España pisa el acelerador para captar al turista de compras

El sector turístico español empieza a ser consciente de la importancia que tienen los turistas de compras, y para ello valga un dato. Las compras realizadas por los turistas que piden la devolución del IVA cuando salen de nuestro país, está entre los 1.500 y los 2.000 millones de euros al año y, lo que es más importante, se podría doblar en los próximos años, y eso ha hecho que, aunque tarde, la industria turística española haya decidido movilizarse para atraer a estos visitantes. En toda Europa esta actividad supone unas ventas de 50.000 millones de euros, cifra que se eleva hasta 125.000 millones en el caso de la facturación total a turistas no europeos.

Luis Llorca, director para España de la consultora Global Blue, asegura que «España tiene una buena posición como destino turístico en general, pero no así en el segmento de compras, que es el que realmente aporta valor añadido. Francia, Italia y Reino Unido tienen ciudades que son destinos de compras para los turistas asiáticos desde hace años y España aún está intentando posicionar a Madrid y Barcelona en la lista de ciudades para el «shopping»».

Además de describir la realidad del poco peso específico que tiene España en materia de turismo de compras, Llorca da ideas para resolver la situación. «Hay que aumentar la conectividad aérea entre España y Asia para lograr atraer a los turistas de esa zona del mundo, que son los que más dinero se gastan. Valga el dato de que la mitad de los chinos que llegan a España lo hacen con un visado Schengen que no se ha sido emitido en nuestro país, o lo que es lo mismo, llegan a Europa a través de otro país europeo y luego salen por ese mismo país. No hay que perder de vista el dato de que un país pequeño centroeuropeo como es Austria tiene una conexión aérea directa con China a través de su compañía de bandera, Austrian Airlines».

Y, junto a la mayor frecuencia de conexiones aéreas directas entre Asia y América con España, otra de las necesidades es la facilidad en los visados. El máximo representante de global Blue en España cree que «China es un país muy grande y con la instauración de los pasaportes biométricos vamos a obligar a una familia entera a hacer cientos de kilómetros hasta el consulado más cercano para gestionar estos pasaportes especiales».

Como conclusión Luis Llorca asegura que lo que hay que hacer es reorientar la política turística española para cambiar en la medida de lo posible el turista de sol y playa por el de compras «ya que la percepción que tiene el turista asiático respecto a España no es de un destino de compras, y no hay que olvidar que el objetivo del 90% de los turistas chinos cuando viene a Europa son las compras».

El análisis de Llorca en el sentido de que España no debe caer en la complacencia de los millones de turistas que visitan cada año España, sino preocuparse más por el nivel de gasto que hacen en nuestro país coincide con la opinión también de otra de las expertas en este sector, María Jesús Escobar, socia de Ernst & Young, quien reconoce que «la posición de partida de nuestro país no es la mejor, se podría decir que es incluso desfavorable, ya que compite con otros destinos maduros en materia de turismo de compras en Europa, por lo que es el momento de que todo el sector de manera conjunta cambie el chip y deje de preocuparse por la cantidad de turistas que nos visitan y pase a centrarse en la calidad y el volumen de gasto de los visitantes, lo que influirá no solamente en las tiendas porque no hay que olvidar que los turistas de calidad también son consumidores de cultura, gastronomía, etc... actividades todas ellas que generan empleo y valor añadido para el destino».

Escobar cree que la promoción turística exterior que hacen los diferentes organismos españoles no es la más adecuada, «porque es fruto de la inercia y ahora se trata de hacer un nuevo esfuerzo para reorientarla hacia los turistas de calidad y de compras, como han hecho otros países europeos que nos llevan años de ventaja en este terreno». La socia de Ernst & Young es más optimista respecto a las cifras de este negocio y que los alrededor de 1.600 millones de euros que ingresa España al año por las compras de los turistas extraeuropeos podrían llegar incluso a 5.000 millones en el plazo de 4-5 años.

