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Engaste y colocación de las gemas

Para utilizar las gemas es necesario algún artificio o artilu­gio. El sistema más elemental consiste en horadar la piedra y pasarle un hilo por el interior, de esta manera se pueden con­feccionar collarines, rosarios y pulseras a modo de cuentas de abalorio. El ser humano lo ha hecho así desde tiempos primiti­vos y todavía hoy se siguen haciendo y vendiéndose numerosas gemas por «hilos», aunque este método es muy primitivo y des­de que existen joyeros se ha mejorado mucho la manera de uti­lizar las gemas.


Engaste de las gemas

Las gemas para usarlas adecuadamente deben de ir engasta­da en algún metal, preferentemente oro. Se pueden utilizar con discreción procurando que se integren en la personalidad de quien la lleva sin que resulte excesivamente llamativo. Para ello, existen toda una serie de formas como más adelante detallaré.

Desde antiguo se considera al oro, representante del Sol, como el mejor conductor de todos los metales y el más afín a cualquier tipo de energía planetaria. Toda la luz de los planetas proviene del Sol. Por otro lado, las gemas engastadas en oro forman lo que se denomina una joya, y se relacionan con Júpiter; la palabra joya viene de la raíz «gozo», «júbilo». Una joya es un elemento de júbilo y debe de ser un elemento precioso en todo el sentido de la palabra.

Si nos ceñimos a la tradición a la que pertenecemos, en éxo­do 20 se dice: Todas las gemas estarán montadas en oro. Este consejo se repite en todas las tradiciones posteriores, hasta que aparece el arte talismánico, donde se realizan aleaciones com­plicadas que tienen correspondencias planetarias con las gemas que se van a engastar; pero este sistema resulta muy sofisticado y difícil de llevar a la práctica y se sale del ámbito de este tra­bajo. Para más datos se pueden informar en la Archidoxis má­gica, escrita por Paracelso, donde se describen todo tipo de alea­ciones talismánicas.

Siguiendo los consejos tradicionales es conveniente engastar las gemas en óro. Se pueden encargar piezas como pendientes, anillos, botones, alfileres, o pinjantes, que son adornos que cuel­gan sujetos a un punto de agarre, que no resultan nada caros y están al alcance de cualquiera.


Colocación de las gemas

La colocación de las gemas debe ser planificada como si se tratara de minipantallas solares conectadas al cuerpo. Las ge­mas deben estar expuestas a la luz natural. Las gemas engasta­das, con fines no ornamentales, son talismanes que necesitan la misma luz que las plantas o el resto de los seres vivos.

Existe una diferencia básica entre un talismán y un amuleto. El amuleto actúa como «muleta» psíquica y puede ser cualquier objeto orgánico, mineral, estimaciones, gravados, dibujos y toda un amplia gama de elementos, y que se utilizan como los escapularios que cuelgan en el pecho o se llevan ocultos en los lugares más recónditos; mientras que un talismán es un objeto de conexión con las fuerzas cósmicas y debe de utilizarse ex­puesto al exterior, sin ocultamiento, permitiendo la mejor circu­lación de luz posible.



No es necesario que la gema esté en contacto directo con la piel, basta con que se sitúe dentro de la burbuja personal; sólo es imprescindible que reciba luz natural. Por ello es importante que el engaste de las gemas no mengüe su potencial de absor­ber y reflejar la luz. Si se engarzan en anillos o sortijas, en broches, etc., es conveniente que quede vacío el espacio inte­rior de la gema. Los buenos joyeros conocen a la perfección estas técnicas y las suelen emplear habitualmente.

Una vez engastadas las gemas, pueden colocarse en diferen­tes partes del cuerpo, dependiendo de las intenciones para las que se usen. Se pueden colocar sobre la cabeza, en los lóbulos de las orejas, colgando del cuello, en los brazos y muñecas y en las manos. Repasaremos a continuación los diferentes engastes que se pueden realizar y la variedad de formas y maneras de usar la gema como si se tratara de un objeto ornamental.


Las gemas en la cabeza

En primer lugar las gemas se pueden colocar en la cabeza que es la parte más alta del cuerpo y donde se recibe mayor grado de luminosidad. Es la mejor zona para aprovechar los efectos luminosos de las gemas, pero este lugar está reservado a las altas dignidades. Los antiguos persas engastaban las ge­mas en pinjantes que colocaban sobre una especie de toca alta y apuntada, de ahí viene la imagen típica del gorro lleno de estrellas de los magos o astrólogos persas. Hoy en día se siguen utilizando en este tipo de gorro que se conoce con el nombre de mitra, que es una especie de sombrero apuntado que llevan los prelados católicos y ortodoxos como símbolo de dignidad de arzobispo u obispo y se lo colocan en la cabeza durante las grandes solemnidades o ceremonias religiosas.

Otra manera muy conocida de colocarse las gemas sobre la cabeza, son las coronas, pero esta manera está reservada para los reyes y emperadores. También se pueden confeccionar dia­demas, pero esta fórmula solo la utiliza la nobleza y la realeza. Utilizar gemas sobre la cabeza, en otros tiempos podía costar la hoguera o la misma cabeza. Sólo, a partir del renacimiento, hubo una moda en la que se colgaban perlas y otras gemas en los tocados y en los sombreros, posiblemente imitando la manera de los Maharajás de la India que llevaban gemas engastadas en pinjantes sujetos a los turbantes.

Para las mujeres resultará más simple el uso de gemas sobre la cabeza, pues se pueden engastar en peinetas, pasadores del pelo, ganchillos o agujas de pelo, etc. Tanto para mujeres como para hombres se pueden engastar en pinjantes o broches sujetos a cual­quier variedad de sombrero. Las gemas colocadas sobre la cabeza representan el mejor lugar para abrir estrellas de Casa X o IX, en lenguaje normal, para el reconocimiento social, para facilitar


cargos o empleos, para incrementar la reputación y el prestigio y para provocar cambios en la posición social En el sentido de Casa IX, para ayudar a la conformación intelectual superior y despertar las tendencias espirituales o la mente abstracta y creativa.

Gemas en las orejas

En segundo lugar, se pueden colocar en los lóbulos, las cór­neas o los pabellones de las orejas. Se pueden confeccionar pen­dientes de diferente tipo o pequeños pinjantes que atraviesan las córneas o los lóbulos auriculares. Esta manera es de uso común para las mujeres, pero en la actualidad se nota un alza muy interesante entre los varones. Va siendo bastante común encontrar hombres que utilizan estos artilugios y llevan diaman­tes, rubíes y todo tipo de piedras preciosas, atravesándose las córneas de las orejas. Las gemas colocadas en estas zonas, ac­tivan por un lado, el área económica, mejorando las dotes para ganar dinero y facilitando los bienes circulantes; y en otro sen­tido, afectan al área romántico afectiva y al sentido artístico y estético, amplificando este tipo de percepciones o sentimientos.

