Home Random Page


CATEGORIES:

BiologyChemistryConstructionCultureEcologyEconomyElectronicsFinanceGeographyHistoryInformaticsLawMathematicsMechanicsMedicineOtherPedagogyPhilosophyPhysicsPolicyPsychologySociologySportTourism






ARMAS Y TÉCNICAS DE COMBATE 6 page

 

12. EVITA LAS ZONAS URBANAS: No importa cuáles sean tus posibilidades de sobrevivir durante una infestación; sin lugar a dudas, disminuirán en un 50 o un 75 % cuando atra­vieses una zona urbana. El hecho simple es que en un lugar donde vivan más personas habrá más muertos. Cuantos más edificios haya, podrán acechar más lugares. Estos edificios, además, dificultan el campo de visión. Las superficies de duro hormigón, a diferencia del suelo blando, no permiten amortiguar las pisadas. Añádele las posibilidades de tirar algo, de tropezar con los restos o de pisar un cristal roto y tienes la receta de un viaje muy ruidoso.

Además, como ya se ha puesto de relieve y volverá a ponerse en este capítulo, la posibilidad de que te atrapen, te arrinconen o seas rodeado de otro modo en una zona urbana es infinitamente mayor de lo que puede serlo en una zona salvaje. Olvida por un momento que tu problema quizá sean los muertos vivientes. ¿Qué hay del fuego amigo, con otros humanos escondidos en los edificios o con las bandas arma­das de cazadores que te confunden con un zombi? ¿Qué hay del fuego que los cazadores empiezan de modo acci­dental o intencionado? ¿Qué hay de los vertidos quími­cos, el humo tóxico u otras consecuencias peligrosas de las guerras callejeras? ¿Qué hay de la enfermedad? Recuerda que los cuerpos tanto de los humanos muertos como de los zombis despachados podrían llevar abandonados semanas, Los microorganismos mortales que portan y que se propa­gan por el viento pueden ser un peligro para la salud tan potente como cualquier otro que se encuentre por las calles. A menos que tengas alguna razón legítima (un intento de rescate u obstáculos insuperables en el otro lado, no una oportunidad inmediata para saquear) mantente lejos de las ciudades a toda costa.

 

 

EQUIPO

 

Ir ligero de equipaje es esencial para tu viaje. Antes de empa­quetar nada, hazte una pregunta: «¿De verdad necesito esto'.-'». Una vez que recopilas tu equipo, revisa la lista y hazte de nuevo esa pregunta. Una vez que hayas hecho esto, hazlo de nuevo. Por supuesto, llevar poco equipaje no quiere decir que te hagas con una pistola del calibre 45, cojas un poco de cecina y una botella de agua y te dirijas carretera abajo. El equipo será vital, mucho más que en otros escenarios donde estás encerrado en un lugar (una prisión, un colegio, en tu propia casa) donde abundan las provisiones. El equipo que lleves contigo puede ser todo lo que tengas. Cargarás sobre tu espalda tu hospital, tu despensa y tu armería. Lo que sigue es una lista del equipo estándar que necesitarás para un viaje con éxito. El equipo específico como los esquís alpinos, el filtro solar o la mosquitera debería añadirse dependiendo de tu entorno.



  • Mochila
  • Botas de montaña fiables (que ya estén usadas)
  • Dos pares de calcetines
  • Una botella de agua de un litro de boca ancha
  • Pastillas para purificar el agua*
  • Cerillas a prueba de viento y agua
  • Pañuelo para el cuello o la frente
  • Mapa**
  • Brújula**
  • Linterna pequeña (de pilas AAA) con lentes revestidas
  • Poncho
  • Espejo pequeño para hacer señales
  • Petate o saco de dormir (llevar los dos será demasiado incó­modo)
  • Gafas de sol (con lentes polarizadas)
  • Kit pequeño de primeros auxilios*
  • Navaja suiza o multiusos
  • Radio portátil con auriculares
  • Cuchillo
  • Prismáticos**
  • Arma de fuego principal (preferiblemente, una carabina semiautomática)
  • Cincuenta cartuchos (si es un grupo, treinta por persona)
  • Kit de limpieza**
  • Arma de fuego secundaria (preferiblemente, una pistola del calibre 22)*
  • Veinticinco cartuchos*
  • Arma de mano (preferiblemente, un machete)
  • Bengalas**

 

*no necesario en grupos

** cargado sólo por una persona si es en grupo

 