Cuando se les pregunta a los expertos por el modelo que tendría que seguir España en este terreno no hay una opinión unánime aunque, sobre todo, hablan de poner en valor el destino, como se hizo hace ya muchos años con la exitosa campaña de «I love New York» o más recientemente con el «Made in England», que promociona el producto local pero poniendo en valor el destino desde el punto de vista de la experiencia única de las compras.

Otro de los retos es lograr una posición fuerte de España como destino de compras en Internet, cosa que hasta el momento tampoco se ha conseguido y otros destinos nos llevan también años de ventaja.

Según las últimas estadísticas de Global Blue «un turista extracomunitario se gasta hasta diez veces más durante su estancia en España que un europeo. Cada vez que un visitante de nacionalidad china entra en una tienda se deja una media de 1.000 euros, lo que es prácticamente lo mismo que invierte un comunitario en poco más de una semana de estancia en España».

De los cerca de 70 millones de turistas que recibe España cada año sólo 5 millones proceden de fuera de la Unión Europea y de éstos, sólo 300.000 tienen pasaporte chino. Una de las diferencias fundamentales entre ambos tipos de turistas es el presupuesto de sus viajes, diametralmente opuestos ya que en el caso de los chinos suelen tener un mayor nivel económico, ya solamente derivado del precio de los billetes de avión, mucho más alto que el de un europeo porque el viaje es mucho más largo. Así, de este modo, los turistas asiáticos se alojan principalmente en hoteles de cinco estrellas o incluso de gran lujo mientras que el europeo busca alojamientos de categoría media que le permitan ajustar el presupuesto durante su estancia.

Al mismo tiempo dedican el tiempo de estancia de vacaciones en España a cosas muy diferentes ya que los turistas procedentes de Europa buscan en nuestro país normalmente el sol que les falta en sus lugares de origen, mientras que el chino dedica el 70% de su presupuesto total de viaje a las compras, siendo sus destinos prioritarios Madrid y Barcelona. Según la encuesta de gasto turístico, Egatur, la comunidad de Madrid incrementó el gasto medio por persona un 1,5% en agosto, en buena parte como consecuencia del volumen generado por los países asiáticos.

¿Y qué es lo que compran los chinos? Pues sobre todo productos de lujo a los que son adictos. Según la consultora Nielsen compran sobre todo en joyerías, relojerías, grandes almacenes y tiendas de complementos como marroquinería de alto nivel. Y, de este modo, las tiendas de productos de lujo se han adaptado a estos nuevos compradores, de modo que es habitual encontrar dependientes asiáticos en este tipo de tiendas que conocen a la perfección las costumbres de este tipo de clientes, como el no mirarles directamente a los ojos o estar preparados para las compras en grupo, cosa que adoran los turistas asiáticos.

En este contexto tendrá lugar la primera cumbre que se celebra en España dedicada al turismo de compras, el «Summit Shopping, Tourism & Economy», los días 5 y 6 de octubre, patrocinada por El Corte Inglés, Iberia y Ernst & Young. La reunión será de alto nivel ya que a la inauguración que correrá a cargo de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, le seguirán ponencias de los principales actores de esta industria en nuestro país, como el presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, o el presidente de Iberia, Luis Gallego. La clausura correrá a cargo de la ministra de Fomento, Ana Pastor.

La idea de la organización del evento que comienza mañana en Madrid es «impulsar el turismo de compras como motor de crecimiento económico y social, mediante la participación de todos los sectores implicados: comercio, turismo, cultura, movilidad, infraestructuras, sector financiero y medios de pago, así como del ámbito público y de grandes marcas»

La realidad es que las cifras son de vértigo ya que el año pasado los turistas de compras gastaron 217.000 millones de euros en todo el mundo en productos de lujo. Madrid fue el año pasado la quinta ciudad europea donde más gastaron este tipo de viajeros, por detrás de Londres, París, Barcelona y Estambul, aunque en París y Londres gastan 10 veces más que en la capital española. En nuestro país las ventas tax free se han incrementado en un 36% en los últimos 12 meses y las cinco primeras nacionalidades en este ámbito son China (+90%), Rusia (-25%), Marruecos (+38%), Estados Unidos (+58%) y Argentina (+84%).

Date: 2015-12-24; view: 770