Gemas en el cuello

En tercer lugar, se puede utilizar la zona del cuello, usando gargantillas, collares, collarines y cadenas en las que se pueden colgar toda clase de piezas o colgantes. Las gemas colgadas en esta zona actúan como las de los pabellones auriculares. Esta manera es de las más discretas, pues pueden llevarse gemas colgando en el interior de la camisa ligeramente desabrochada, de manera que la piedra recibe toda la luz mientras permanece oculta a los ojos curiosos.


Gemas en los brazos

En cuarto lugar, se pueden colocar en los brazos como bra­zalete de muslo, de antebrazo, como muñequera, pulsera, cade­na de reloj, etc. También se pueden llevar cadenetas de oro con múltiples engastes de gemas. Esta zona es polivalente e impera el significado de la gema sobre el punto de colocación.

Gemas en las manos y en los dedos

En quinto lugar, se pueden colocar en la mano, especialmen­te en los dedos de la mano izquierda. La mano derecha actúa de manera activa y exteriorizadora, y se usa para colocarse los sellos que antiguamente servían para estampar el lacre de sus escritos, paquetes o pertenencias; mientras que la mano izquierda es interiorizadora, pasiva y receptora, por ello se utiliza para la colocación de elementos receptores como son las gemas.

En la mano disponemos de cuatro dedos, cada uno cumple su función y tienen su nota vibratoria. El dedo meñique es óp­timo para colocar gemas del tercer Rayo o con intenciones aso­ciadas a la inteligencia, argumentación y mejora de las capaci­dades expresivas. El dedo anular se reserva para los compromi­sos de índole romántico. El solar para cuestiones que emerjan de nuestra voluntad. El índice para aumentar la fuerza y el po­der personal.

Broches y pasadores

También se pueden llevar gemas engastadas en pinjantes a cualquier parte del vestido o de la ropa, como broches, pins, pasadores de corbata o de cualquier otro tipo, gemelos, botones y toda una serie de pequeños aderezos que pueden ir sujetos a


la vestimenta. Lo importante, como se ha dicho al principio, es que las gemas reciban luz natural y que se encuentren dentro del área personal.

Gemas ornamentales

Por último, también se pueden utilizar grandes formaciones cristalinas como objetos domésticos que cumplen una función purificadora de ambientes. Ciertas gemas, como se verá más ade­lante, son objetos que absorben las energías sobrantes y actúan como tranquilizadores o armonizadores de ambiente, siendo úti­les, para el dormitorio y para los salones donde se formen re­uniones de personas y quieran eliminarse tensiones ambientales.


 


TERCERA PARTE


 


VARIEDADES DEL CUARZO

La familia de los cuarzos engloba a todos los cuerpos crista­linos compuestos por anhídrido silícico. El sílice, como se de­nomina a estos cuerpos cristalinos, es unos de los minerales más abundantes en la superficie de la Tierra, y es muy normal hallarlo en sus diferentes formas en los cinco continentes. El cuarzo ha sido conocido por los hombres de todas las etnias, en todos los tiempos.

Los cristales de cuarzo que aquí estudiaremos están com­puestos básicamente por silicio y oxígeno, formando tres gru­pos fácilmente diferenciables. El primer grupo está compuesto por los cuarzos monocristalinos, es decir, formaciones cristali­nas monolíticas de un sólo cristal. El segundo grupo esta repre­sentado por las formaciones microcristalinas, donde cada pieza cristalina es una composición de cristalizaciones, ya sea granuladas o formando gráficos o bandas de diferente tonali­dad. Ciertas variedades de este grupo, tienen la propiedad de ser porosas y admiten tratamientos con tintes que pueden modi­ficar sus colores, principalmente las calcedonias grises, que pue­den incorporar cualquier color. Cuando esto ocurre siempre se hallan las piedras talladas en lonchas, lo que no significa que todas las talladas están teñidas.Y el tercer grupo compuesto por los cuarzos amorfos como los ópalos.


Al primer grupo pertenecen el cuarzo hialino o cristal de roca, amatista, citrino, cuarzo ahumadoy el jacinto.

En el segundo grupo están todas las ágatas, calcedonia, ojo de tigre, heliotropo, prasio verde, plasma, crisoprasa, jaspe rojo, sardioy carneola.

El último grupo, el de los cuarzos amorfos, está compuesto básicamente por los ópalos: ópalo noble, ópalo azul, ópalo de fuegoy el ópalo blanco.

Cristal de Roca

El cristal de roca o cuarzo hialino es la primera y más cono­cida especie del cuarzo monolítico. Es incoloro y transparente. El nombre de cristal de roca le viene del griego «hielo» y signi­fica hielo de roca o roca helada, el otro nombre, cuarzo hialino, proviene de la misma etimología.

El cristal de roca, junto a los demás cristales de cuarzo, ha sido conocido desde la antigüedad por los sanadores de todos los pueblos. Según el antropólogo Michael Harner, se han ha­llado en California vestigios milenarios de bolsas de poder de los chamanes indios, en las que entre otros objetos habían va­rios cristales de roca.

El uso del «cristal de cuarzo», como se suele denominar, es corriente entre los chamanes de todos los tiempos y etnias. Dice Harner: Aunque hay una infinita variedad de objetos de poder, existe un tipo en particular que se encuentra regularmente en poder de los chamanes. Refiriéndose a los cristales de cuarzo.

Los chamanes atribuyen una importancia singular a las pie­dras hexagonales y puntiagudas que suelen ser de colores transparentes y blanquecinas, es decir, a los cristales de cuar­zo. Según Crow, el cristal de roca se utiliza en el misticismo


de los sufíes y particularmente en el de los brahmanes y en el lamaísmo.

Dentro de las tarikas (vías) sufíes naosband, es de uso fre­cuente esta piedra tallada en forma de espadilla sarracena o alif, como se denomina en estos medios.

Lorusso afirma que: «Es especialmente útil para los centros del sacro y enfriar las fuerzas del Kundalini (imaginación ins­tintiva, según Lorenzo Ajo) prematuramente agitadas y en mo­vimiento errático».

En todos los casos se hace referencia a sus propiedades es­peciales que sirven como ayuda en el camino de la mística, la iluminación, la videncia y la curación.

El aspecto más curioso de esta gema, está relacionado con las famosas bolas de cristal de los videntes. Pavitt relata que: El cristal de roca tiene los poderes mágicos de revelar los secre­tos ocultos del futuro que se supone posee la bola de cristal. Las conocidas bolas de cristal que todavía se fabrican hoy en día en Italia, están hechas de este material, admitiéndose que este cristal activa las cualidades psíquicas superiores que facili­ta la videncia. Harner afirma que: Los chamanes en fase de entrenamiento llevaban consigo un trozo de cristal de roca in­crustado en la frente para que pudieran ver a través de las cosas. De nuevo se presenta el cristal de cuarzo como ayuda para la videncia y el desarrollo de las facultades chamánicas, tal como se mantiene hoy en día en ciertas escuelas de origen chamánico. El alif de cristal de los sufíes es usado como ayuda en el proceso de reorganización de las energías internas.