Además, todos los grupos deberían llevar:

  • Arma balística con silenciador (preferiblemente un arma de fuego silenciada o una ballesta)
  • Munición extra para quince muertes (si el arma difiere del arma de fuego estándar)
  • Visor telescópico
  • Kit de medicina mediano
  • Transmisor-receptor con auriculares
  • Desencofrador (en lugar de un arma de mano)
  • Bomba para purificar el agua

 

Una vez que has elegido tu equipo, asegúrate de que todo funciona. Pruébalo todo, una y otra vez. Ponte la mochila durante un día entero. Si el peso es demasiado en la comodidad de tu fortaleza, imagina cómo será después de un día entero de caminata. Algunos de estos problemas pueden resolverse eligiendo objetos que combinen varias herramientas (algunas radios portátiles vienen equipadas con linternas, los cuchillos de supervivencia llevan brújulas, etc.).

Aplica esta filosofía de ahorrar espacio al elegir las armas también. Un silenciador para un arma que ya existe requiere menos espacio que un arma completamente nueva, como un ballesta y saetas extras. Llevar el equipaje un día entero te dará también una idea de dónde puede provocarte una erupción por el roce, dónde debes ajustar más las correas y cuál es la mejor manera de asegurar el equipo.

 

 

VEHÍCULOS

 

¿Por qué andar cuando puedes conducir? Los estadounidenses se han obsesionado siempre con la idea de la maquinaria de ahorro de trabajo. En todos los niveles de vida, la industria ludí I en una carrera interminable por inventar y perfeccionar máqui­nas que hagan las tareas del día a día más rápidas, más fáciles y más eficientes. ¿Y cuál podría ser la deidad más importante para la tecno-religión estadounidense sino un automóvil? Da igual cuál sea nuestra edad, sexo, raza, posición económica o situa­ción geográfica; nos han enseñado que esta máquina omnipotente, dentro de sus formas maravillosas, es la respuesta a nuestras plegarias. ¿Por qué no sería esto cierto durante un brote zombi? ¿No tendría sentido simplemente conducir a toda velo­cidad a través de un territorio hostil? La duración del viaje se reduciría de días a meramente horas. El almacenamiento del equipaje ya no sería un problema. ¿Y qué peligro supondrían los zombis cuando podrías simplemente atropellarlos? Estas son ventajas poderosas, sin duda, pero con ellas vienen multitud de problemas igualmente poderosos.

Ten en cuenta el consumo de gasolina. Puede que haya pocas gasolineras y que se encuentren muy lejos entre sí. Lo más seguro es que las que encuentres habrán sido vaciadas mucho tiempo atrás. Aunque determines el kilometraje exacto de tu vehículo, lo llenes con gasolina extra e incluso planifiques el camino exacto, no llegarás muy lejos.

¿Cómo sabrás qué camino te conducirá a un sitio seguro? Estudios realizados tras una infestación, especialmente en América del Norte, han mostrado que la mayoría de las carreteras acaban bloqueadas por vehículos abandonados. Otros obstácu­los adicionales pueden incluir puentes destruidos, montones de escombros y barricadas abandonadas por defensores desespera­dos. Conducir por zonas que no están pavimentadas presenta el mismo o incluso mayor desafío. (Véase «Clases de terreno», pp. 145-154) Conducir por el campo, buscando un camino abierto hacia la libertad, es la mejor forma de agotar la gasolina. Más de un vehículo ha sido encontrado solo en campo abierto, con el tanque vacío y el interior salpicado de sangre.

Imagina una avería. Muchos occidentales cuando llevan sus vehículos a países del Tercer Mundo, empaquetan, normal­mente, un juego completo de piezas de repuesto. El razona­miento tras esto es simple: el automóvil es una de las máquinas más complejas de la Tierra. En carreteras malas, sin el conve­niente taller de coches, esta máquina puede convertirse rápida­mente en un montón de chatarra inútil.

Además está el ruido. El rugido del motor en una zona infes­tada puede parecer atractivo cuando las cosas van bien. Pero un motor encendido, por muy bueno que sea el silenciador, genera más ruido que el paso más estridente de un humano. Si te encuentras en un vehículo que por cualquier razón no puede avanzar ni un metro más, ¡coge tu equipo y corre! Hasta este momento, has estado anunciando tu presencia a cada gul de la zona. Ahora que tu movilidad mecanizada ha desaparecido, buena suerte evitándolos.

