la moto. ‘Cierto…’ continua a acompañarla con la moto.

‘Pero, sin embargo, si me pides disculpas, te arrepientes de lo que dijiste, y dices que te equivocaste… entonces no habría problema… yo te podría acompañar, porque en ese caso habría coherencia.’

Babi atraviesa de nuevo la calle. Step la sigue. Acelera un poco acercándosele, con una mano le agarra el suéter.

‘Entonces? Es fácil, mira, repite conmigo: lo siento…’

Babi le da un codazo, se libera de el y comienza a correr.

‘Hey, que modales!’ Step acelera y la alcanza poco después.

‘Entonces quieres caminar hasta tu casa? A propósito, donde vives? Lejos? Ah, entendí, quieres adelgazar. Si, de hecho tienes razón, no fue tarea fácil alzarte debajo de la ducha.’ Se le adelanta sonriéndole.

‘Y después, si quieres hacer otras cosas es mejor que pierdas cualquier kilito, no quisiera cansarme todos los días haciendo cosas así, eh? Porque yo ya se como eres. El clásico tipo de mujer que le gusta estar arriba, verdad? Entonces tienes que adelgazar a juro, sino con todo ese peso me aplastas.’

Babi no puede mas. Agarra una botella que consigue en una esquina y se la lanza tratando de golpearlo. Step frena de golpe y baja de lado. La botella le pasa casi encima, pero la moto se apaga y cae de lado. Step alza el manubrio con fuerza, logrando pararla antes de que toque tierra. Babi comienza a correr. Step pierde un poco de tiempo encendiendo la moto.

De una calle lateral sale, justo en ese momento, un tipo con una Golf viejo modelo. Mira a Babi correr sola y se le acerca.

‘Hey, rubia bella, necesitas la cola?’

‘Hey, horrible estupido, quieres un coñazo en la boca?’

El tipo mira a Step que repentinamente se para entre los dos. Entiende que mejor se aleja. Se marcha moviendo la cabeza como indignado.

Alza el brazo derecho, tratando de poner una actitud no muy definida, fingiendo ser superior para no admitir que se acobardo. Step mira como se aleja, después supera a Babi y se pone enfrente.

‘Dale, montate, basta con este juego.’

Ella trata de seguir derecho. Step la acorrala con la moto hacia el muro. Babi trata de pasarle por detrás. Step la agarra por el suéter.

‘Te dije que te subieras!’

La empuja molesto hacia el. Babi aleja la cara asustada. El mira esas ojos profundos que lo miran atemorizados. Lentamente la deja ir, después le sonríe.

‘Dale, te llevo a tu casa, sino esta noche terminara con que pelee con medio mundo.’

En silencio, sin decir nada de donde vive, se monta detrás de el. La moto sale veloz, con rabia, adelantando al frente. Babi lo abraza por instinto. Sus manos terminan, sin quererlo, debajo de la chaqueta. Su piel es fresca, su cuerpo calido en el frió de la noche. Babi siente deslizarse debajo de sus dedos músculos bien delineados. Se alternan perfectamente a cada pequeños movimiento. El viento le corre por los cachetes, los cabellos mojados ondean en el aire. La moto se dobla, ella lo abraza mas fuerte y cierra los ojos. El corazón el comienza a batir fuerte. Se pregunta si es miedo. Siente el ruido de algunos carros. Están ahora en una calle mas grande, hace menos frió, voltea la cara y apoya su cara en su espalda, siempre sin mirar, dejándose llevar por ese subir y bajar, de ese sonido potente que siente debajo de ella. Después nada mas. Silencio.


Date: 2016-01-05; view: 520


<== previous page | next page ==>
TRES METROS SOBRE EL CIELO 3 page | TRES METROS SOBRE EL CIELO 5 page
doclecture.net - lectures - 2014-2024 year. Copyright infringement or personal data (0.018 sec.)