En la tradición católica, con el cristal de roca se fabricaban cálices y vasos para fines rituales, litúrgicos, mágicos o religio­sos. En muchos casos se le suponían las mismas propiedades que al diamante, al cual, en ocasiones, suple admirablemente.


Como en las demás tradiciones, la asociación entre el cris­tal de roca y la bola de cristal se hace bastante evidente. Se dice que san Agustín decía que el mirar fijo sobre el cristal de roca tuvo su origen en Persia, lo que nos induce a pensar que este ilustre pagano, bautizado justo antes de morir, filósofo y teólogo del siglo IV, tuvo contacto y experiencias con este ma­terial cristalino, al igual que los demás chamanes de otras etnias.

Desde el punto de vista de las escuelas interiores, el cristal de roca es un inmejorable cuerpo físico de meditación que faci­lita la abstracción y permite la manifestación de las facultades imaginativas elevadas. Para estos menesteres, es conveniente hacer uso de gemas de grandes dimensiones, fáciles de hallar en el mercado de los minerales.

Como elemento de poderes sanadores es bien conocido des­de muy antiguo. En el Lapidario de Alfonso X el Sabio, se cita el cristal de roca con el nombre de «Belyniz» de origen persa, y dice así:

Ésta es la otra manera del jaspe que dijimos tiene el color del aire limpio y claro, en cuanto a su luz, pues es muy reluciente, como el aire, de modo que es totalmente transparente. Tiene la virtud de quitar el dolor de cabeza, al que llaman en arábigo jaqueca y en latín migraña. Esto se hace colgándola sobre aque­lla parte donde está el dolor. Si la cuelgan sobre los mozos cuan­do los crían, les hace mucho provecho en su crianza, pues se crían mucho mejor y más sanos, y les hace que no sean llorones.

Al igual que en las demás gemas, la asociación del cristal de roca con el cielo y los fenómenos celestes, es muy significativa. El cuarzo transparente está relacionado no sólo con la luz solidificada, sino también con las estrellas. En el Lapidario de


Alfonso X se relaciona a esta gema con la estrella mediana de las tres que están en el cuerpo de la Ballena.

La constelación de la Ballena (Cetus) es una de las más gran­des del firmamento. La componen exactamente 100 estrellas visibles a simple vista en ciertos momentos, pues contiene un buen número de estrellas variables. Se encuentra al sur del Car­nero. Los antiguos veían una figura completamente diferente a lo que en realidad es una ballena, pues desconocía la verdadera forma del cetáceo. Imaginaban un animal con la parte delantera parecida a un caballo y con la cola de un gran pez. Formaban esta imagen con 22 estrellas y la llamaban Caytoz. Esta estrella asociada al cuarzo transparente es la más importante de la cons­telación aunque no sea la de mayor magnitud. Es una estrella astrológicamente importante porque produce emisiones cíclicas. En la actualidad se encuentra a 1 Tauro 26.

Propiedades astrológicas del cristal de roca

Las propiedades astrológicas del cristal de roca las extrae­mos desarrollando su analogía por su composición y su afini­dad planetaria. Por ser transparente y contener oxígeno tiene una analogía dominante relacionada con el sexto Rayo o Júpiter y por su contenido en silicio se asocia al cuanto rayo o Venus, quedando sus características de esta manera:

Es una gema que mejora, despierta o estimula las facultades abstractas y creadoras de la mente superior. En el terreno psico­lógico amplifica la conciencia moral y el sentido de la justicia, induce al sano juicio, remodela el carácter aportando templanza y benevolencia, hace más jovial y condescendiente, facilita el desarrollo y la expansión de las facultades superiores, mejora las manifestaciones afectivas y las emociones sentimentales y acre-


cienta el sentido artístico y estético. En lo social, aporta algún logro, dependiendo de la ubicación por Casa de la estrella co­rrespondiente, otorga algún tipo de privilegio, ayuda a vencer oposiciones y controversias, acrecienta los beneficios, proporcio­na satisfacciones, facilita los largos desplazamientos y el trato con extranjeros y favorece las relaciones con el mundo judicial.

En lo físico, protege de los contagios y fortalece las funcio­nes hepáticas y renales. Por último, es una buena ayuda para combatir los dolores de cabeza de origen psicosomático.

Amatista

Dentro del grupo del los cuarzos monocristalinos, la amatis­ta es quizás la reina de las gemas, o por lo menos, la más valo­rada desde todos los tiempos. Es un cristal de fácil identifica­ción, de color rojo violeta a violeta pálido inconfundible. Esta coloración varía en función de la cantidad de óxido de manga­neso. Esta substancia se encuentra en las gemas procedentes de Francia, Arabia, Ceilán y en los alrededores de Cartagena en España, de donde se extraen las amatistas más teñidas y mejo­res para nuestro trabajo etnogemológico. Sin embargo, los ma­yores suministros de amatistas provienen del Brasil, pero se tra­ta de gemas mucho más claras y menos potentes.

Desde tiempos muy antiguos se hacían cinco diferenciacio­nes de esta gema, como describe Gaspar de Morales en 1598:

La primera especie es de color absolutamente purpúreo; la segunda especie se aproxima en color al jacinto; la tercera es púrpura violado con mezcla de rosado; la cuarta tiene color de vino y la quinta es más transparente y menos teñida.


Por otro lado también nos encontraremos con el cuarzo ama­tista cuando ésta aparezca asociada al cuarzo lechoso formando bandas o rayas. Pero para nuestro trabajo procuraremos utilizar las amatistas bien tintas y purpúreas.

Bajo el punto de vista etnológico o tradicional, a la amatista se le atribuyen propiedades sobrenaturales. Se dice que da suer­te, estabilidad y que protege de los hechizos y de la nostalgia. Se considera amuleto contra las borracheras. Gaspar de Mora­les dice:

La amatista puesta en el ombligo evita que los vapores del vino sean dañinos al cerebro y de todo punto quita la embria­guez al hombre, librándole de esta contrariedad y contagio: digo contrariedad, por ser contraria al uso de la razón. Refiere a Aristóteles que quita los malos pensamientos, hace a las mu­jeres estériles, fecundas, si bebieren el agua en que se hubiese lavado esta piedra. Al que la trajere esta piedra consigo, le hace de buen entendimiento. Es contraveneno y tiene otras pro­piedades que aunque son útiles y provechosas para no alar­garme dejo.