Aparte de estos avisos, la tentación de un transporte motori­zado puede parecer irresistible. La siguiente es una breve lista de los vehículos más comunes y sus ventajas y desventajas.

 

1. El turismo

Lo que se conoce de otro modo como «coche» tiene miles de variantes. Esto hace difícil generalizar sobre sus ventajas y desventajas. Al elegir, fíjate en el consumo de gasolina por kilómetro, el espacio para almacenar tu equipo y la durabili­dad. Si los turismos tienen un gran inconveniente es la falta de capacidad para manejarlos en todo tipo de terrenos. Como se ha comentado anteriormente, la mayoría de las carreteras esta­rán bloqueadas, atascadas o destruidas. Si tienes un turismo, imagina cómo te las arreglarías para atravesar un campo. Ahora añádele nieve, barro, rocas, tocones de árboles, fosos, lechos de riachuelos y una variedad de basura oxidada y abandonada. Lo más seguro es que tu turismo no llegaría demasiado lejos. Con demasiada frecuencia, el terreno que hay alrededor de una zona intestada se ha llenado de turismos averiados o inmovilizados.

 

2. El todoterreno

Con una economía en auge combinada con una abundancia de gasolina barata, los años 90 presenciaron una explosión de este tipo de vehículos; monstruos de la carretera evocaban la edad de oro del automóvil de los años 50, cuando lo grande siem­pre era lo mejor. A primera vista, parecen ser el medio ideal para escapar. Con la capacidad todoterreno de un vehículo mili­tar y la comodidad y fiabilidad de un turismo, ¿qué puede ser mejor para huir de los no muertos? La respuesta: muchas cosas. A pesar de su apariencia, no todos los todoterrenos están equi­pados para conducirlos en toda clase de terreno. Muchos fueron fabricados para un consumidor que jamás contempló llevar su todoterreno más allá de su vecindario. ¿Pero qué hay de la seguridad? ¿No debería ofrecer más protección la increíble masa de un vehículo tan grande? De nuevo, la respuesta es no. Repetidos estudios del consumidor han mostrado que muchos todoterre­nos poseen estándares de seguridad muy por debajo de muchos turismos de tamaño medio. Dicho esto, algunos de estos vehícu­los son en realidad lo que aparentan ser: herramientas excelen­tes, resistentes y de fiar que pueden soportar condiciones impla­cables. Investiga tus opciones con atención para que puedas diferenciar entre estos modelos genuinos y los que consumen mucha gasolina, fabricados pensando en la estética, piezas de vanidad irresponsablemente comercializadas.

 

3. El camión

Este tipo se refiere a vehículos de carga de tamaño mediano, desde furgonetas a camiones de reparto y a caravanas. Con un consumo alto de gasolina por kilómetro, con una capacidad todo-terreno limitada (dependiendo del modelo) y con un inmenso e incómodo tamaño, estos vehículos pueden considerarse la peor elección como transporte. En muchos casos, los camiones se han atascado tanto en lugares urbanos como en campo abierto, transformando a sus ocupantes en comida en lata.

4. El autobús

Al igual que el tipo ante­rior, estos monstruos gran­des de la carretera pueden presentar tantos peligros para sus conductores como para los muertos vivientes. Olví­date de la velocidad, olvídate de la maniobrabilidad, olvídate del rendimiento de la gasolina, de la capacidad todoterreno, del sigilo o de cualquier otra característica que vayas a necesitar para escapar de un área infestada. Un autobús no posee ninguna de ellas. Irónicamente, si un autobús tiene alguna ventaja, es como medio no de escape, sino de defensa. En dos ocasiones, grupos de cazadores condujeron autobuses de la policía a zonas infestadas y usaron los vehículos como fortalezas móviles. A menos que planees usar un autobús con este fin, evítalos.

5. El vehículo blindado

Estos tanques civiles son esca­sos, por decir algo. A no ser que trabajes para una compañía de seguridad o poseas una fortuna inmensa, es poco probable que puedas acceder a uno. A pesar

de su alto consumo de gasolina y su falta de capacidad para conducir por toda clase de terrenos, los vehículos blindados

presentan un número de ventajas para las personas que huyen. Su blindaje macizo da al conductor una invulnerabilidad virtual. Incluso durante una avería, los que estén dentro pueden sobrevivir tanto tiempo como duren las provisiones. Una horda de zombis de cualquier tamaño y fuerza sería incapaz de atravesar el acero reforzado.

