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PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA

Me moriré en París con aguacero,

un día del cual tengo ya el recuerdo.

Me moriré en París y no me corro

tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso

estos versos, los húmeros me he puesto

a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,

con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban

todos sin que él les haga nada;

le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos

los días jueves y los huesos húmeros,

la soledad, la lluvia, los caminos...

 

¡Dulzura por dulzura corazona!

¡Dulzura a gajos, eras de vista,

esos abiertos días, cuando monté por árboles caídos!

Así por tu paloma palomita,

por tu oración pasiva,

andando entre tu sombra y el gran tezón corpóreo de tu sombra.

Debajo de ti y yo,

tú y yo, sinceramente,

tu candado ahogándose de llaves,

yo ascendiendo y sudando

y haciendo lo infinito entre tus muslos.

(El hotelero es una bestia,

sus dientes, admirables; yo controlo

el orden pálido de mi alma:

señor, allá distante... paso paso... adiós, señor...

Mucho pienso en todo esto conmovido, perduroso

y pongo tu paloma a la altura de tu vuelo

y, cojeando de dicha, a veces,

repósome a la sombra de ese árbol arrastrado.

Costilla de mi cosa,

dulzura que tú tapas sonriendo con tu mano;

tu traje negro que se habrá acabado,

amada, amada en masa,

¡qué unido a tu rodilla enferma!

Simple ahora te veo, te comprendo avergonzado

en Letonia, Alemania, Rusia, Bélgica, tu ausente,

tu portátil ausente,

hombre convulso de la mujer temblando entre sus vínculos.

¡Amada en la figura de tu cola irreparable,

amada que yo amara con fósforos floridos,

quand on a la vie et la jeunesse,

c'est déjá tellement!

Cuando ya no haya espacio

entre tu grandeza y mi postrer proyecto,

amada,

volveré a tu media, has de besarme,

bajando por tu media repetida,

tu portatil ausente, dile así...

 

La vida, esta vida

me placía, su instrumento, esas palomas...

Me placía escucharlas gobernarse en lontananza,

advenir naturales, determinado el número,

y ejecutar, según sus aflicciones, sus dianas de animales.

Encogido,

oí desde mis hombros

su sosegada producción,

cave los albañales sesgar sus trece huesos,

dentro viejo tornillo lincharse el plomo.

Sus paujiles picos,

pareadas palomitas,

las póbridas, hojeándose los hígados,

sobrinas de la nube... Vida! Vida! Esta es la vida!

Zurear su tradición rojo les era,

rojo moral, palomas vigilantes,

talvez rojo de herrumbre,

si caían entonces azulmente.



Su elemental cadena,

sus viajes de individuales pájaros viajeros,

echaron humo denso,

pena física, pórtico influyente.

Palomas saltando, indelebles

palomas olorosas,

manferidas venían, advenían

por azarosas vías digestivas,

a contarme sus cosas fosforosas,

pájaros de contar,

pájaros transitivos y orejones...

No escucharé ya más desde mis hombros

huesudo, enfermo, en cama,

ejecutar sus dianas de animales... Me doy cuenta.

 

Hasta el día en que vuelva, de esta piedra

nacerá mi talón definitivo,

con su juego de crímenes, su yedra,

su obstinación dramática, su olivo.

Hasta el día en que vuelva, prosiguiendo,

con franca rectitud de cojo amargo,

de pozo en pozo, mi periplo, entiendo

que el hombre ha de ser bueno, sin embargo.

Hasta el día en que vuelva y hasta que ande

el animal que soy, entre sus jueces,

nuestro bravo meñique será grande,

digno, infinito dedo entre los dedos.

 

Por último, sin ese buen aroma sucesivo,

sin él,

sin su cuociente melancólico,

cierra su manto mi ventaja suave,

mis condiciones cierran sus cajitas.

¡Ay, cómo la sensación arruga tánto!

¡ay, cómo una idea fija me ha entrado en una uña!

Albino, áspero, abierto, con temblorosa hectárea,

mi deleite cae viernes,

mas mi triste tristumbre se compone de cólera y tristeza

y, a su borde arenoso e indoloro,

la sensación me arruga, me arrincona.

Ladrones de oro, víctimas de plata:

el oro que robara yo a mis víctimas,

¡rico de mí olvidándolo!

la plata que robara a mis ladrones,

¡pobre de mí olvidándolo!

Execrable sistema, clima en nombre del cielo, del bronquio y la

[quebrada,

la cantidad enorme de dinero que cuesta el ser pobre...

 


Date: 2016-01-05; view: 479


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