Este mismo autor añade a continuación su correspondencia astrológica afirmando que: «Le dio su actividad la estrella fija Cor escorpionis.» Se trata sin duda de Antares, la Alfa del Es­corpión, una de las estrellas más visibles desde los dos hemis­ferios.

Por ello, en nuestro trabajo, asociamos la amatista con la es­trella Antares. Se trata de una supergigante roja 400 veces más grande que nuestro Sol, de color rojo violáceo parecido a la ama­tista purpúrea. Su tipo espectral es mixto y últimamente se dice que es una doble con enana. La mayor es de tipo MO de color rojiza y de baja temperatura y la pequeña compañera de tipo A3


de color verde. Su analogía podría ser Plutón Júpiter, aunque Ptolomeo la asocia con Marte - Júpiter. Esta estrella como la anterior es usada en astrología desde los más remotos tiempos.

Posiblemente, la mayor popularidad de esta gema consiste en su supuesta virtud de prevenir la ebriedad o impedir la bo­rrachera, pero sus propiedades son mucho más profundas y sor­prendentes, no en vano está conectada a un cuerpo celeste tan especial como la estrella Antares. Por esta conexión o sintonía, a la amatista se le consideran los mismos atributos y la misma simbología que a Antares, que significa anti-Ares, o lo que es lo mismo anti-Marte, indicando así su característica protectora de las actividades marciales o bélicas, quizás por ello la utiliza­ban los guerreros de ciertas culturas como defensa ante las even­tualidades de la batalla y era considerada como un excelente talismán en tiempos de guerra porque les resultaba muy útil para mantener la cabeza fría en los momentos de la batalla y tener calma ante los enemigos.

La amatista ha sido considerada desde siempre como la gema de la templanza, de la moderación y la calma ante el peligro o las amenazas. Pero sus propiedades van más allá y alcanzan cualidades terapéuticas y calmantes, en este sentido, es proba­blemente la que produce mejores resultados. Al igual que el cristal de roca, es muy útil como calmante de los dolores de cabeza y utilizando gemas de buen tamaño, frotándolas sobre las sienes, se consiguen calmar o atenuar jaquecas o migrañas de origen psicosomático o como resultado de los excesos en la bebida o de cualquier ingesta de alteradores de conciencia.

En otro sentido, la amatista es un excelente activador de las cualidades de maestro espiritual que todos llevamos en nuestro interior. Desde hace más de quinientos años, la estrella Antares ha pasado del signo de Escorpio al de Sagitario debido a la


precesión de los equinoccios (no confundir signo zodiacal con constelación). Curiosamente desde que esa estrella cambió de posición celeste, la clase clerical dominante usa la amatista en el ordenamiento de sus obispos, componiendo los anillos episcopales de la actualidad. La amatista vino a sustituir al za­firo azul, del que hablaremos más adelante.

Tanto el zafiro como la amatista tienen una fuerte correspon­dencia con las vibraciones que definimos en astrología como jupiterianas, es decir, asociamos los influjos de Júpiter a estas gemas.

La conexión de la amatista con la estrella Antares que está situada en la actualidad a 9 Sagitario 41 Sagitario, cumple la función de un Júpiter en Sagitario, o lo que es lo mismo, expre­sando un potencial de maestro espiritual, cosa que necesita apa­rentar o manifestar un clérigo cuando lo ascienden a obispo. Para estos casos la amatista es sin duda un buen elemento mo­derador y atemperante al tiempo que permite obtener el «caris­ma» que de modo natural muchos obispos carecen.

Propiedades astrológicas de la amatista

La amatista convenientemente utilizada es siempre un atemperador de la conciencia y un moderador de la conducta. Está perfectamente indicada como apoyo a los trastornos ner­viosos o psíquicos. Su uso continuado aminora considerable­mente los efectos somatizantes de las alteraciones de concien­cia de cualquier índole. Es muy útil para aquellas personas con tendencia a somatizar sus problemas psíquicos. Es de inestima­ble ayuda para rehabilitar alcohólicos y sus efectos son inmejo­rables en las curas de desintoxicación en las drogodependencias. Se han obtenido muy buenos resultados en los periodos del sín-


drome de abstinencia y han servido para evitar recaídas en los hábitos de estas características.

Sus vibraciones astrológicas son una combinación del tercer, cuarto, quinto y sexto Rayo, por lo que acrecientan el sentido de la lógica, mejoran las manifestaciones artísticas o estéticas, ayudan a eliminar las depresiones, amplifican la conciencia moral, mejoran las facultades mentales concretas y abstractas, animan y hacen fácil la toma de decisiones, facilitan el desarro­llo y la expansión personal, ayudan a manifestarse y explicarse con claridad, amplifican el sentido de la condescendencia, apor­tan mayor fuerza dinámica al carácter eliminando los rasgos de timidez o retraimiento y aportan templanza y benevolencia a quien las usa con regularidad. En lo social, facilitan los tratos de índole comercial, aumentan los beneficios económicos, atraen a personas vitales y trabajadoras y pacifica las relaciones con los demás. A nivel físico, protege de las enfermedades de ori­gen nervioso y de las infecciones en el hígado, riñones y órga­nos sexuales.

Cuarzo citrino

El citrino es otra de las más importantes cristalizaciones del cuarzo monocristalino. Es quizá la más imitada del grupo por calentamiento de cuarzos ahumados y de amatistas. El verdade­ro citrino es de un color amarillo pálido y sus imitaciones po­seen una coloración más rojiza y menos limpia que éste. En el comercio se le conoce también con el nombre de topacio de Bohemia, topacio occidental y topacio del Brasil o cualquier otro apelativo después de topacio, con el que nada tiene que ver.

En la antigüedad había buenos yacimientos de estas gemas en Córdoba y era muy conocido. En el antiguo Lapidario de


Alfonso X se le cita en diferentes lugares. En el segundo Lapi­dario, en el Libro de las Faces (los decanatos ) aparece con el nombre de «Iargonza amarilla» en el tercer decanato de Sagita­rio y en el segundo de Piscis, y dicen así:

De la tercera faz del signo de Sagitario es la piedra que lla­man Iargonza amarilla, de la que hemos hablado en el XV gra­do del signo de Leo (el capítulo del signo de Leo, del lapidario original, está destruido o desaparecido) La virtud de esta gema es tal, que si alguno la llevara consigo que sea alcalde, juzgará derecho y será amado de los reyes y de los grandes señores y nunca descenderá de este estado mientras la tuviera.

Luego en el segundo decanato de Piscis dice así:

De la segunda faz del signo de Piscis es la Iargonza amari­lla, de la que se ha hablado en el grado XV de Leo. Su virtud es tal, que el que la llevase consigo lo hace de aspecto orgullo­so y le induce a acometer grandes obras y grandes hechos. Y si la pusieran en el lugar donde no exista agua de lluvia, lloverá luego.