 

6. la motocicleta

Definitivamente la mejor elección para huir de un área infestada. La motocicleta (especialmente la moto todoterreno) puede alcanzar lugares inaccesibles para los vehícu­los de cuatro ruedas. Su velocidad y maniobrabilidad permi­ten que sea posible conducirlas perfectamente a través de una multitud de zombis. Su peso ligero permite empujarlas durante kilómetros. Por supuesto, hay inconvenientes. Las motocicle­tas tienen tanques de gasolina pequeños y no ofrecen ningún tipo de protección. Las estadísticas muestran, sin embargo, que estas son desventajas poco importantes. Cuando compara­mos con otros motoristas que han logrado escapar de un brote zombi, los conductores de motos todoterreno tienen una estadística de supervivencia de 23 sobre 1. Lo triste es que el 31 % de las muertes en motocicleta provienen de accidentes ordinarios, un motorista imprudente o arrogante puede encontrarse muerto tan fácilmente por un accidente como por las mandíbulas de un muerto viviente.

 

7. Equipo adicional para vehículos de motor

  • Parches para los neumáticos
  • Bomba
  • Gasolina extra (tanta como pueda ser llevada y almacenada fuera del habitáculo)
  • Piezas de repuesto (dentro de los límites de tamaño)
  • Radio de banda ciudadana
  • Manual de instrucciones
  • Kit de reparación (pinzas para la batería, gato, etc.)

 

8. Medios de transporte alternativos

 

A. El caballo

Nadie puede discutir que hay una ventaja obvia en escapar n caballo: repostar en las gasolineras se vuelve irrelevante; el abastecimiento extra se limita a la comida, una manta y algún medicamento adicional; las opciones de terreno aumentan, porque cuatro cascos no necesitan una carretera. Antes de que existiera el lujo de los automóviles, la gente viajaba de manera bastante eficiente sobre estos animales rápidos y resistentes. Sin

embargo, antes de ensillar un caballo y galopar por un camino, ten muy presente estas advertencias simples. Cualquiera que haya montado en poni de niño estará de acuerdo, montar a caba­llo requiere cierta habilidad. Olvida lo fácil que parece en las películas del Oeste. Las aptitudes requeridas para cabalgar y cuidar de los caballos son difíciles de dominar. A menos que sepas de antemano cómo se hace, no creas que puedas aprender sobre la marcha. Otro inconveniente, específico tratándose de zombis, es que los caballos sienten verdadero pánico hacia los no muertos. Incluso el olor de un zombi, llevado por el viento y quizá a varios kilómetros de distancia, será suficiente para poner a la mayoría de los caballos histéricos. Este podría ser un sistema ventajoso de alerta previa para un jinete experimen­tado, para uno que sepa cómo controlar al animal. Para el resto, sin embargo, el resultado final puede ser terminar catapultado de una sacudida al suelo, además de herido. El caballo, en ese momento, no sólo dejará a su desventurado jinete desamparado, sino que el frenético relincho servirá también para alertar a los zombis que se encuentren cerca de allí.

 

B. La bicicleta

Sin igual, este vehículo ofrece lo mejor de los dos mundos. La bicicleta común es rápida, silenciosa, se acciona con el movi­miento humano y es fácil de mantener. Añade a todo esto la ventaja adicional de que es el único vehículo que puedes coger y llevar si el terreno es bastante desigual. Las personas que usan bicicletas para escapar de las áreas infestadas tienen casi siem­pre un final mejor que los que van a pie. Para un rendimiento óptimo, usa una bici de montaña y no un modelo de carreras o de paseo. Pero no dejes que la velocidad y la movilidad se te suban a la cabeza. Ponte ropa de seguridad estándar y elige la cautela antes que la velocidad. Lo último que quieres es termi­nar en una zanja, con las piernas rotas, la bici destrozada, con el sonido de los pies que se arrastran haciéndose más fuerte a cada paso.