También se cita a esta gema en el tercer Lapidario, en el Libro de las Piedras según la conjunción de los planetas.

De la piedra que tiene como nombre Iargonza amarilla. Júpiter tiene poder sobre esta piedra. Y su virtud es que, el que la llevase consigo, siendo Júpiter en su exaltación (Júpiter en Cáncer) y con buen aspecto al Sol y a la Luna y bien recibido por Venus, ser preciado de los hombres y acrecentar mucho en su haber, y ser de buen talante, y tendrán buena vida y buen final y podrá recaudar los bienes que haya. Además si tuviere enemigos no tendrán poder de hacerle mal. Y aun tiene otra


virtud esta piedra, según los cambios del planeta, pues el que la guardare limpiamente, y el día del jueves antes de comer, y a la hora de Júpiter, y estando en el ascendente pidiese algo a Dios que sea de bien, teniéndola en su mano, lo obtendrá...»

Esta extensa información sobre el citrino demuestra que fue muy abundante y conocido en el Al-Andalus en los tiempos pre-alfonsinos, sin embargo no se encuentra rastro de explica­ciones o propiedades especiales de estas gemas en los demás escritos sobre el tema, tan solo una autora moderna hace co­mentarios sobre el citrino asociándolo con el cuarzo ahumado.

En el Lapidario de Alfonso X se asocia con el grado 15 de Leo, y gracias a los Libros del Saber en Astronomía, de la mis­ma época, sabemos que está relacionado con la estrella Zosma, que después de la precesión de los equinoccios se encuentra en la actualidad sobre el grado 11 Virgo 14. Esta estrella, la delta de Leo, también era conocida con el nombre de Asad y se trata de un astro que emite un color blanco amarillento pálido, seme­jante al citrino. Por analogía adquiere unas cualidades solares o del primer rayo combinadas con Júpiter y Venus.

Propiedades astrológicas del citrino

El citrino aumenta la energía vital de quien la lleva, activa la voluntad y provoca un acrecentamiento de la confianza en sí mismo y en la autoestima, incrementa el entusiasmo, desarrolla la creatividad, acentúa la ambición, mejora las capacidades de organización, fortalece la personalidad, dignifica y refuerza el prestigio personal, aumenta las manifestaciones generosas, y ayuda a sobrellevar las pruebas y dificultades de la vida, favo­rece las perspectivas de ascenso en la vida, aumenta el encanto


personal, acentúa el grado de simpatía y añaden atractivo. Tam­bién amplifica el sentido de la condescendencia, mejora las fa­cultades creativas abstractas, amplifica la conciencia moral y el sentido de la justicia, induce al sano juicio y remodela el carác­ter aportando templanza y benevolencia. En el plano social, fa­cilita la aproximación a personajes bien situados y aumenta el carisma personal, otorga algún privilegio, acrecienta los benefi­cios y proporciona satisfacciones. En lo físico, incrementa la resistencia a las enfermedades y protege de las afecciones coronarias y hepáticas.

Cuarzo ahumado

El cuarzo ahumado es igual en forma y tamaño que los ante­riores, la única variante debemos buscarla en su color que lo identifica con su nombre de «ahumado». Suele presentarse con una coloración bastante imperfecta, puede pasar desde el ama­rillo sucio hasta el casi negro de humo. Es corriente encontrar­los con rayas o imperfecciones blancas o grisáceas, pero tam­bién se pueden hallar piedras muy limpias de color, con el nom­bre de topacio ahumado y éstas son las mejores para nuestro trabajo.

No se encuentran muchas citas sobre esta gema ni en los tratados antiguos ni en las recopilaciones modernas, sólo en el Lapidario de Alfonso X se describe una piedra que podría iden­tificarse con el cuarzo ahumado. Aparece en el grado 24 del signo de Aries y dice así:

Es la piedra que dicen Gacius, que quiere decir «humosa», y ésta es la cuarta manera de jaspe que hemos hablado (en la anterior se refería al cristal de roca) que tiene color de humo,


así que semeja ahumado y es más vil que todos los jaspes que dijimos. Tiene tal virtud que si dieren polvo de ella a beber al que tiene dolor de intestino al que llaman colon, sana luego; y si la ciñeren o colgaren sobre el vientre hará esto mismo, pero no tan pronto. Es la estrella que es delantera de las tres que son contra el espinazo de la cola de Aries a poder sobre esta piedra y de ella recibe su virtud. Et cuando ella fuere en el Ascendente, mostrará esta piedra mas manifiestamente sus virtudes.

Aquí se asocia al cuarzo ahumado con la estrella que se iden­tifica con la estrella nu de Aries que está en la actualidad sobre el grado 14 Tauro.

Propiedades astrológicas del cuarzo ahumado

Como los demás cuarzos su composición de silicio y oxíge­no lo asocian con Venus y Júpiter, su coloración de pardo a negro lo relacionan con Marte y Saturno y la posición de la estrella con la que está ligado, dentro del signo zodiacal de Tauro. Sintetizando todo ello y después de varios ensayos, las propiedades de esta gema reactivan el interés por la economía, facilitando la consecución de bienes materiales a través de la actividad y la responsabilidad. El uso de esta gema facilita la manifestación de los impulsos vocacionales, mejora las faculta­des creativas concretas, acrecienta el sentido práctico, facilita el desarrollo personal, y como los demás cuarzos, aumenta el en­canto personal y la simpatía, amplifica el sentido de la condes­cendencia y los buenos modales. A nivel social, ayuda a conse­guir cargos de responsabilidad y facilita las relaciones con los superiores.


Jacinto

El jacinto es conocido con el nombre de Jacinto de Compostela y se llama así por hallarse abundantemente en Galicia, cerca de Santiago de Compostela; en nuestro país se encuentran con cier­ta facilidad cerca de la margas yesíferas muy repartidas por toda la península. Resulta agradable, placentero e instructivo salir a buscarlos por nuestra geografía, basta con proveerse de un buen mapa geológico de la zona, de todas maneras es una piedra fácil y barata de encontrar. Es, como los demás cuarzos monocristalinos una piedra de forma hexagonal, su color es rojizo muy similar al jaspe rojo. Al igual que éste su coloración es debida a una nota­ble proporción de óxido de hierro.

En el Lapidario de Alfonso X se la citaba en el grado IV del signo de Leo, pero esta parte del códice está perdida y sólo llegamos a saber la estrella con la que se relaciona gracias a los Libros del Saber en Astronomía, traducidos en la misma época, por equipos interdisciplinares. Se corresponde con la estrella meridional de las tres que están en la frente del León, refirién­dose a la estrella de frente, la épsilon de Leo, que en la actuali­dad está sobre el grado 24 de Leo.

También se lo cita con el nombre de Iargonza vermeia en el segundo lapidario de las faces o los decanatos donde dice que:

Es la piedra a la que dicen largonza vermeia. De ésta se ha hablado en el grado cuarto del signo del León. Su virtud es tal que el que la llevase consigo será afortunado en la mar, y si fuere pescador, pescará más pescado que otro que no la lleve.

Indudablemente esta tradición debió de impactar mucho en un pueblo pescador como es el gallego, donde se utilizó mucho hasta tiempos preinquisitoriales. Gaspar de Morales dice que:


El jacinto sirve contra el veneno, acrecienta las riquezas y engendra alegría y al que tuviere algún delirio, manía o locu­ra, le refrenará por su benignidad... y el paciente recobrará, o por sueño, o por sudor o por cualquier otra evacuación, el juicio que había perdido.

Propiedades astrológicas del jacinto

El jacinto es una buena fuente de energía del cuarto Rayo dulcificado o armonizado en el cuarzo, cuya base siempre es de Venus y Júpiter, las dos vibraciones más benéficas y agrada­bles. Sus cualidades son muy similares a las del Jaspe, sólo que afectan más al área de la creatividad. Es una piedra que anima y aporta una mayor fuerza dinámica al carácter, acentúa el opti­mismo, empuja a probar fortuna y hace fácil la toma de deci­siones, amplifica el sentido de la lucha por la conservación y permite una mejor manifestación del impulso vocacional. En lo físico atenúa los dolores de cabeza y ayuda a combatir los esta­dos de debilidad general o de atonía muscular.

Calcedonia

La calcedonia es un cuarzo que presenta gran variedad de colores debido a los diferentes materiales de las inclusiones que puede tener. Pero la que aquí nos ocupa es la de color azulado con inclusiones de cristales de crisocola, con los que adquiere un intenso azul celeste y se le puede denominar también cuarzo crisocola. Ésta es la mejor calcedonia para nuestro trabajo.

Esta gema no aparece en el Lapidario alfonsino, posiblemente estuviera en la parte destruida del códice, pues Gaspar de Mo­rales la cita en su tratado de las propiedades de las piedras en el capítulo 3:


«Calcedonia de color safirino (celeste). Está sujeta a la estre­lla Cauda de Capricorni. Se trata de la estrella Deneb Algedi, la delta de Capricornio, que es una estrella del tipo A5, parecida a Sirio, de color blanca y temperaturas superiores a los 10.000° asociables a Júpiter-Venus. Ptolomeo dice que es de naturaleza Saturno Júpiter y Fludd Júpiter Saturno. En la actualidad se encuentra cerca de los 23 Acuario 28. De esta estrella recibe sus propiedades. Expele los malos pensamientos causados por la melancolía».

Propiedades astrológicas de la calcedonia

Ésta es una de las mejores gemas de Acuario, de la que se pue­de esperar los logros más imprevisibles, sobre todo usada dentro de la estrategia de aplicación astrológica. Es una gema absoluta­mente benéfica y protectora y a nadie puede dañar. Actúa mejoran­do las facultades mentales abstractas y generando impulsos evolu­tivos. Amplifica la conciencia y remodela el carácter. Provoca correcciones en el destino acordes con la voluntad personal, sus activaciones son siempre de resultados satisfactorios. Fuera de las aplicaciones astrológicas tiene una lectura abstracta, pero sus efec­tos son notables y beneficiosos. Actúa también sobre el carácter aportando jovialidad y condescendencia. Es recomenda­ble para aquellas personas que tengan inclinación a rechazar lo convencional, las normas sociales o que les cueste adaptarse a gru­pos o al medio. Es una gema con características sociabilizadoras.

Sardio

El sardio, o la sarda, o piedra sardónica, como también le llaman, es una variedad rojo parda de la calcedonia que perte-


nece al grupo de los cuarzos microcristalinos como el ágata, el jaspe y el heliotropo. El sardo es la oscura de las calcedonias rojas translúcidas y limita con la carneola tan solo por el color, esta última es más clara de color. El sardo es relativamente fácil de encontrar en el mercado.

Es muy conocida desde las culturas tradicionales. En la Bi­blia aparece como la primera piedra en la confección del pectoral del sacerdote hebreo. Era considerada como una de las gemas ardientes. Decían que para ser buena ha de ser de un color rojo encendido y translúcida. En sus propiedades tradicionales, Gaspar de Morales afirma que: Atrae el contento y la alegría de quien la lleva consigo, expele los temores, hace buena me­moria, ampara y sirve contra los encantamientos y malhecho­res, y acrecienta las riquezas. Estas propiedades encajan bas­tante bien en sus cualidades astrológicas y la estrella épsilon del Cuervo con la que se asocia.

Propiedades astrológicas del sardio

El sardio o sardo, es la más benéfica gema del cuarzo de las que emiten vibraciones del quinto rayo o Marte. Es, como di­cen los antiguos, una gema que provoca la alegría y las ganas de vivir, anima y hace fácil la toma de decisiones, aporta mayor fuerza dinámica al carácter, ayuda a eliminar las depresiones, empuja a probar fortuna, intensifica la acometividad y el atrevi­miento eliminando los rasgos de timidez, facilita el desarrollo y la expansión personal, elimina el pesimismo, permite una me­jor manifestación del impulso vocacional e incrementa los be­neficios. El sardo también aumenta el encanto personal, acen­túa el grado de simpatía y refuerza la capacidad de seducción. En lo social, atrae a personas vitales, activas y enérgicas que


otorgan a quien lo lleva, ciertos privilegios y satisfacciones so­ciales. En lo físico, es útil para atenuar los dolores de cabeza de origen psicosomático y ayuda a la recuperación de los estados depresivos, de debilidad o de atonía general.

Carneola

La cameola es una calcedonia de color mucho más claro que el sardo, parecido al de la carne. Cuando este material aparece de color rojo pardusco, se engloba dentro de lo que se conoce como sardo. La cameola suele ser semitransparente y opaca. Su color rojizo es debido a inclusiones de hierro en forma de he­matites. En el mercado se encuentra con cierta facilidad y a bajo precio.

En el lapidario alfonsino se inscribe en grado 21 de Aries:

Es la piedra a que llaman "cuminon", que es la segunda manera del jaspe; es de color vino claro que tira algo a amari­llo y este amarillor es mezclado con bermejo y la figura de ella es redonda, y es más apreciada esta manera de jaspe que las otras. Tiene tal virtud que al que la trae consigo guárdale de aquella enfermedad a que llaman caduca; y también es buena para aquellas enfermedades que vienen por melancolía, pues las quita esforzando el corazón y alegrándolo. Los físicos las meten en los electuarios y en otras medicinas para esforzar el corazón y curar las enfermedades melancólicas.

La relacionan con la estrella que está sobre las rodillas de la mujer que está sentada (Casiopea). Se trata de la delta de Ca­siopea, Ruchbah, situada sobre el grado 14 de Tauro.