 

 

CLASES DE TERRENO

 

Gran parte de la evolución de nuestra especie ha sido una lucha por dominar nuestro medio ambiente. Algunos dirían que hemos ido demasiado lejos. Esto podría ser verdad o no. Lo que no podemos afirmar, especialmente en el caso de los países desarrollados e industrializados, es que sea posible asegurar

 

***MAG Falta 146,147

 

4. Colinas

Viajar por terrenos con ondulaciones limitará tu visibilidad. Si es posible, evita los terrenos altos. Ve por los valles. Vigila las cimas de las colinas que haya alrededor por si un zombi inesperado pudiera verte. Los terrenos altos pueden ser útiles para orien­tarte, confirmar tu ruta y confirmar la localización de los zombis de la zona. Acércate a los terrenos altos con extrema precaución. Viaja agachado, sobre tu estómago, con los ojos preparados para avistar una figura encorvada y los oídos alerta para ese gemido característico.

 

5. Pantanos

Si es posible, evita cuanto puedas los terrenos húmedos. El ruido del chapoteo del agua impide cualquier posibilidad de ser sigiloso. La fauna venenosa y depredadora supone la misma amenaza que los zombis. El barro blando te impedirá que avances, especialmente si llevas una mochila pesada. Quédate siem-

pre en terreno firme y seco. Si es necesario, camina sólo a través de las aguas menos profundas. Vigila las ondas o cualquier movimiento bajo la superficie. Un zombi podría haberse hundido en el barro blando y haberse quedado atrapado por debajo del nivel del agua. Observa con atención las pisadas y los cadáveres de animales. Al igual que en los bosques, escucha la fauna. Su presencia física también actuará como mecanismo alerta previa. Cientos de animales diferentes y especies de pájaros viven en este ecosistema. La sola amenaza de depredadores grandes sería suficiente para acallarlos a todos. Si te encuen­tras en mitad de un pantano y de repente no oyes absolutamente nada, sabrás que los no muertos se acercan.

 

6. Tundra

El entorno subártico es el lugar más amable con el hombre de la Tierra. Las largas noches de invierno son seguras para viajar, porque las temperaturas extremadamente bajas congelan a los zombis al momento. Las largas jornadas de verano hacen que los humanos, que dependemos del sentido de la vista, nos ponga­mos a la misma altura que nuestros perseguidores con omnisentidos, los no muertos. Esto nos permite emplear más tiempo en el viaje. De manera irónica, el crepúsculo subártico también

 

ha demostrado ser de ayuda para poder dormir de manera más profunda y relajada. Los refugiados que duermen por la noche han contado en muchas ocasiones la habilidad que hay que poseer para descansar realmente sin temer que una multitud pútrida les ataque desde la oscuridad.

 

7. DESIERTO

Detrás, de las zonas urbanas, las zonas cálidas y áridas pueden ser los sitios más peligrosos de la Tierra. Incluso sin la amenaza de zombis, la deshidratación o la insolación pueden matar a

Un hombre sano en varias horas. El mejor modo de evitar estas regiones letales es, obviamente, viajar de noche. Desafortu­nadamente, esto será imposible, porque desplazarse de noche es altamente desalentador durante un brote. El viaje ocupará tres horas después del amanecer y tres horas antes de que anochezca. Debemos pasar las horas del día más soleadas y cálidas quie-

tos y protegiéndonos del sol. Usa las horas de total oscuridad para descansar. Esto ralentizará tu travesía pero reduce enorme­mente el riesgo de ataque. En este terreno más que en cualquier otro, asegúrate de que llevas suficiente agua para el largo viajo o de que sabes exactamente dónde conseguirla. Si puedes, evita completamente los desiertos. Nunca olvides que este entorno puede matarte tan fácilmente como cualquier muerto andante.

 

8. Ciudad

Como hemos dicho anteriormente, las zonas con alta densidad de población deberían evitarse por todos los medios cuando te desplazas. Dentro de sus límites será un remolino de caos inca­lificable. ¿Te imaginas a un gran número de personas, ponga­mos medio millón, haciendo lo que ven más conveniente en una ciudad sin agua corriente, electricidad, teléfonos, reparto de comida, atención médica, recogida de basura, control do incendios o fuerzas del estado? Ahora añádele miles de criatu­ras humanoides carnívoras rondando por las calles ensangrenta­das. Imagina medio millón de seres humanos asustados, frenéti­cos, frustrados, luchando por sus vidas. Posiblemente no exista un campo de batalla convencional, ni disturbios, ni un ataque normal dentro del orden social que pueda prepararte para la pesadilla que supone una ciudad sitiada por los muertos vivien­tes. Si debes olvidar todo sentido común y viajar a través de una zona urbana, las siguientes reglas mejorarán (ya que no garanti­zarán de ninguna manera) tus posibilidades de sobrevivir:

 

A ¡Conoce la zona!