PROPIEDADES ASTROLÓGICAS DE LA CARNEOLA

Aunque es una gema en la que dominan las vibraciones del quinto rayo o Marte, es quizás la gema donde estas energías actúan de manera más benéfica y equilibradora. Es muy útil para aquellas personas debilitadas, con fuertes inhibiciones, falta de dinamismo, timidez, debilidad de carácter, pesimismo, de­sánimo o depresiones. Esta gema genera pulsiones vitales y ayu­da a manifestar los sentimientos de índole romántico. Aporta mayor fuerza dinámica al carácter, acentúa el optimismo, em­puja a probar fortuna y hace fácil la toma de decisiones, sobre todo si se trata de decisiones de tipo afectivo o sentimental. Se la podría llamar la piedra del empujoncito. Por otro lado, acen­túa el grado de simpatía personal y añade atractivo.

Cornalina

La Cornalina es sin duda otra de las gemas monocristalinas más apreciadas del grupo del cuarzo. Es de un bello color aca­ramelado inconfundible, aunque existen tres variedades: una muy oscura y poco translúcida, que suele provenir de Arabia o del Yemen; otra bandeada, como un ágata, que se obtiene del leja­no oriente, Australia y Brasil; y la tercera variedad, que es la que nos ocupa tiene un color acaramelado y es bastante translúcida.

Esta gema fue conocida y utilizada desde muy antiguo, pues aparecen varias referencias de ella en el Lapidario de Alfonso X y se trata a la cornalina en los diferentes libros. En primer lugar se cita en el grado 6 de Capricornio.

Es de color bermejo que tira algo a amarillo, clara y lucien­te de manera que pasa la vista; la que tiene esas señas es la


mejor y más noble, porque hay otras que asemejan al agua que sale de la carne cuando le echan sal y algunas con vías blan­cas que aparecen encubiertamente; la primera ayuda mucho a los voceros que tienen voz para alguno, cuando la traen consi­go, pues les da esfuerzo para razonar sin miedo y ayudarles también para que lo hagan apuestamente.

Se corresponde con la estrella que está en el extremo delan­tero del cuerno también delantero de Capricornio. Esta estrella es la Alfa de Capricornio, conocida con el nombre de Giedi, es una estrella doble del tipo G3 similares a nuestro Sol y está en la actualidad sobre el grado 3 Acuario 7.

También se la cita en el segundo lapidario:

De la segunda faz del signo del escorpión es la piedra que llaman comelina. Y la virtud de ella es tal, que el que la lleve consigo se volverá triste y ceñudo.

Puede querer decir que le hará aparecer con cara de enojo, con el ceño fruncido, como demosiración de enfado o enojo. Sin embargo más adelante en el primer decanato de Sagitario dice:

Su virtud es tal que el que la lleve consigo, será amado por los hombres, querrá "folgar" (tener ayuntamiento carnal) y amará las juergas y los cantares.

En otro lugar también se la cita:

Cornelina es también la cuarta piedra del Sol. Tiene la vir­tud de que quien la lleve, estando el Sol en el signo de Leo, recaudara de los reyes todas las cosas que quisiere, siendo és­tas rectas y buenas.

Más adelante aplica todo el arte talismánico y dice:


El que grave las letras ABRAX sobre esta piedra, en la pri­mera hora del viernes, siendo el Sol en Aries, y la ponga en sortija amarilla, así como de oro o de latón, y sellaren con ella el «bolo armónico» siendo amasado con agua de lluvia, y die­ra de beber de ella al enfermo que tiene fiebre, untando con ella el cuerpo y la cara, sanará.

La siguiente cita tradicional de esta gema la hace Gaspar de Morales y dice:

Tiene la propiedad de evitar la superfluidad del menstruo en las mujeres, y aún quitársele y que les acuda; quita hemorroi­des, la disentería y lo que ha de advertirse aquí es que hace esto cuando se lleva ordinariamente; y así a las señoras damas y a las doncellas se les recomienda que no lleven cotidianamente estas gemas, por el daño que podrían hacer.

De los recopiladores modernos muy pocos hacen mención de la cornalina, algunos sin ser astrólogos la asocian con el signo de Virgo, debido a que se suponía que la famosa hebilla de Isis estaba fabricada con este noble material. En todo el medio oriente es una gema muy utilizada. Hasta en la India se la con­sidera como un piedra con connotaciones muy especiales.

Con este material se siguen confeccionando la más variada gama de talismanes. Es muy fácil hallarla en esos mercados orientales con las más diversas tallas, en forma de un pequeño cuerno, recordándonos quizás su original correspondencia con el cuerno de Capricornio. Es muy posible que el nombre de cornalina se origine por su asociación con la estrella a la que tradicionalmente está ligada: Giedi es el cuerno de Capricornio. También es corriente encontrarla tallada en forma de espadita sarracena o alif. Con bolitas de este material se confeccionan rosarios sufíes o simplemente se usan como talismanes.


En la tradición, esta gema la usaban las personas que eran portadoras de mensajes y que tenían que realizar desplazamien­tos a lugares foráneos, y también las utilizaban ciertas personas para facilitar la comunicación extrasensorial con personas ale­jadas. Se dice que Mm. Blavatsky llevaba una de estas piedras para comunicarse telepáticamente con su maestro tibetano. En todos los casos se asocia a la cornalina con la comunicación o la ayuda psicológica en este sentido.

Propiedades astrológicas de la cornalina

La cornalina, como el resto de las gemas del grupo del cuarzo tienen una correspondencia con Júpiter y Venus, pero en este caso el dominante de la gema está asociado con el tercer Rayo o Mer­curio y con los signos que este planeta rige. La cornalina opera sobre el sistema nervioso y el cerebro. Su acción se percibe di­rectamente en el cerebro, acrecienta el sentido de la lógica, mejo­ra las facultades mentales concretas y abstractas, conciliando ambas esferas de la conciencia. Acentúa el ingenio y las percep­ciones de medida y orden, facilita todo tipo de expresión intelec­tual, ayuda a manifestarse y explicarse con claridad, incrementa las habilidades psíquicas y manuales y refuerza la argumentación y la agudeza mental. Como los demás cuarzos aumenta el encan­to personal y la simpatía, amplifica el sentido de la condescen­dencia y los buenos modales, facilita el desarrollo y la expansión personal y ayuda a vencer las oposiciones y las controversias. En lo social es muy útil para aquellos que deban realizar actividades comerciales o realizar viajes y contactos con extranjeros. Tam­bién resulta de excelente ayuda para pasar exámenes u oposicio­nes de cualquier tipo. Físicamente mejora los reflejos y la coordi­nación motora y protege de las infecciones.


Crisoprasa

La crisoprasa es una muy bonita piedra de delicado color verde puerro claro, del grupo del cuarzo microcristalino, com­puesto por fibras alargadas y microscópicas en un ordenamien­to radial. Su color verde es debido al contenido en níquel. La calidad más apreciada de las crisoprasas es de color verde man­zana o verde puerro. Es una gema fácil de encontrar y no de­masiado cara de precio.

La primera referencia a esta gema, aparece en el Lapidario de Alfonso X, en el 17 grado de Tauro y dice así:

Es la piedra que dicen «zavarget» en arábigo, y «prasme» en latín. Semeja en color a la esmeralda y es hallada en aque­llas minas mismas que el oro que las otras se hallan. Su virtud es tal que, si la ataren a la mujer al muslo al tiempo de parir, pare ligeramente y sin peligro. Y aún hace otra cosa al que la lleve consigo, hócele perder el miedo que los hombres tienen de noche cuando están solos, y esto es porque esfuerza y con­forta el corazón.

Aquí se asocia con la estrella que está en el pie derecho de la imagen de Perseo. La estrella Atik que es una doble con compo­nentes de magnitud 3 y 9, de color azulada tipo BO. Esta estrella en la actualidad se encuentra sobre el grado 3 Géminis 3.

En el tratado de Gaspar de Morales se cuentan también otras de sus propiedades. Su virtud es clarificar la vista; llevada con­sigo sirve a quien la lleva para hacer buenas obras y que per­severe en ellas, alegra el corazón y quita las pasiones que le fatigan.


Propiedades astrológicas de la Crisoprasa

Esta gema emite principalmente desde el cuarto Rayo o Ve­nus, es una de las más puras y benéficas de todas. El hecho de llevarla cotidianamente aumenta la alegría de vivir y hace, a quien la lleva, más sonriente y contento de carácter. Las vibra­ciones de esta gema se oponen a la envidia y la animadversión e incita a comportamientos cariñosos y amables. Se percibe como una fuerza que estimula a acercarse a los demás, también incita al goce de los sentidos. En general mejora las manifestaciones sentimentales y afectivas de índole romántico, refuerza la capa­cidad de seducción y aumenta el encanto personal. En lo social pacifica y armoniza las relaciones con los demás, permitiendo llegar a acuerdos y también incrementa los beneficios económi­cos. Utilizando esta gema no suele faltar el dinero de bolsillo. En lo físico protege los órganos sexuales internos, riñones y garganta. Solo está contraindicada en los hombres con dema­siado potencial femenino, a quienes acabaría transformando en demasiado amanerados.

Heliotropo

El heliotropo es un cuarzo que puede agruparse igualmente junto a los jaspes o las ágatas, posiblemente sea el puente entre estas dos variedades del cuarzo. Es de color verde oscuro con dibujos, manchas o mezclas de color rojo intenso, se trata de una piedra opaca. El nombre de heliotropo procede de un error de apreciación óptico, pues los antiguos creían que variaba de color con el contacto directo de la luz solar, por ello su nombre significa poco más o menos que cambia con el sol.

Es una piedra llena de mística y de simbolismo cristiano del


medioevo. Se la asociaba con la sangre de Cristo y se le atri­buían propiedades tan erróneas como su mismo nombre. De ella se conocen innumerables leyendas, pero las más razona­bles se alejan de los mitos cristianos y le atribuyen cualidades puramente astrológicas.

En el Lapidario de Alfonso X aparece bajo el nombre de la «piedra que chupa la sangre». Dice así: Su color es verde y hay en ella una mancha bermeja y qui la toma en la mano, falla la áspera et liviana. La asocian con la estrella que está debajo, en la parte del mediodía en el pie derecho de la mujer encadenada. Se trata de una de las estrellas de Andrómeda situada cerca del grado 6 de Tauro.

Propiedades astrológicas del Heliotropo

La base de esta piedra es el cuarzo y como las demás de este grupo pueden ser utilizadas ampliamente, pues están su­jetas a las benéficas vibraciones de toda la familia del cuarzo. La combinación de rojo y verde implica una armonía entre el cuarto y quinto rayo, tantas veces enfrentados y vivenciados como consumo de energía, que hacen perder fuerza y vigor e impiden el buen aprovechamiento de las relaciones afectivas. En esta gema, ambas energías están aliadas, acopladas y de acuerdo. El heliotropo puede ser muy útil para combatir esta­dos disarmónicos que provocan ansiedades y depresiones por incapacidad o desorden en el área romántica afectiva. Es un buen remedio para el mal de amores o amores no correspon­didos. Su uso aclara el sentimiento de atracción hacia otras personas y permite definir, a quien la lleva, qué clase de afec­to es el que siente. Por otro lado equilibra la desproporción en energías del cuarto rayo, causante de la desmedida atracción


por lo romántico y por las apariencias exteriores, o causantes de afeminamiento en los hombres y masculinización en las mujeres. Por ello es muy útil para contra balancear las pulsiones sexuales poco definidas.

Aacute;gatas

Las ágatas son formaciones de cuarzo de transparente a opaco de los más diversos colores, presenta múltiples variedades, pero comúnmente es una piedra bandeaba, formada por cristales con bandas muy visibles. Se encuentra rellenando huecos cerrados de otros materiales, en ocasiones aparece dejando un núcleo vacío en el centro, rodeado de cristales de cuarzo de termina­ciones puntiagudas y lechosas. Se encuentra en el mercado ta­llado a lonchas o capas, en las que se aprecia su típico diseño bandeado.

En general las ágatas multicolores no deben de usarse como elemento ornamental y no deben de llevarse en el cuerpo col­gando, a excepción del ágata gris y del ágata blanca, pues emi­ten vibraciones demasiado absorbentes y pueden resultar perni­ciosas para el sistema nervioso y sobre todo para la vista. Se han observado numerosos casos de problemas de la vista o de los ojos en personas que habitualmente utilizaban ágatas mul­ticolores como objetos personales de adorno. Sin embargo se pueden utilizar con buenos resultados como objetos del entor­no, sobre todo en dormitorios, donde actúan como evacuadores de energías o vibraciones enervantes. Las ágatas son muy útiles para usarlas como portavasos y ceniceros para dulcificar los ambientes demasiado tensos.


Ágata gris

El ágata gris es una bellísima formación de cuarzo poco translúcido, de diseño lineal y bandeado de un color gris muy suave y luminoso. Se puede considerar como una piedra fina, que la usan los joyeros y suele encontrarse a un precio más elevado que las otras ágatas.

Propiedades astrológicas del ágata gris

El ágata gris es quizá una de las piedras que emiten con mayor pureza en la vibración del tercer Rayo o Mercurio. Es muy útil para aquellas personas que tengan debilitado o altera­do el sistema nervioso, sobre todo si tienen tendencia a somatizar y llegan a provocarse disfunciones intestinales, insuficiencias respiratorias, alergias de las más diversas, mala coordinación motora o que psicológ


Date: 2015-12-24; view: 723


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