Esta regla nos obliga a reiterarnos, porque en ningún lugar mejor que en las zonas urbanas resulta tan vital. ¿Cómo de grande es la ciudad en la que entras? ¿Cómo de anchas son sus carreteras? ¿Dónde se encuentran los cuellos de botella, como puentes o túneles? ¿Dónde hay callejones sin salida y callejas? /.Hay fábricas, plantas químicas u otros lugares que almacenen materiales peligrosos? ¿Dónde se encuentran las construcciones que pueden suponer un obstáculo? ¿Hay apartamentos, zonas abiertas como campos de juego y parques que puedan reducir el tiempo del viaje? ¿Dónde están los hospitales, las comisa­rías, las iglesias y cualquier otro edificio adonde los zombis se puedan sentir atraídos por humanos que se esconden? Un mapa de la ciudad sería esencial y una guía adicional incluso mejor, pero el conocimiento de primera mano es el mejor.

B Nunca uses vehículos de cuatro ruedas

I ,as probabilidades de encontrar una calle con el paso abierto de un extremo de la ciudad al otro son prácticamente inexisten­tes. A menos que tengas acceso a información actualizada de manera constante sobre cada carretera, ni siquiera te plantees intentar encontrar una con tu coche, camión o todo terreno. Una motocicleta te permitirá bordear las carreteras bloqueadas. Sin embargo, el ruido cancela esta ventaja. Viajar a pie o en bicicleta le ofrece la ventaja de la velocidad, el sigilo y la versatilidad en este laberinto de hormigón.

C Utiliza las autopistas

Si el brote ha pasado de la batalla activa a la infestación total, la carretera más segura será la autopista. Desde los años 50, se han construido autopistas entre todas las ciudades medianas y grandes de Estados Unidos. El diseño suele ser recto, dismi­nuyendo la duración del viaje. Largas secciones están delinea­das con alambradas altas o suspendidas por encima del suelo, lo que hace casi imposible que te alcancen los gules. Si logran encontrar una entrada o rompen las alambradas, todavía tendrás la rapidez para marcharte conduciendo (en bicicleta o moto­cicleta) o simplemente corriendo. De nuevo, los vehículos de cuatro ruedas no son una opción, porque no cabe duda de que todas las autopistas estarán bloqueadas por vehículos para­dos. Muchos de ellos contendrán zombis: humanos a quienes mordieron y que intentaban huir de la ciudad, pero que acabaron sucumbiendo a sus heridas y resucitando mientras aún tenían el cinturón de seguridad puesto en sus asientos. Examina cada vehículo antes de acercarte y ten cuidado con los que tienen las ventanas abiertas o rotas. Ten el machete en la mano por si aparece de repente una mano que se aterra a ti. Sé extrema­damente cauteloso cuando uses armas de fuego, silenciadas o de otra forma. Recuerda que estás caminando por un campo de minas de tanques de gasolina llenos o a medio llenar. Una bala descarriada o una simple chispa y los muertos vivientes serán el menor de tus problemas.

D. Permanece sobre el suelo

Las bocas de tormenta, el metro, las alcantarillas y otro tipo de estructuras por debajo del suelo pueden protegerte de las hordas que hay encima. Sin embargo, al igual que en las autopistas, corres el riesgo de que te arrinconen zombis que acechaban la zona. A diferencia de las autopistas, no tienes el lujo de saltar por encima de un muro o saltar desde un viaducto. Si hay confron­tación puede que no haya lugar adonde correr. Viajar por debajo del suelo también asegura la oscuridad continua y podrían atacarte en cualquier momento. La acústica de la mayoría de los túneles es mucho mejor que la que encuentras por encima del nivel del suelo. Aunque esto no permite a los zombis determinar tu posición exacta, producirá una reacción en cadena a través de los pasajes subterráneos. A menos que seas un experto conoce­dor del sistema (a menos que hayas ayudado a diseñarlo, a cons­truirlo o a mantenerlo) ni siquiera te acerques a estos lugares.


Date: 2015-12-24; view: 716


<== previous page | next page ==>
ARMAS Y TÉCNICAS DE COMBATE 5 page | ARMAS Y TÉCNICAS DE COMBATE 7 page
doclecture.net - lectures - 2014-2024 year. Copyright infringement or personal data (0.015 sec.)